Mendoza no tiene ley provincial de guardavidas y se apoya en una ley nacional

Hay solo dos lugares donde se puede realizar el curso de guardavida, que dura un año completo y cuya certificación es obligatoria para trabajar en piletas y balnearios públicos y privados.

Mendoza no tiene ley provincial de guardavidas y se apoya en una ley nacional
No hay ley ni regulación en Mendoza para la actividad de guardavidas. Foto: Daniel Caballero / Los Andes

A pesar de que no ha podido ser aprobada aún una ley provincial que regule y fiscalice la actividad, el control y la seguridad en las piletas y balnearios de Mendoza debe ser realizada por guardavidas profesionales que figuren en el Registro Nacional Público de Guardavidas, basado en una ley nacional aprobada en 2015, y el control de que se cumpla con estos requisitos es de cada municipio.

Desde 2017 en la Legislatura de Mendoza hay un proyecto de Ley (Expediente 70243) que no ha logrado ser aprobado. En él se trata de regular y fiscalizar la actividad de los guardavidas que trabajan en la provincia. Como todas las leyes provinciales, esta debe estar en sintonía con la ley nacional, en este caso la 27155, aprobada en 2015, que regula el “Ejercicio profesional de los guardavidas”. Por esta falta de ley local, no hay control del gobierno de Mendoza sobre balnearios y guardavidas.

Federico Chiapetta, titular de la Subsecretaría de Deportes de la Provincia, confirmó esto y dijo que “el control está a cargo de los municipios” y acotó que “no hay registro provincial de cantidad de balnearios públicos y privados”.

Los tiempos van cambiando las costumbres y las reglamentaciones. Muchas veces es para bien, especialmente en temas de seguridad. Antes la piscina de un club o de una colonia, era supervisada por un cuidador de pileta, “bañero” se le decía y solo tenía el compromiso “moral” de saber nadar y poder resolver una emergencia, pero no había ningún otro requisito. Después fue obligación ser profesor de Educación Física, teniendo en cuenta que en la cátedra de Natación, los estudiantes de esta carrera deben rendir eficazmente los exámenes prácticos de nado en los cuatro estilos: crol, pecho, mariposa y espalda.

No hay ley ni regulación en Mendoza para la actividad de guardavidas. Foto: Daniel Caballero / Los Andes
No hay ley ni regulación en Mendoza para la actividad de guardavidas. Foto: Daniel Caballero / Los Andes

Ahora, desde hace unos años, es indispensable ser guardavidas matriculado y en Mendoza solo hay dos lugares donde se realiza el curso, que dura un año completo: La Universidad Juan Agustín Maza y el Instituto de Educación Física (IEF) 9-016. Las dos instituciones dan el certificado que tiene validez nacional.

La Maza detalla que el curso forma expertos en “salvamento acuático en diversos escenarios como natatorios, diques, ríos, lagos y mares”.

“Las prácticas son en el lugar. Estuvimos en Necochea 15 días haciendo las prácticas en mar”, explicó Nazarena Etem, quien es parte de la última promoción egresada de la Universidad y este es el primer año que trabaja.

Los cursos van de marzo a marzo, con un total de cursado de 850 horas, y allí los alumnos ven no solo las técnicas de natación y salvataje, sino también reciben conocimientos de anatomía, primeros auxilios, reanimación cardio pulmonar, ética y deontología y Derecho civil, penal y laboral.

¿Y quién controla?

Las municipalidades son las que habilitan y controlan las piscinas y playas en Mendoza. Cada comuna tiene sus maneras de trabajo, pero son similares en esencia.

“Somos muy exigentes. Conseguir la habilitación es complejo, pero todo lo que se pide es posible y va en favor de los usuarios y de los propios clubes que piden esas habilitaciones”, dijo el secretario de Gobierno de Junín, Ariel Ortiz.

Una obra civil acorde al lugar, un plan de contingencias de Defensa Civil, una habilitación de Bomberos y un control bromatológico, son algunos de los requisitos a cumplir. Además, se subrayó que “se pide que los guardavidas tengan la certificación correspondiente”, indicó el funcionario.

La Ley Nacional establece que los guardavidas deben estar inscriptos en el Registro Nacional Público de Guardavidas y que, año a año, cada uno debe validar su certificación, confirmando que se encuentra en condiciones físicas y mentales para ejercer su rol.

Guardavida de Luján Playa. Foto: Los Andes
Guardavida de Luján Playa. Foto: Los Andes

La Ley también establece que el guardavida debe tener una “jornada laboral diferencial (…) que no podrá exceder la de seis horas diarias cualquiera sea el ambiente acuático donde desempeñen su traba”, por lo que, en una jornada completa, cada pileta debería tener al menos dos guardavidas matriculados.

No hay detalles en la ley sobre qué superficie o cantidad de personas puede cuidar un guardavida. La mayoría de los natatorios tienen un guardavida y, en todo caso, alguien que lo asiste. En las playas de Potrerillos suele haber un mínimo de nueve guardavidas. Las colonias de vacaciones tienen, además de los profesores de Educación Física encargados de las actividades, un guardavidas que se encarga exclusivamente de la seguridad en las piscinas.

“Los guardavidas, mis compañeros de curso, no son profesores de Educación Física, necesariamente. Tuve compañeros que estudiaban Abogacía, por ejemplo, y que hacían el curso para guardavida para tener una actividad extra”, contó Nazarena Etem.

Claro, hay que tener en cuenta que la actividad de los guardavidas es en verano. La ley establece la temporada estival entre el 15 de noviembre y el 15 de abril, como máximo, aunque admite algún ajuste de acuerdo a las condiciones climáticas de cada año.

La ley también contempla que “los estados municipales, provinciales y nacional que requieran la contratación de guardavidas deberán instrumentar concurso público a los fines de cubrir las vacantes, conforme a la legislación vigente”, pero no está confirmado que esto siempre ocurra.

Además, se dispone que cuando el número de postulantes resulte insuficiente para cubrir las vacantes los empleadores deberán recurrir a la contratación de los trabajadores inscriptos en las bolsas de trabajo de los sindicatos en sus diferentes ámbitos territoriales, pero la realidad es que la necesidad se resuelve con profesores de educación física locales.

En números

• Un guardavida puede trabajar solo 6 horas diarias y el pago actual ronda los $7.000 la hora.

• En Mendoza el guardavida tiene cuatro especialidades: piscinas, ríos, diques y mar.

• Para especializarse en rescates en mar, los aspirantes realizan una práctica de 15 días en Necochea.

• En 2017 se redactó un proyecto de ley provincial, pero aún no fue aprobada.

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