Mendoza está de estreno. Ahora cuenta con el “Manual de Guías de Procedimiento en Materia de Patrimonio Cultural” que apunta a ordenar y proteger bienes patrimoniales muebles e inmuebles. Durante dos meses, la Dirección de Patrimonio de la provincia estuvo abocada a reunir allí las guías ya elaboradas y sumar nueva información para unificar criterios de procedimiento.
El nuevo material fue aprobado y publicado en el Boletín Oficial este jueves, a través de la Resolución N°318 que lleva la firma del subsecretario de Cultura, Diego Gareca.
Cristina Sonego, directora de Patrimonio, explicó que, ante todo, apunta a ordenar. Se trata de unificar la información e incluso involucrar a los municipios en lo concerniente a resguardar el patrimonio de todos los mendocinos. Esto puede involucrar bienes inmuebles, como edificios, monumentos o sitios, como inmuebles, como puede ser una obra, un cuadro o quizás alguna piedra, por dar algún ejemplo. Detalló que puede ser algo de valor cultural o natural.
Sonego destacó que ante todo hay mucha desinformación al respecto y aclaró que, por esta causa, estos bienes terminan intervenidos, dañados, vandalizados o poco cuidados lo que atenta contra su conservación.
Explicó que por ley, la dirección debe tener actuación y brindar asesoramiento cuando hay una intervención sobre un bien patrimonial. Puede suceder que alguien sepa que tiene un bien de este tipo y no pida la participación de Patrimonio, lo cual dijo que puede implicar sanciones porque se estaría transgrediendo la ley. También puede suceder que se haga una excavación y se produzca un hallazgo, en ese caso debe consultarse con el área. Si alguien tiene un bien y no sabe si es patrimonio pero lo sospecha, debe consultarles.
Para qué sirve el Manual de Patrimonio Cultural
“Las guías completan el procedimiento que uno tiene que llevar adelante, sean organismos públicos o privados con respecto a los bienes patrimoniales”, detalló la funcionaria. Señaló que responden a la ley 6.034 del decreto 1.882 del año 2009.
No obstante, dijo que en la página web ya estaban disponibles algunas guías de protocolos para permisos y concesiones para el área arqueológica y paleontológica para instituciones e investigadores y también para bienes inmuebles. Pero faltaba reforzar algunos aspectos, sobre todo para intervenciones de bienes inmuebles y su conservación.
Incluye la guía de procedimiento para la solicitud de permisos para la instalación de carteles, murales u otros y han complementado con las guías que describen los protocolos para dependencias provinciales, municipales y privadas. “Por ejemplo, hemos agregado los condition report, que esto se usa a nivel mundial para el movimiento de bienes, de bienes muebles, sobre todo, entre dependencias provinciales, municipales y privadas y las guías y protocolos para montaje y desmontaje de obras patrimoniales”, especificó.
“El problema grave es que el patrimonio es de todos y todos nos quejamos, pero nadie se comunica con Dirección de Patrimonio y pregunta cómo debe proceder ante un bien. Entonces, los daños se producen. Cuando el daño está hecho, ya no podemos volver atrás”, advirtió Sonego.
“Entonces, esta guía fue para eso, para que cuando van a intervenir un bien patrimonial de cualquier índole o situación similar, antes de iniciar un proyecto de intervención, sea de un edificio, sea de una escultura, sea de un sitio arqueológico, de lo que sea, tienen que comunicarse con Dirección de Patrimonio, más allá de pedir un permiso de la Dirección. Esto quiero que quede claro: no está para frenar las obras. Está para asesorar, para brindar estas guías y protocolos y para trabajar en forma conjunta. Esto lo dice la ley y lo dicen las cartas del Restauro a nivel nacional e internacional”, subrayó.
Así, se debe pasar por el área, donde a partir de ahora van a contar con este manual y diferentes guías según el caso, para saber cómo intervenir y proteger el bien.
“El equipo técnico está para asesorar, para evacuar dudas y para que antes de armar un proyecto puedan introducirse bien en el tema”, afirmó.
Y agregó: “Si la propiedad tiene una declaratoria patrimonial, tiene que pasar sí o sí por ley, por Patrimonio, y si se quiere intervenir, supongamos, o refaccionar esa propiedad, el proyecto de intervención lo deben presentar en Patrimonio, el equipo técnico lo evalúa, lo aprueba o no, o hace las recomendaciones para que eso se pueda llevar adelante, respetando siempre la originalidad, la integridad y el valor histórico del bien”.
Cómo saber si se tiene un bien patrimonial
La experta explicó que existe un sistema de información patrimonial en la Dirección de Patrimonio, pero no es de acceso a todo el público. Sin embargo, se puede consultar para saber si ese bien está declarado o no, y qué tipo de declaratoria tiene.
“Puede ser que uno a veces va a construir o va a excavar y ahí encuentra un hallazgo fortuito, cuando suceden esos casos, uno debe dar aviso a la dirección y se acude, asesora y apela a este protocolo para encaminar cómo debe seguir el proceso”.
La intención es también fortalecer la participación y compromiso de los municipios en este sentido, para que puedan dar información a los usuarios pero también dispongan de este material para sus propias consultas.
“He pedido que se designe un representante de patrimonio en cada municipio, que sea el interlocutor entre la Dirección de Patrimonio y cada departamento”, destacó. Si bien ya se viene trabajando, en los próximos días se les hará llegar el nuevo material.
Sonego recordó que además de la normativa local, hay otras vigentes en Argentina y a nivel mundial, que son las cartas de restauro, las cartas de conservación y de preservación.
La resolución refiere que el material cuenta con anexos específicos.
- Anexo I: Disposiciones específicas para la protección de bienes inmuebles,
- Anexo II: Disposiciones específicas para la protección de bienes muebles,
- Anexo III: Disposiciones específicas para la protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico;
- Anexo IV: Disposiciones específicas para la protección del Patrimonio inmaterial;
- Anexo V: Disposiciones específicas para la protección del Patrimonio Documental y Bibliográfico.