Eduardo Rufino (55) trabaja en una empresa de telecomunicaciones de lunes a viernes, de 9 a 18. Una vez que sale de trabajar y regresa a su casa, le dedica entre 3 y 4 horas más a su otra pasión: el blog “Mendoza Antigua”, que administra él mismo y que es una plataforma que está próxima a cumplir 13 años. Esta página, con sus respectivas redes sociales (Facebook y Twitter) es un testimonio invaluable de la historia mendocina, con fotos que datan de 1880.
“En el archivo debo tener cerca de 30.000 fotos que ya han sido publicadas. Y de esas, 15.000 las tengo en formato físico conmigo, en cajas. Las otras las he tengo digitalizadas. Me pasa de gente que se comunica conmigo y me regala fotos de sus antepasados, o –si tienen mucho valor para ellos- me invitan a sus casas para que pueda verlas y digitalizarlas”, cuenta este hombre, quien vive en El Challao (Las Heras) y a quien “Mendoza Antigua” le ha dado infinitas satisfacciones.
“Yo no he estudiado historia, no soy profesor, ni especialista ni mucho menos. Pero el blog me ha permitido conocer y contactarme con gente que realmente entiende y sabe del tema. No gano plata con esto, simplemente lo hago porque me gusta y me apasiona. Lo más lindo que me ha dado es el reconocimiento de la gente, personas que me escriben para agradecerme o contarme algo. Muchos de ellos saben más que yo del tema, son historiadores. Todo eso es una caricia al alma para mí, igual que cuando me escriben estudiantes de Arquitectura o de Historia para pedirme material que pueda ayudarlos en sus carreras. Porque estas fotos no son mías, son de todos”, resume este apasionado y nostálgico mendocino.
Todas las fotos, toda la historia
En septiembre de 2009, Eduardo Rufino se “sacó las ganas” y abrió el blog: mendozantigua.blogspot.com. “Siempre me llamó la atención que no hubieran una única base de imágenes de Mendoza. Es como que estaba –o está- todo muy desparramado. En ese entonces, yo no tenía ni idea de qué era un blog. Entonces fui al Área Fundacional, entré a hacer una visita y me di cuenta de que esa era la verdadera Mendoza Antigua, ya que había sido el corazón de Mendoza hasta el terremoto de 1861. Ahí vi unas fotos y empecé a darle vueltas a la idea de hacer algo”, cuenta Eduardo, quien aclara que se siente afortunado ya que su trabajo le permite conocer lugares para nutrir su colección (que, más que propia, ya es de todos los mendocinos).
Hemerotecas, museos, bibliotecas y muchas donaciones de particulares fueron la fuente principal del archivo de “Mendoza Antigua” al comienzo (y que se mantienen hasta hoy). Pero luego la página se fue haciendo cada vez más conocida y ya la gente comenzó a contactar directamente a su creador. “Mucha gente me pasa sus archivos, sus fotos viejas.
Para algunas personas, una vez que algún familiar ya no está, las fotos pasan a ser algo que ocupa lugar. Pero eso pasa a ser oro para mí, al menos la mayoría. También está esa gente que atesora una foto histórica y no quiere desprenderse de ella, por lo que me invitan a sus casas a verlas y me permiten digitalizarlas”, destaca con humildad y simpleza Rufino. Y aclara que en estos 13 años se ha ido haciendo cada vez más conocido, a tal punto de que mucha gente lo llama especialmente para darle fotos. “Se me han abierto muchas puertas”, agrega sonriente.
Fotos de Mendoza, Argentina y del mundo
Aunque en un principio Eduardo Rufino y “Mendoza Antigua” se habían focalizado en fotos de Mendoza, luego se hizo un lugar para joyas fotográficas de Argentina y del mundo. Eso no quita que, como él mismo aclara, lo principal siga siendo Mendoza.
Cada día, antes de terminar su jornada –y cuando regresa de trabajar- Eduardo Rufino se encarga de programas las publicaciones en el blog, así como también en las redes sociales. En “Mendoza Antigua” se comparten entre 10 y 12 fotos diarias, además de que –cada mañana- se pueden encontrar las efemérides del día (replicadas en Facebook y en Twitter también. “Todo esto lo hago solito, solo”, destaca con pasión y simpleza.
