Con sus pañuelos celestes marcharon en Mendoza concentrando en el ex kilómetro cero y movilizándose hasta la casa de las leyes, por la peatonal. En el país, el 25 de marzo de cada año se conmemora el Día del Niño por Nacer, fecha que fue establecida por el decreto 1406/98 desde el 7 de diciembre de 1998. Por esta razón unos 200 mendocinos recordaron la fecha y se movilizaron.
Esta fecha tiene fundamento en la ley 23.849 que aprueba la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, agregada a nuestra Constitución Nacional en el artículo 75 inciso 22, y que en la misma define como niño a todo ser humano desde el momento de su concepción hasta los 18 años de edad. Desde la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera), una de las organizaciones que realizó la convocatoria, señalaron que adheren a este decreto, reafirmaron con una marcha en el centro mendocino el compromiso en favor de la vida del Niño por Nacer y de la madre que lo lleva en su vientre.
“Para aquellos que seguimos firmes en nuestras convicciones y que entendemos que la defensa de la vida es un asunto innegociable, esta no es cualquier fecha. Aun en estos tiempos, necesitamos seguir levantando nuestra voz, cada vez con mayor vehemencia, para decir que la vida humana merece y necesita ser valorada y celebrada”, dijeron desde Aciera.
En tanto, Stella Maris Mauri de Marcha por la Vida, señaló que este encuentro fue para festejar el día del niño por nacer y para mostrar que hay una parte de la sociedad que no se va a rendir, en referencia a la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, sancionada a finales de 2020. “Le estamos mostrando que no nos vamos a rendir a los legisladores y a la sociedad. Siempre hemos festejado y ahora lo hacemos más que nunca. Queremos la derogación de la ley”, indicó Mauri agregando que el bebé es un ser humano distinto de la mamá.
No es prioritario
Por otro lado, desde la organización que convocó la marcha indicaron que está claro que el mundo entero está atravesando días muy difíciles donde ven que la protección de los más vulnerables no es un interés prioritario para muchos gobiernos. Sin embargo, “como Alianza evangélica continuamos resaltando que la vida de todo ser humano tiene valor, por ser único e irrepetible. Cada uno de ellos tiene un valor intrínseco, independientemente de cómo haya sido concebido y bajo qué circunstancias”, señalaron.
Por otra parte agregaron que defender la vida humana desde la concepción en el vientre materno, es una lucha que los sigue convocando, aun cuando nuestro país tiene en vigencia una ley injusta que permite el aborto. “Asimismo, como iglesia estamos trabajando en acciones para prevenir embarazos no deseados, y para asistir y acompañar de manera integral a la mujer embarazada en condiciones de vulnerabilidad. Pero a la vez, creemos que es vital optimizar el régimen de adopción por parte del Estado, garantizándola desde el momento mismo de la concepción”, mencionaron.
Por otra parte, desde Aciera indicaron que se suman a los que alzan su voz por los que no tienen voz pero sí tienen vida, y declararon que esa vida debe ser protegida y respetada porque es un don de Dios. Afirmamos el derecho inalienable a la vida de los niños por nacer como también el derecho de las embarazadas y de los niños a ser contenidos y protegidos.
Ley del latido
“Se aprobó una ley sin consenso social. Con presiones desde el poder nacional a los legisladores. El pueblo está exigiendo que se haga lo que quiere el pueblo y pide respetar la vida del niño por nacer. Son 61 mil dosis de mistoprostol que se han aplicado desde que salió la ley. Ahora pedimos que salga la ley del latido que indica que si hay latido no se puede realizar un aborto. Esto ya existe en Texas y Luisiana”, indicó por su parte Mariana Soler, directora de marcha por la vida Mendoza.
En tanto, Florencia Romera, de la agrupación Gente Joven y con un proyecto de defensa de mamás, dijo que fue a la marcha para contar que se encargan de mamás en situación de vulnerabilidad. “Facilitamos el acceso a la medicina, a la psicóloga y a nutricionistas a unas 10 mamás de los barrios Castro y Luz de Vida, de Guaymallén. También les brindamos talleres”, aseguró Florencia.
Por último, Ticiana, una joven mamá dijo que vino a la marcha para apoyar a sus pares, que se sienten débiles para que tengan fuerzas para poder seguir con sus vidas. “Vengo a dar mi testimonio. Yo sufrí abuso y me querían hacer abortar. Pero yo quería seguir”, explicó agregando que hay organizaciones, como NOS, que la acompañaron para que pudiera continuar con sus estudios.
