-¿Cómo se gestiona una empresa con más de 60 años de vida?
-Montemar tiene 64 años, somos una empresa que pone en valor su trayectoria, su experiencia, con el objetivo puesto más en perdurar que en sobresalir. Hoy podemos decir que somos una empresa que financia los sueños, los proyectos de las personas.
En este momento contamos con una estructura gerencial que combina la experiencia que dan los años con el empuje de la juventud. Por ejemplo, yo tengo 38 años; nuestro gerente Comercial tiene 39 así como también nuestro gerente de Operaciones, Administración y Finanzas. Por su parte, nuestro presidente y nuestro subgerente general son personas de 65 años, lo mismo que nuestro gerente de Sistemas.
-¿Cómo se aggiornaron para seguir vigentes en el mercado mendocino?
-Para estar al día hemos ido haciendo reconversiones importantes. Tenemos una pata digital muy fuerte y estamos en un proceso de mejora continua de nuestra versión Fintech. Hoy vendemos en forma digital préstamos personales, tarjetas de crédito, cajas de ahorro, y nuestros clientes pueden recibir toda la asistencia que necesitan por esa vía. Nuestro Home Banking de la marca Link es uno de los más modernos del país.
Podríamos decir que nuestra clave es lograr un balance entre innovación y tradición. De este modo, mantenemos vivas nuestras tradiciones, pero en un contexto de innovación permanente. Seguimos con la imagen tradicional de nuestra compañía, que refleja solidez, pero con productos absolutamente innovadores. Un ejemplo de esto son nuestros préstamos personales con tasa dinámica, que permiten que cada persona que llega a Montemar obtenga una tasa ajustada a su realidad y no un plan enlatado.
-¿Qué cambios trajo la pandemia a la empresa, cómo afrontaron estos desafíos junto a sus RRHH?
-Fue un desafío enorme, teniendo en cuenta que somos una entidad regulada y un servicio esencial, por lo cual no paramos nuestra operatoria en ningún momento. Y todo esto cuidando a nuestra gente y a nuestros clientes, manteniendo operativos a nuestros inversores que necesitaban mover su dinero, pagar servicios, tener asistencias crediticias y demás.
Gracias a Dios, teniendo una planta de más de 270 colaboradores no tuvimos que lamentar situaciones graves en ningún caso, lo cual nos pone muy satisfechos. Un factor clave fue la excepcional reacción de nuestro personal. Es destacable, memorable y emocionante como estuvieron a la altura de las circunstancias, ya que pese a todos los cuidados que tomamos, atender al público tenía sus riesgos. No podríamos haber superado esta situación sin ellos, y claramente una empresa con 64 años de trayectoria requiere de un equipo humano con una solidez que Montemar tiene y del cual se enorgullece.
Toda esta situación también nos dejó un aprendizaje, que no todo tiene que ser necesariamente presencial y que se puede trabajar de forma remota. Vamos a avanzar fuertemente con un proyecto en este sentido, porque necesitamos que nuestra gente, además de trabajar en un ambiente satisfactorio, tenga más tiempo con su familia y haciendo las actividades que más le gustan en su tiempo libre, con un mejor balance entre trabajo y vida privada.
-¿Qué novedades tiene Montemar de cara al año próximo para sus clientes?
-Para el 2022 lo más novedoso es el crédito 100% digital, es decir que nuestros clientes puedan asistirse en forma digital sin necesidad de ninguna firma papel ni ninguna interacción con nuestras sucursales. Esto nos abre las puertas de lugares donde no estamos presentes físicamente, y nos permitirá llegar a este mercado que nos interesa mucho y en el cual tenemos muchas expectativas puestas.
Es importante destacar que nuestros créditos en línea no son el típico crédito digital de pequeños montos y a corto plazo, sino que estamos ofreciendo las mismas operaciones que tenemos en nuestras sucursales. Hay límites de préstamos personales de hasta 5 millones de pesos en 36 meses, con tasas ajustadas a la realidad de cada cliente. Por eso los invitamos a ingresar a nuestra web y hacer la simulación de su préstamo, porque se van a sorprender.
-¿Cuál es su visión con respecto a temas como turismo, préstamos personales, consumo?
-En Mendoza el turismo es un factor clave para la economía, un valor muy importante que debemos recuperar y seguramente eso va a ocurrir. Somos un destino maravilloso y hay que seguir invirtiendo para que los turistas, cada vez que vengan, se encuentren con mejoras y se vayan sorprendidos.
