La historia de la creación de Diario Los Andes y aquella actitud desafiante de sus fundadores son una oportuna postal para repensar los retos y contiendas que siempre tuvo que sortear Mendoza para convertirse en un faro con luz propia.
En medio de un contexto complejo, aquel fin de siglo XIX mostrará hechos y determinaciones que constantemente vuelven a la agenda pública provincial convirtiéndose en notas con una continua vigencia. Así, el desafío de ayer cobra actualidad, pues muchos de aquellos temas con los que tuvo que lidiar ese sector estatal y privado de Mendoza (con las lógicas particularidades del nuevo tiempo) vuelven a posarse en la escena pública.
Cómo resolvió aquel sector de emprendedores los conflictos y aprovechó las oportunidades, sigue siendo una buena enseñanza, pero sobre todo una referencial perspectiva de futuro. En el fondo, la historia siempre vuelve por sus fueros, ya que es imposible caminar hacia adelante sin saber desde dónde hemos partido.
Ideas y hacedores: resiliencia y desafío
Tal vez no todos sepan que el fundador de Los Andes, Adolfo Calle, fue testigo directo del devastador terremoto que azotó Mendoza en marzo de 1861. En esa calamidad murió su madre (Constancia García) y, según algunas crónicas, catastróficamente diez de sus once hermanos. Ese niño, Adolfo, tenía solo seis años. Su padre, Francisco Estanislao Calle, enfermo y deprimido, fallecerá a los pocos meses.
Así fue que ese pequeño, que había quedado solo, fundará Los Andes en 1883 con el contestatario objetivo de promover la candidatura a legislador de Rodolfo Zapata, en oposición al sector liderado, entre otros, por los Civit y Rufino Ortega.
Eran tiempos donde los diarios se convertían en tribunas políticas. Pero, vaya paradoja del destino, ese Rodolfo Zapata era hijo del genial convencional constituyente en 1853 por Mendoza, Martín Zapata, quien también había muerto -junto a otro hijo- en el mismo terremoto de 1861.
Desafíos de ayer y de mañana
Con el pretexto del 141º aniversario de Los Andes vale revisar brevemente algunos hechos históricos del tiempo fundacional del centenario diario. Será notoria la vigencia de esos temas. Volverá a depender de cómo se los resuelva contemporáneamente el cómo pararse ante el futuro.
He aquí una somera enumeración de la agenda y de algunos protagonistas de ese tiempo tratando la coyuntura de ayer que son irrefutablemente muchos de los desafíos de hoy y de mañana: educación, agua, vitivinicultura, ordenamiento territorial, salud, comunicaciones, turismo, petróleo y energía.
- En 1884 se sancionaba la Ley de Educación Nº 1.420, piedra angular de la educación argentina. Su vocero ante la Cámara de Diputados de la Nación y tenaz defensor de la ley fue un mendocino y futuro gobernador provincial, Emilio Civit. La educación como política de estado. Absoluta vigencia.
- En 1884 sobre la tarea de Manuel Bermejo se promulgaba la Ley de Agua en Mendoza, cuyos postulados serán plasmados posteriormente en la Constitución Provincial de 1916 (obra (obra y acción de Julián Barraquero). El cuidado y administración del agua como política de estado. Ayer y siempre.
- Carlos Fader (padre del pintor Fernando) impulsaba la Compañía Mendocina de Petróleo y también se convertía en el creador de la primera usina hidroeléctrica mendocina. Esa era la la agenda mendocina en 1885: la energía como política de estado.
Una digresión: para tomar dimensión diremos que el día del petróleo se conmemora el 13 de diciembre, en honor al hallazgo de un pozo petrolero en Comodoro Rivadavia en 1907 (veinte años después que en Mendoza). Paralelamente, la minería con antecedentes centenarios fue potenciada por San Martín como factor estratégico para la gesta libertadora.
- El ferrocarril llegaba a Mendoza en 1885 y ya se proyectaba su prolongación trasandina a Chile como una necesaria alternativa de salida de los productos cuyanos por el Océano Pacífico al mundo. La política internacional y sus vinculaciones económicas a través de la cordillera como política de Estado. (Hoy sería la puerta de ingreso a los mercados del sudeste asiático).
- En el campo del transporte urbano, Mendoza inaugurará la primera red de tranvías sobre rieles en 1885 y a los años tendrá, como en las grandes capitales del mundo, un sistema de tranvías eléctricos.
- En 1884 se crearon los departamentos de Santa Rosa y Rivadavia como una manera de potenciar el crecimiento demográfico ante la llegada de miles de inmigrantes. El ordenamiento territorial como política de estado.
- En 1883 se determinó que la calle principal de Mendoza debería llamarse General José de San Martín. El resguardo de la identidad y la historia como políticas supremas. Siempre.
- El Ingeniero Cipolletti construyó en 1880, contratado por el gobierno de Mendoza, el dique que lleva su nombre.
- El peruano Luis Lagomaggiore llegará a Mendoza en los primeros años de 1880 para convertirse en uno de los grandes sanitaristas de la provincia.
- El ferrocarril y la proximidad de la cordillera convirtieron a Mendoza en ese fin del siglo XIX, más el aprovechamiento de sus aguas termales y sus hoteles de alta montaña, en un polo turístico internacional.
*El autor es docente e historiador