Un niño de 8 años encontró restos paleontológicos en las inmediaciones del arroyo La Ballenera, Miramar. Tras el descubrimiento, sus padres dieron aviso al Museo de Ciencias Naturales que rescataron fósiles de 100 mil años de antigüedad.
Daniel Boh, director del museo de ciencias naturales de Miramar, dialogó con LU9 Radio Mar del Plata y explicó: “La zona que va desde Santa Clara hasta Monte Hermoso son acantilados con restos paleontológicos. Un nene de 8 años que le gustan los dinosaurios tuvo suerte porque se dio cuenta de que había una sucesión de huesos y los padres le avisaron al museo que había restos”.
Y agregó: “Es un sitio bastante lejano, hubo que hacer una logística para llegar al lugar, pero los restos ya están en el museo. Es un perezoso gigante y era de 3 metros de largo, en este caso se encontraron pocos huesos, lo raro es encontrar uno completo. Se cree que estos animales hacían grandes cuevas y tenían una vida subterránea”.
En este marco, Daniel Boh manifestó que “normalmente los animales que mueren a campo abierto son despedazados por carroñeros, pero cuando encontrás restos articulados, se debe a que el animal murió en una laguna, o en este caso, en una cueva”.
“En muchas ocasiones son pequeños restos, en la playa también se encuentran algunos erosionados. Igualmente hay que tener en cuenta que los animales prehistóricos son realmente atractivos. Los padres, atrás de ellos, fascinados con los que los chicos saben, miran folletos, documentales, así que vienen bastante informados”, concluyó.
CÓMO ENCONTRÓ EL NIÑO LOS RESTOS FÓSILES
Mientras caminaba por la arena, Bruno, oriundo de Miramar y fanático de los dinosaurios, detectó un objeto inusual incrustado en un barranco. Por lo tanto, se dejó llevar por su curiosidad y rápidamente identificó que eran restos de un animal.
Inmediatamente, el niño se ilusionó con la idea de que los restos fósiles correspondían a un ejemplar extinto. Acto seguido, sus padres, Bárbara Lugones y Álvaro González, se pusieron en contacto con el Museo de Ciencias Naturales. Tras una breve investigación, se llegó a la conclusión de que los restos fósiles son de un perezoso gigante que se llamaba “Scelidoterio”.