La vida de la familia Escalona, oriunda de San Rafael, dio un vuelco rotundo el 28 de febrero de 2020, cuando Matías, uno de sus hijos, fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda, un tipo de cáncer bastante común durante la niñez que ocurre cuando una célula de la médula ósea presenta errores en su ADN.
Por eso, el pequeño Matías, que el próximo 8 de marzo cumplirá tres años, pasó la mayor parte de su vida luchando entre internaciones, quimioterapias y recaídas, además de viajes permanentes a Mendoza, donde recibe atención en el Hospital de Niños Doctor Humberto Notti.
Sin embargo, en medio de la angustia y el fragor de esta nueva vida que deben sobrellevar Gabriela y Franco, sus papás, una buena noticia les dio la alegría y tranquilidad que necesitaban en estos difíciles tiempos. Su hija mayor, Melanie, de 15 años, será la donante de médula de su hermanito y por eso se muestra ansiosa –y algo temerosa– a la espera de que reciba el alta en el Notti para, de ese modo, viajar a Córdoba, donde se realizará la intervención.
“Matías ama a sus hermanos, es amoroso y agradecido. Me duele el alma verlo sufrir, recibir pinchazos. Está cansado, a veces llora, se agota de tanto hospital”, relata Gabriela Godoy, su mamá, quien definió a Melanie como una “gran hermana”, que en estos tiempos hace las veces de mamá postiza.
“Es muy familiera y adora a su hermano. Además, hace tanto tiempo que estoy en Mendoza con Matías que en San Rafael se ocupa de sus hermanos como si fuera su madre. Tenemos a Xiomara, de 8 años, y a un bebé, Samuel, que llegó en medio de todo este proceso”, agrega.
Melanie es muy colaboradora con las tareas de la casa y este año retomará la escuela. “Con todo esto, en 2021 pasamos mucho tiempo viajando y tuvo que abandonar”, resume.
Aún no hay una fecha exacta para la cirugía, que será en el Hospital de Niños de Córdoba. “Todo dependerá de cómo se encuentre mi hijo en estos días. El trasplante iba a ser en enero, pero una recaída postergó los planes”, agrega.
La familia necesita ayuda. El papá, que trabaja por su cuenta, se ocupa de los tres hijos que quedaron en San Rafael mientras Gabriela pasa sus días en el Notti. “Sabemos que el proceso es largo y que al menos en Córdoba deberé permanecer tres meses”, añade, para aclarar que el Instituto Coordinador de Ablación e Implante de Mendoza (INCAIMEN) realizó las gestiones para que en ese lapso Gabriela y Matías se alojen en un departamento. “Pero tenemos que vivir y mi esposo no está trabajando”, advierte.
La primera recaída
Tras la primera quimioterapia, poco después del diagnóstico, Matías mejoró su estado general, aunque en 2021 sufrió la primera recaída.
En diciembre se le realizó la última punción, que determinó que sus blastos no estaban en condiciones para afrontar una cirugía. Por eso desde hace un mes que está internado para limpiar su médula. “Si todo va bien, el trasplante será en pocos días”, detalla.
“Tener un hijo enfermo es muy difícil, la vida y las prioridades cambiaron por completo. Ya nada es igual y hoy tomo verdadera dimensión de los problemas”, reflexiona.
Gabriela tiene el mejor de los conceptos del Notti, donde su hijo es atendido con gran calidad humana y profesional, según dice. “Hoy ya todos lo conocen y lo llaman por su nombre. El personal es muy cariñoso, estoy infinitamente agradecida. Sin embargo, está agotado y me duele verlo sufrir, me duele el alma porque no tiene tregua”, confiesa, para agregar que el acto de amor de su hija mayor no la sorprende.
“Ella está asustada pero igual va hacia adelante por su hermano”, cuenta, mientras señala que la invaden sentimientos encontrados respecto de la proximidad de la cirugía. “Quiero que llegue el día y, al mismo tiempo, me apena dejar a mis otros hijos tanto tiempo”, dice.
Agradeció en forma especial a las distintas personas, particulares y asociaciones, que le están dando una mano. Mencionó a Fundavita, Tras-Pasar y a la Asociación de Jóvenes por la Lucha contra el Cáncer Infantil, esta última perteneciente a San Rafael. “Todos colaboran de distintas maneras, con juguetes, libros, gestiones y apoyo emocional”, enumera.
Tras concluir señalando las distintas realidades que se observan a diario en el Hospital Notti, la mayoría muy duras, Gabriela advierte que confía plenamente en Dios. “A veces me enojo, me indigno, pero sigo mirando hacia adelante. Veo otras realidades muy duras y a mí hoy me toca estar parada aquí. Todo va a estar bien”, finaliza, expresando su fe profunda.
Cómo colaborar
A través de Mercado Pago se puede depositar dinero en la cuenta de Franco Ariel Escalona (papá de Matías), CVU: 0000003100095622636566 / Alias: Escalonafrancoariel / CUIT/CUIL: 20346763346.