La vida de Máximo Zavala, que cumplió 7 años el mes pasado, dio un vuelco radical el 14 de julio de 2020, en plena pandemia, cuando cayó a una pileta de un complejo hotelero donde su mamá trabajaba y permaneció bajo el agua sufriendo un daño cerebral irreversible. Hoy necesita ayuda, especialmente pañales de tamaño juvenil ya que utiliza casi 100 al mes.
Si bien su mamá, Sabrina Chirino, mantiene viva la esperanza de que en algún momento la vida de su hijo vuelva a la normalidad, hoy se siente derrumbada.
Desde el Hospital Dr. Humberto Notti, donde atendieron al niño desde un primer momento y aún hoy le suministran leche especial y medicación, Sabrina evocó los momentos en que la vida se desarrollaba sin sobresaltos, hace más de un año.
“Cantábamos y bailábamos todo el día. La vida nos cambió rotundamente, entre médicos, tratamientos y rehabilitación”, señala y reitera: “Tengo mucha fe y pongo todas mis oraciones en su recuperación”.
Es que desde aquel día en que decidió llevar a Máximo a su trabajo porque no tenía con quién dejarlo, no habla ni camina.
“Fue un segundo. Lo encontramos flotando, inconsciente”, evocó.
Máximo, que vive con su mamá y un hermano en el barrio Córdoba de San Martín, necesita cuidados exclusivos. Por eso Sabrina está limitada para salir a trabajar.
Si bien le quitaron la traqueotomía, si debe ser sometido a gastrostomía para su alimentación.
Antes del accidente que le cambió la vida, Máximo era fanático de River Plate, amante de la pelota y alumno del jardín Mellado de San Martín.
Sabrina, que agradece al equipo del Hospital Notti, dijo que sigue necesitando mucha ayuda para sostener los tratamientos y especialmente los pañales que utiliza su hijo.
Cómo ayudar
Sabrina Chirino, teléfono 2634 80-8938.