Miriam Lewin, la titular de la Defensoría del Público recordó al ex vicecomodoro de la Fuerza Aérea Argentina, Jorge Espina. Lo definió como el hombre que comandó el grupo de tareas que la secuestró y mantuvo en cautiverio durante dos meses. Al declarar en el juicio por lesa humanidad que continúa por los delitos cometidos en el centro clandestino de detención ilegal conocido como “Virrey Cevallos”.
La periodista y escritora, a través del abogado Pablo Llonto solicitó que el ex comandante sea acusado por “delitos sexuales”, sería en el marco de los abusos sufridos durante el lapso temporal en el que estuvo detenida de manera ilegítima en ese centro clandestino de detención.
Según informó Télam, Lewin destacó que, ”fue muy impresionante ver a Espina a pesar de que lo vi por Zoom. Cuando declaré en el Juzgado de (Daniel) Rafecas no lo conocí porque me mostraron una foto de uniforme. Pero esta vez no tuve dudas. Lo recuerdo como alguien de unos 40 años, que llevaba siempre el pelo engominado e iba bien vestido. Era el jefe del grupo de tareas que me secuestró”.
La representante de la Defensoría del Público brindó testimonio a través de los diferentes medios electrónicos ante el Tribunal Oral Federal Número 2 de Capital Federal, en el marco del debate de esta causa que tiene a Espina como principal acusado.
Se analizan los delitos de privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia o amenazas. En este proceso oral y público se encuentran en perjuicio diez víctimas, que estuvieron cautivas en el Centro Clandestino que funcionó en Virrey Cevallos 632, en el barrio porteño de Monserrat bajo la órbita del aparato de inteligencia de la Fuerza Aérea.
Lewin confirmó que Espina se diferenciaba del resto de los integrantes del grupo de tareas, que eran “gente muy joven y que se vestían como estudiantes para infiltrarse” entre los militantes que estaban “combatiendo”, según le afirmaron.
Lewin fue secuestrada en mayo de 1977, en el cruce de la avenidas Crovara y General Paz, -tenía 19 años- y trasladada a Virrey Cevallos, donde estuvo en condiciones de aislamiento.
Los represores la entregaron a personal de la Armada, que la condujeron a la ESMA, donde permaneció como prisionera hasta 1979 -dos años después de su captura-.
La escritora del libro “Putas y Guerrilleras -un trabajo que coescribió con la periodista Olga Wornat y que describe los abusos que los represores cometieron contra las prisioneras en los centros de detención- recordó que en medio de las sesiones de tortura, sus captores le preguntaban “con cuántos hombres te acostaste y cuántos abortos te hiciste”.
Afirmó que, ”Considero que por la desnudez a la que me sometieron durante la tortura, la observación a la que me sometieron, y los cometarios que hicieron sobre mi vida sexual, fui víctima de abuso y violencia sexual. Y por eso pedí que se acuse a Espina por este delito”.
El Centro Clandestino de Detención “Virrey Cevallos” funcionó, por lo menos, entre el 22 de febrero de 1977 y el 26 de marzo de 1978, en el predio ubicado en la manzana de las calles Virrey Cevallos, México, Chile y Presidente Luis Sáenz Peña.
En primera instancia operó bajo la órbita de la Jefatura II de Inteligencia, ésta dependía del Departamento Interior de la Fuerza Aérea Argentina.
A mediados de 1977, el lugar pasó a depender del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea -cuyo jefe era Espina-, quien “era parte de los hilos conductores a través de los que descendían las órdenes ilegales”, según consignó en la elevación a juicio de esta causa que formuló el fiscal federal Pablo Ouviña.