Según el observatorio de argentinos por la educación, el acceso al jardín de infantes ha crecido en los últimos años, pero aún falta avanzar en sala de 4 y, especialmente, en sala de 3. En Argentina, la sala de 5 tiene una cobertura del 98,1%: se encuentra universalizada desde hace más de 14 años en tanto que la sala de 4 tiene una cobertura del 89,1%: ha crecido 33,4 puntos porcentuales desde 2006 (cuando era del 55,7%); y la sala de 3 tiene una cobertura del 42,3% (en 2006, la cifra era 27,2%).
En este sentido, Mendoza aparece entre las provincias del país con cobertura de sala de 4 de más de 98% habiendo pasado a este porcentaje con un marcado crecimiento ya que en 2006, fecha en que se tomó como referencia para el estudio, era de sólo 33%.
Estos datos surgen del informe “Acceso y oferta de jardines de infantes”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Melina Furman (UdeSA), Martín Nistal y Eugenia Orlicki. El informe analiza la evolución del acceso y la oferta de salas de 3, 4 y 5 años en los jardines de infantes incorporados a la enseñanza oficial, desde 2004 hasta 2020. La cobertura del jardín de infantes se mide observando qué porcentaje de los estudiantes de primer grado en 2020 han asistido previamente a las salas de 3, 4 y 5 años.
“Dada la importancia enorme que tiene la asistencia de los niños y niñas al nivel inicial, haber alcanzado y sostenido la universalización de la sala de 5 años y estar cerca de hacerlo en la sala de 4 es un dato sumamente alentador”, afirmó Melina Furman, coautora del informe.
Los motivos del crecimiento
Recordemos que en Argentina la sala de 5 es obligatoria desde 1993 y la sala de 4, desde 2014. Si bien la sala de 3 no es obligatoria, la Ley N° 27.045 de 2014 establece que los gobiernos deben garantizar su universalización (es decir, que haya acceso para toda la población que lo demande).
Adriana Rubio, directora de Educación Inicial de la provincia, comentó que desde 2016 (fecha en que inició la gestión) a la fecha han visto un marcado crecimiento de la sala de 4 años. “Asumimos la gestión y nos tocó este momento donde los papás toman conciencia de la importancia y obligatoriedad”, indicó la funcionaria.
Dijo que en aquel momento no fue fácil porque tenían que dar lugar casi 2000 niños que incorporaba la ley a la educación formal. “Es más que satisfactorio tener estos números. Ha sido un esfuerzo colectivo y aunque tenemos deuda pendiente con infraestructura, se están licitando salas. Estamos caminando con estos porcentajes que nos alientan”, añadió.
Rubio opinó que atender a la primera infancia es un instrumento esencial para el desarrollo integral y es el momento para poder potenciar las posibilidades de aprendizaje de los niños. Por otra parte, destacó que no es solo cobertura, sino que es un trabajo que incluye a supervisores, directivos y docentes para que también sea de calidad.
“Desde 2017 la provincia de Mendoza toma el programa ‘Queremos aprender’ de alfabetización inicial y realmente tuvo resultados muy buenos. Se notan las diferencias. Por ejemplo, cuando se hizo el censo de fluidez lectora, los niños que comenzaron a usar el libro Klofky, que es parte de un programa integral, motriz o congnitivo, tenían mejores logros. Siempre teniendo en cuenta las características de cada contexto”, recordó Rubio.
También dijo que en sala de 3, si bien es parte de la educación no formal, en Mendoza hay 320 jardines maternales que articulan con la DGE y esto marca una diferencia en la calidad de la trayectoria educativa y pedagógica. “La oferta educativa es excelente en los jardines. En ellos está el programa del desarrollo integral para aprender con salud para que tengan controles médicos y darle justicia educativa, que se logre la democratización de la educación. Les da otras llaves a estos pequeños que sus papas no tuvieron”, finalizó.
Niños de mayores ingresos
Continiando con el informe, si se analiza por nivel socioeconómico, en el quintil de menores ingresos, 90% de los niños de 4 y 5 años está matriculado en el jardín, mientras que la cifra asciende al 99% en el quintil de mayores ingresos (en 2004, las cifras eran 63% y 89%, respectivamente). En otras palabras, la cobertura de las salas obligatorias (4 y 5 años) se universalizó para los niños de mayores ingresos, pero no para los de hogares más pobres.
La oferta de secciones (salas) tuvo un fuerte crecimiento entre 2004 y 2020 en sala de 3 y 4, y en menor medida en sala de 5. En sala de 4, las secciones aumentaron un 90% (105,9% en el sector estatal y un 62,5% en el privado). En sala de 3, las secciones crecieron un 83% (93% en el sector estatal y 71% en el privado). Mientras que en sala de 5, que ya tenía altos niveles de cobertura, las secciones crecieron un 12% (6% en el sector estatal y 30% en el privado).
El 76% de los jardines de infantes son de gestión estatal, mientras que el 24% son de gestión privada. Sin embargo, la proporción de oferta estatal y privada varía según las salas: en sala de 5, el 72,2% de las secciones son gestión estatal, pero la cifra desciende al 69,7% en sala de 4 y al 56,6% en sala de 3.
Datos alentadores
De todas formas, el estudio también ahonda en las desiguadades entre provincias. Según explican, en 2020 la cobertura de sala de 5 se encuentra por encima del 95% en todas las provincias, con excepción de Buenos Aires (93,4%). Las provincias que más han aumentado su cobertura entre los años 2006 y 2020 son Santiago del Estero (de 81% a 97%), Catamarca (de 90% a 100%) y Formosa (de 94% a 100%).
Las diferencias de cobertura son más marcadas en sala de 4, donde hay 3 provincias con una cobertura menor al 80%: Salta (75,9%), Formosa (76,1%) y Neuquén (77,1%). Por otra parte, 10 provincias tienen una cobertura mayor al 95%: Catamarca, Córdoba, Chubut, La Pampa, La Rioja, Mendoza, San Juan, Santa Cruz, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
La provincia que más aumentó su cobertura de sala de 4 desde 2006 fue La Pampa (de 17% a 100%, es decir, un aumento de 83 puntos porcentuales), seguida de Misiones (de 13% a 88%), Catamarca (21% a 96%), San Juan (de 26% a 100%), Tucumán (de 15% a 86%), Mendoza (33% a 98%), Corrientes (de 24% a 87%) y Chaco (25% a 88%). Todas estas provincias tuvieron aumentos de más de 60 puntos porcentuales.
Entre 2004 y 2020 las provincias que más expandieron su oferta de salas de 5 fueron Tierra del Fuego (con un aumento del 42,6%), Santiago del Estero (34,4%), Santa Cruz (33,0%). En el mismo período, las provincias que más expandieron su oferta de salas de 4 fueron La Pampa (680%), Misiones (595%), Salta (526%), San Juan (383%), Catamarca (322%) y Chaco (314%).