Marta Nebot, la esposa de Martín Caparrós, escribió un conmovedor mensaje luego de que el periodista contara que tiene Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Un día después de que Caparrós hiciera pública su enfermedad neurodegenerativa, su esposa escribió una conmovedora columna en un blog español. “Hemos decidido disfrutar hasta el final”, sostuvo.
“Al principio, cuando supimos que pertenecemos al selecto club de los ELAdos y sus parejas de hecho, hace mucho tiempo, nos prometimos guardar el secreto”, manifestó al respecto Nebot sobre el tiempo que estuvieron sin revelar la enfermedad que padece el periodista.
Bajo esa línea, explicó por qué decidieron guardarlo: “Admitiríamos cuando se empezara a notar que está enfermo, pero no el nombre de su enfermedad porque cambia lo que ven los que te miran y no queríamos que nos mirasen distinto. Solo queríamos y queremos seguir haciendo lo que hacemos entre los vivos”.
La periodista española reveló también que estuvo varios meses sin poder dormir tras enterarse de la noticia. “Descubrí que sin dormir aparecen ansiedades, ataques de pánico y depresión, y todo deja de tener sentido”, detalló.
Y afirmó: “Me atrevo a hablar en plural, porque su mal es de los que son más compartidos. No estoy enferma, pero soy sus brazos y sus piernas, hago lo suyo y lo mío, me propongo vivir a su lado lo que venga e intentar ser lo que necesite”. Por otra parte, contó cómo atraviesan el momento en el día a día: “Creo que estamos haciéndolo de la mejor manera posible, admitiendo que lo bueno es enemigo de lo perfecto”.
“No hace mucho que me disculpé con un ‘lo hago con todo el cariño que puedo y no siempre es todo el que me gustaría’. Él odia que le ofrezca ayudas que no necesita. Yo, que haga lo que haga nunca será como si pudiera hacerlo él mismo”, reflexionó Nebot. Y agregó: “No, no tengo madera de cocinera, ni de enfermera, ni de santa, pero sí de pretender cuidar a la persona a la que quiero hasta el final. Creo en esto y pretendo hacerlo con orgullo todo el tiempo”.
Marta Nebot también se refirió al próximo libro que presentará Caparrós “Antes que nada”, que se publicará a finales de octubre: “Sus memorias son imprescindibles como lo que son: historia del periodismo. Se titulan ‘Antes que nada’ porque tiene claro que todos vamos a ningún sitio”.
En ese aspecto fue que llenó de elogios a su esposo sobre cómo transita la ELA: “Solo tengo palabras de admiración sobre cómo está transitando el vía crucis de esta enfermedad maldita. Muy pocos en su lugar, incluida yo, daríamos la talla que exige; esa amalgama imposible de lucha y resignación, de pelea y entrega”.
Ya en el cierre de la columna, relató: “Hemos decidido disfrutar hasta el final, estación a estación. Ya pasó el tiempo de la admiración y de la culpa porque mis brazos y mis piernas me respondiesen, ya pasó el día en que en una gran estación de tren me emocioné viendo a tantos juntos dando órdenes que sus cuerpos respondían”.
“Ya pasó el momento en que le abracé y confundí sus espasmos musculares con un bicho que le sube por las piernas y lo va devorando y podría comerme a mí también por contagio, ya dejé de ver su primera caída a cámara lenta como la demolición con dinamita de un edificio muy hermoso, ya aprendí que hay que vivir fuerte haciendo ejercicio continuo de presente”, escribió.
Para finalizar contó que hace poco se casaron: “Nos hicimos pareja de hecho porque lo somos y no queremos que ningún médico nos pueda separar en momentos cruciales por no estar apuntados en un registro. Fuimos solos, firmamos y nos regalamos un desayuno de los ricos”.
Y concluyó: “No lo hubiéramos hecho si no nos hubiéramos visto obligados. Mi hechito y yo llevamos ya diez años juntos sin que ningún papel nos obligue y nos hubiera gustado seguir así hasta los restos. Registrados o no, nuestro plan sigue siendo el mismo: querernos como nosotros sabemos”.