La moda circular favorece la reutilización y la sostenibilidad en la manera en que consumimos ropa. Las tradicionales ferias americanas, lugares para quienes tenían un presupuesto ajustado, han evolucionado hacia un enfoque ambientalmente consciente, convirtiéndose en puntos de venta para marcas de alta calidad.
En el mundo de la moda, cada vez se abraza con más entusiasmo la reutilización y el reciclaje de vestimenta. Esta tendencia, está arraigándose globalmente con un enfoque sostenible y ecológico, y en Argentina, se ve impulsada no solo por convicciones ambientales, sino también por la crisis económica.
Cada vez aparecen más ferias y locales en distintos puntos de Mendoza, que se dedican a vender ropa de segunda mano. Así como también, existen los emprendimientos que venden de manera online este tipo de indumentaria.
Los Andes hablo con Laila Fridman, diseñadora de indumentaria y dueña de Power Closet, un local de ropa de segunda mano ubicado en la ciudad de Mendoza. Ella definió a la moda circular como “una moda sustentable, una moda amigable a la ecología, amigable al bolsillo y amigable a todos los tipos de cuerpos”.
El enfoque de “second hand” busca distanciarse del modelo textil convencional, ahora desacreditado bajo el término peyorativo de fast-fashion. Este término señala la producción de artículos perjudiciales para el medio ambiente y promueve el uso desechable de prendas, todo en una escala excesiva que perpetúa un ciclo insostenible.
“Cada prenda elige a su dueño y no cada dueño a su prenda. Uno no puede ir y decir quiero este pero en negro o quiero esto, pero un talle más grande, entonces eso también es algo que me gusta mucho, que esta moda es un poco instintiva”, destacó la emprendedora.
Es en este contexto de crisis económica que, aproximadamente hace cinco años, han emergido propuestas de ferias, showrooms y plataformas online dedicadas a la venta de ropa y calzado de segunda mano.
Oportunidades y ahorro
El mayor atractivo de estas tiendas de segunda mano o vintage radica en su accesibilidad económica en tiempos de crisis. En términos de precios, permiten renovar el armario con descuentos que rondan entre un 50% y un 80% en comparación con las grandes tiendas de un shopping.
“La gente la elige porque es sustentable y no contamina al producirse. También por su costo, porque obviamente es mucho más barato comprar moda circular que comprar ropa nueva y otro poco porque cada prenda es única”.
En este tipo de ferias se trata de oportunidades únicas, no existe el pedir un talle más o consultar si está la prenda disponible en otro color. Se destaca la importancia de disponer de tiempo, paciencia y una dosis de buena suerte al explorar estos establecimientos.
Una nueva vida
La mayor cantidad de esta ropa proviene de Estados Unidos y de los países que cuentan con una industria textil tan amplia, que terminan descartando toneladas de vestimenta, que es bien recibida por los feriantes.
“Hay mucha ropa que viene de Estados Unidos, porque ellos tienen una ideología de descarte y una forma de tratar al medio ambiente que no es respetuosa. Literalmente hay prendas que ellos tiran y que llegan con la etiqueta puesta. Y además, nosotras tenemos proveedores a quienes les compramos y también coleccionamos camisetas de fútbol, así que también compramos y vendemos con otros coleccionistas”, explicó la dueña de Power Closet.
Aunque no sea una novedad, lo distintivo de estos comercios que surgen ahora es su curaduría; una selección meticulosa que prioriza la calidad y el estado impecable de las prendas, el calzado y los accesorios.
“Las prendas primero pasan por un proceso de curaduría, donde elegimos prendas que estén en nuestro estilo y que representen la imagen que queremos dar del local. Después las separamos por tipos de tela y colores, para luego ir a la lavandería. Finalmente se plancha y hay prendas que se arreglan o se intervienen para darles otra vida”.
Crédito Circular
Además, existen locales que reciben ropa por parte de los clientes, la cual es cotizada y luego se paga un determinado monto, dependiendo la cantidad de prendas. Mariana Canavesio, integrante de Litt Circular, contó a Los Andes como es este proceso de llegada de ropa: “Hoy trabajamos con nuestros usuarios que son clientes finales que nos traen la ropa y a partir de ahí hacemos un proceso de selección. Luego se manda una propuesta donde le consignamos un precio, depende la forma de pago que elija”, explicó.
“Tenemos dos formas de pago, una que es crédito circular y la otra que es transferencia. El crédito circular es un ‘voucher’ que se otorga con la ropa que vos llevas y para que puedas gastar en la tienda, entonces eso te permite hacer una renovación sustentable de tu guardarropa”, describió.
Mariana destacó una de las principales ventajas de esta tendencia: “La moda circular lo que te permite es encontrar prendas vintage, de otras temporadas o de otros estilos en un mismo lugar. Por ahí es más difícil en las marcas tradicionales poder encontrar prendas distintas o que vayan por otro estilo distinto al que está de moda actualmente”.
Una premisa fundamental de la moda circular es erradicar el ciclo de producción, consumo y descarte. La circularidad de las prendas es un fenómeno internacional que busca cambiar la narrativa del consumo desenfrenado hacia una práctica más consciente y responsable.