Mendoza superó ayer una barrera dolorosa: los 1.000 muertos por coronavirus. Los datos oficiales también confirman, como se vislumbró apenas la pandemia empezó a cobrarse víctimas en el mundo, que golpea mucho más a los mayores de 60 años.
Con 10 de ayer, el informe del Ministerio de Salud provincial elevó la cifra total de fallecidos a 1.008. Se llegó a ese número cuando la curva de contagios desde hace un par de semanas comenzó a declinar notablemente (hubo 281 positivos ayer), aunque no así la de muertes.
La primera víctima fue reportada el 27 de marzo, apenas seis días después de detectarse el primer contagio. Tenía 81 años y varias de las enfermedades que aumentan los riesgos, además de la edad. Desde entonces, pasaron 232 días y los partes diarios oficiales mostraron una y otra vez casos similares.
La letalidad y la mortalidad en Mendoza están muy por debajo de las nacionales, según el último informe provincial que contabilizó casos y decesos registrados hasta el jueves último. La primera es del 1,94% de los contagiados. La segunda saltó a 518 muertes cada millón de habitantes (una semana antes era de 448 por millón). En el país, esas tasas son de 2,7% y de 773 por millón, respectivamente.
Entre las víctimas, las personas de 60 años en adelante representan una mayoría abrumadora. Suman el 84,9%. Pero su participación en la cantidad de positivos es inversamente proporcional: apenas 15,9%.
Por eso, en ese segmento etario la letalidad crece exponencialmente: de los 8.047 contagiados, 833 no pudieron superar la enfermedad y la tasa se eleva a 10,3%. Entre los menores de 60 años, la letalidad es ínfima: se registraron 149 muertes entre 42.657 positivos. O sea, el 0,35% solamente.
Los reportes oficiales ratifican que a mayor edad, mayor es el riesgo. Así, mientras los jóvenes de 15 a 29 años representan sólo 0,8% de los fallecidos por Covid-19, el 29,6% de las víctimas tenía de 70 a 79 años, aunque los primeros casi tripliquen en cantidad de contagiados a los segundos.
Esto se refleja también en las edades promedio: la de los contagiados es 42 años, la de los fallecidos es 72.
Las razones del riesgo
La médica inmunóloga Lucía Ruggieri explica que hay una combinación de factores que hace a los mayores de 60 más vulnerables: “Con el envejecimiento se produce lo que los inmunólogos llamamos inmunosenescencia, o sea el deterioro del sistema inmunológico, que provoca respuestas exageradas o no reguladas ante el virus”.
Como agravante se suman “las comorbilidades como el EPOC o la hipertensión arterial, que a su vez suelen conllevar la polifarmacia (utilización prolongada de varios medicamentos), más las secuelas de alguna enfermedad previa”, explicó la jefa de Inmunoreumatología y Alergia del Hospital Español. “Por eso es tan letal por encima de esa edad y se los considera grupo de riesgo”, subrayó.
La explicación de la médica coincide con la de su colega Oscar Sagás, subsecretario de Salud de la provincia: “La edad es un factor de riesgo en sí mismo y tal vez el principal, porque el sistema inmune reduce su eficacia a medida que avanza la vida”. Además, en las personas de más edad aumentan las probabilidades de que padezcan enfermedades crónicas que multiplican los riesgos.
La primera de ellas, según Sagás, es la diabetes, que produce una mala respuesta a infecciones. El impacto del Covid-19 es más grave cuando se trata de pacientes mal controlados.
La diabetes muchas veces está asociada a otros dos patologías muy susceptibles al virus: fallas cardíacas, en particular hipertensión, y obesidad. Estas son dos comorbilidades con alta incidencia entre los fallecidos.
En esa suerte de ranking de las razones por las que los mayores de 60 años son los más afectados, el médico incluyó las enfermedades oncológicas y neurológicas, además de EPOC e insuficiencia renal.
El funcionario explicó que, de acuerdo a lo registrado en la provincia, muchas veces los enfermos no fallecen por Covid-19 sino por complicaciones de las enfermedades de base que arrastraban desde hacía años.
Otro riesgo que se profundiza en los mayores son las secuelas: falla renal aguda, eventos trombóticos, irritación de las meninges, trastornos cognitivos y problemas respiratorios pueden prolongarse entre tres y seis meses más, o incluso hacerse crónicos.
“Los mayores de 60 desarrollan las patologías de forma moderada a grave, mientras los menores tienen pocos o ningún síntoma. Los mayores también son los que más requieren internación y terapia intensiva, y por lapsos más largos”, explicó Sagás.
Malas noticias Argentina, séptima en tasa de mortalidad
El jueves, la Argentina superó a Chile en cantidad de muertes por coronavirus cada millón de habitantes y quedó entre los tres países con tasas más altas de Latinoamérica, detrás de Perú (1.058 muertes por millón) y Brasil (774), según publicó el diario Clarín. Nuestro país tiene 773 fallecidos por cada millón de habitantes y es el séptimo con mayor tasa de mortalidad en el mundo, de acuerdo al detalle del sitio Worldometers, apenas por debajo de Brasil. Chile tiene 769 por millón.
En las últimas semanas, la Argentina viene registrando un aumento en este parámetro. Después de haber superado a Suecia (el 18 de octubre) y a Italia (el 22 de octubre), el lunes 2 de noviembre, la Argentina pasó al Reino Unido, dos días después dejó atrás a México y Ecuador, y el viernes pasado alcanzó un número de muertes por Covid-19 por millón de habitantes superior al de EEUU, uno de los países más cuestionados por su estrategia contra la pandemia.