Mendoza vive su semana más calurosa en varios años y, con solo mirar el pronóstico extendido, alcanza para comprobar que lo peor está por venir. Y es que, luego de casi una semana con máximas por encima de los 35°, para los próximos días se espera que la máxima llegue a 41° (y más, incluso). Esto lleva a que especialistas médicos hayan advertido en reiteradas oportunidades las recomendaciones para evitar golpes de calor en medio de lo que, indudablemente, es una sofocante y peligrosa ola de calor.
Sin embargo, más allá de los seres humanos -quienes generalmente pueden manifestar de manera clara síntomas o malestares vinculados con el calor-, hay otros protagonistas centrales en la vida cotidiana que padecen el calor y sus peligros casi tanto como las personas. Y que, a diferencia de los humanos, no pueden expresar de forma clara y contundente estar pasándola realmente mal. Hablamos de nuestras mascotas, quienes también sufren el calor y están expuestas a los mismos riesgos que las personas en días de temperaturas tan alta y marcada sequía.
Cómo saber si una mascota sufre un golpe de calor
En el caso de los perros, los especialistas aclaran que estos animales acostumbran a regular su temperatura corporal mediante jadeos. En ese sentido, eliminan sudor por medio de las almohadillas de sus patas. Los gatos, en tanto, recurren al lamido corporal para mantener controlada su temperatura.
En los días de mucho calor -como los que atraviesa Mendoza-, estos tradicionales métodos de autoregulación pasan a ser insuficientes. Y es allí cuando se evidencian signos que, a priori, deberían despertar preocupación y encender alarmas.
Estos síntomas son:
- Decaimiento y/o dificultad para moverse.
- Jadeo y salivación excesiva.
- Temblores.
- Vómitos.
En caso de que nuestras mascotas experimenten algunos de estos síntomas, es fundamental recurrir al veterinario con urgencia.
Cómo contrarrestar los síntomas con urgencia
La jefa de Comunicación Científica e Investigación de Vitalcan (especializados en la nutrición de mascotas), Tamara Cursach destacó cuáles son las mascotas que están más expuestas a un golpe de calor y sus consecuencias. “Ciertas características de nuestras mascotas pueden hacer que estas temperaturas sean más o menos peligrosas para ellos. Por ejemplo, los perros de edad avanzada, con sobrepeso u obesidad y razas braquicefálicas (con cara chata, como el bulldog, bullmastiff, pug, boston terrier, entre otros) son aún más sensibles al calor”, destacó la especialista.
Sin que esto implique evitar la consulta a un profesional veterinario, una de las recomendaciones para intentar disminuir la temperatura corporal de una mascota que no la está pasando nada bien es mantenerlos mojados y húmedos con agua (especialmente las zonas de piel fina, como axilas e ingle).
En caso de que el animal no esté vomitando, se recomienda ofrecerle agua limpia y controlar que no la beba desesperada y aceleradamente.
Consejos para las mascotas en días de mucho calor
Más allá de la edad, la raza, el peso y sus características, es fundamental tener una serie de cuidados especiales con las mascotas (sobre todo perros y gatos) en días de exceso de calor.
- La hidratación. Asegurarnos de que siempre tenga agua fresca y disponible para beber. Si sale a pasear o está a la inemperie, es recomendable mantenerlo mojado.
- Evitar exposiciones en lugares de mucho sol. Es clave que pueda descansar a la sombra en lugares ventilados. Otro tip es el de dejarle cerca trapos húmedos para que puedan recostarse y bajar la temperatura corporal.
- Salir a pasear bien temprano por la mañana o cuando ya cae el sol, con la intención de evitar las horas más calurosas y con mayor radiación solar.
- No dejarlos encerrados en el auto o en habitaciones sin ventilación.
- Evitar salir con ellos en bicicleta o correr en zonas con asfalto.