Acaba de finalizar la edición número 23 del Festival Música Clásica por los Caminos del Vino, un programa cultural y turístico que ha logrado trascender las gestiones y que posiciona a Mendoza como uno de los lugares más elegidos para Semana Santa.
Así, mendocinos y turistas conocen artistas vinculados con el mundo de la música clásica y los disfrutan de manera especial. Como valor agregado, se pueden conocer bodegas, espacios culturales, escuelas, parroquias y cuanto lugar se pueda utilizar como escenario y que sea adecuado a la situación. Esta edición volvió a su carácter solidario de canje de entradas junto a la Fundación del Banco de Alimentos Mendoza y a una representación federal que abarcó todos los municipios de la provincia. Además, por primera vez y en trabajo conjunto con las autoridades de Cultura de los gobiernos de San Luis y San Juan, el festival llegó con dos conciertos a nuestras provincias hermanas en Cuyo.
Los números del festival
Asistieron 20.715 personas en total a los conciertos, con un promedio por concierto de 233 asistentes. Se realizaron 65 conciertos de música clásica, 21 con aforo agotado y 45 de ellos se realizaron mediante la entrega de alimentos (canje solidario). Sólo 20 encuentros musicales se desarrollaron con aforo libre y participaron 335 músicos esta edición, entre cantantes e instrumentistas. En esta oportunidad participaron 27 bodegas del ciclo de música clásica, que también se pudo apreciar en 38 sitios culturales o patrimoniales. Los mayores aforos agotados fueron el Teatro Independencia y el Espacio Arizu, con 600 localidades cada uno.
A todo Cuyo
Por primera vez, las provincias de San Juan y San Luis se sumaron al evento. El domingo 1, la música clásica sonó en La casa del poeta, en Merlo (San Luis), y el lunes pasó lo mismo en la célebre Bodega Graffigna de San Juan. En San Luis fue el turno del Trío Agitato, mientras que los sanjuaninos disfrutaron de Violetta Club. Ambos conciertos se llevaron a cabo con entradas agotadas.