El límite temporal que ha fijado Eduardo Rufino para que una imagen sea considerada como una foto antigua y “merecedora” de estar en el blog es de 20 años. “No publico nada de menos de 20 años de antigüedad. Ahora estoy subiendo fotos hasta 2002, y de allí, para atrás. El año que viene será hasta 2003 y así sucesivamente. El límite que marca si es ‘antigua’ una foto es de 20 años”, explica el bloguero aficionado.
La foto más antigua de Mendoza que está disponible en “Mendoza Antigua” data de 1880, mientras que las más “jóvenes” son del 2001 y en el convulsionado contexto de la crisis y caída de Fernando De la Rúa. “Tengo fotos de la gente comprando con Lecops o Petrom, del Corralito, de toda esa época”, describe.
Lo llamativo, y en lo que hace hincapié Eduardo Rufino (responsable del blog “Mendoza Antigua”) es que en Mendoza prácticamente no hay registros fotográficos previos al año 1861 y al terremoto que destruyó la ciudad y obligó a que se mudara más al sudoeste de su ubicación inicial (en el Área Fundacional). “No hay fotos previas al terremoto de 1861. Si se sabe que existió fotógrafo alemán, de apellido Alexander, que sacó muchas fotos en la época de Rufino Ortega. Sin embargo, dicen que, cuando se fue de Mendoza, se llevó todas las fotos que tenía. Incluso, hay quienes dicen que nunca se le pagó por su trabajo. Pero lo cierto es que no hay fotos de esa época”, destaca el apasionado de la historia y la fotografía.
Respecto a las fotos más antiguas de su colección (que es pública y está disponible en mendozantigua.blogspot.com), Eduardo Rufino cuenta que es de 1880, que fue tomada por un fotógrafo portugués que estaba en Mendoza –Christiano Junior- y que en ella se puede ver la Plaza Independencia.
Infinitas anécdotas
Entre más de 30.000 fotos, el responsable del blog “Mendoza Antigua” tiene sus imágenes favoritas. Y también sus historias y anécdotas invaluables.
“Una vez, estando en Buenos Aires y mientras visitaba el Archivo General de la Nación, encontré una foto del monumento del Cristo Redentor, el que hoy está en Las Cuevas y en el límite entre Argentina y Chile. Allí me enteré de que el monumento se había diseñado y hecho en Buenos Aires, durante la presidencia de Roca, y hasta que estuvo montado en el patio de una escuela para ser exhibido. Después se trasladó en tren y en partes a Mendoza y se llevó a Las Cuevas para subirlo en carreta al lugar donde se encuentra actualmente”, resume, y confiesa que es una de las fotos a las que más cariño le tiene. “Siempre me gustó y movilizó mucho esa foto. Mucha gente cree que el monumento al Cristo Redentor lo hicieron en Mendoza, pero es lindo saber la historia de cómo lo hicieron y trasladaron”, se explaya.
Muchas de las fotos que consigue Eduardo Rufino están en blanco y negro y él mismo, por medio de un software que adquirió se encarga de remasterizarlas y darles color.
“Si de historias se trata, son incontables las veces que me ha escrito o llamado alguien a raíz de una foto que subí. Me ha pasado con las publicidades, por ejemplo, que me llama una persona para contarme que quien sale ahí es su abuelo o que él era el fundador de una distribuidora, por ejemplo. Mucha gente me llama para pedirme más datos de la foto, que a veces no lo tengo. O, por ejemplo, cuando subo la foto de un equipo de fútbol me escriben para preguntarme nombres o datos. A veces los tengo, ¡pero otras no!”, se sincera Rufino.
Incluso, cuenta que hasta lo han contactado para que ayude a alguna familia a armar un árbol genealógico. “Yo les explico que eso no es lo mío, que no me dedico a ello. Pero igual me piden. Me ha contactado gente de otros países que ven fotos de algún antepasado que llegó a Mendoza (muchos ingleses en la época del ferrocarril, por ejemplo) y me preguntan si sé de su familia acá. Es todo muy loco, pero son todas caricias al alma”, concluye, siempre sonriente.