Sin embargo, no podemos dejar de ver que estamos en un contexto difícil a nivel provincial y nacional; Argentina no crece hace 11 años y esto afecta a todos los sectores.
Cuando las personas tienen expectativas de que las cosas van a estar mejor, un trabajo estable y proyectos, es ahí cuando aparece una entidad como la nuestra, para financiar lo que la gente quiere hacer. En cambio, cuando estás en una economía donde esto no ocurre, hay incertidumbre, más dudas que certezas, la gente se retrae y lo mismo sucede con el consumo y el préstamo personal. Otro factor importante es la valoración que hace la gente sobre el peso, que en este momento no es visto como una reserva de valor por los argentinos.
Esto puede ser un círculo vicioso o virtuoso; lamentablemente hoy estamos en la parte viciosa del círculo.
-Como presidente del Consejo Empresario Mendocino ¿qué balance hace de los efectos de la pandemia en nuestra economía local?
-Ha sido y es gravísimo, ya que veníamos de una economía complicada, sin crecimiento, con inflación, a lo que se sumó la pandemia y la cuarentena “más larga del mundo”. Claramente los efectos son desastrosos; la destrucción de capital ha sido enorme. Una cosa es tener un parate y que la estructura de las empresas siga viva y se pueda recuperar, y otra que hayan quedado, como sucedió, gran cantidad de empresas en el camino.
Esto ha ocurrido en Mendoza y en el país. Vemos que post pandemia, en lugar de tener un repunte –como ha ocurrido en otras economías mundiales- tenemos una situación donde vuelve a crecer la inflación, el gobierno nacional aplica recetas muy antiguas que nunca funcionaron, como los controles de precios. Vemos una economía muy regulada y asfixiada impositivamente, que no permite a nuestros actores económicos progresar. Esperemos que esto se revierta.
-¿Cuáles cree que han sido los sectores más perjudicados, los que resultaron “beneficiados” y los que tendrán que reinventarse para subsistir?
-Los más perjudicados fueron claramente aquellos que tenían menos “espalda” al inicio de la cuarentena. Turismo, sobre todo, y gastronomía fueron tremendamente golpeados. Se han perdido muchos recursos en el camino.
Al hablar de “beneficiados” solo podría nombrar al comercio online, que salió al rescate de la población encerrada y nos mostró el camino a seguir a todos. Tenemos que avanzar y facilitar las cosas a nuestros clientes y que ellos decidan si quieren consumir online o en forma tradicional, y balancear ambos modelos de negocios. Ya no es uno u otro; necesariamente son los dos.
Todos debimos adaptarnos rápidamente a estos cambios y ahora tenemos que consolidarlos para que perduren el tiempo. Pero como todas las crisis, esta situación también nos deja muchas oportunidades para aprovechar y justamente nos vino a demostrar que el cambio es algo permanente y que no lo podemos ignorar.
-¿Cree que el gobierno ha estado a la altura de la situación para apuntalar a las Pymes, sobre todo, o faltaron medidas? ¿Cuáles?
-Los gobiernos nacional y provincial nos dieron un “mazazo” por un lado, y por otro sacaron medidas imprescindibles como los ATP, entre otras. El problema es que, en general, las medidas que se tomaron y se toman son de corto plazo.
Incluso Mendoza Activa es un buen plan, pero sirve solo para “poner el motor en marcha”. Recordemos que previo a la pandemia la economía mendocina no venía creciendo; todo lo contrario, viene de 10 años sin crecimiento donde se perdió empleo formal y registrado. Entonces, volviendo a la analogía del auto, lo que necesita “el motor de Mendoza” son cambios de fondo, políticas de mediano y largo plazo.
En este sentido, junto al arco productivo de la provincia, representado por la Mesa de Producción y Empleo, en conjunto con el CEM, hemos presentado una propuesta clara respecto de ingresos brutos y la creación de empleo. Lisa y llanamente, cambiar ingresos brutos por la creación de empleo formal y registrado, lo cual implica 11 mil nuevos puestos de trabajo en Mendoza en los próximos 4 años. Esto puede parecer poco, pero es muchísimo si se tiene en cuenta todo lo que se perdió en los últimos años. Y es una forma de devolver recursos al sector privado, que es quien debe generar crecimiento en la provincia.
El gobierno estuvo muy bien en defendernos y mantener las aperturas lo más posible dentro de un contexto muy difícil, está empezando con Mendoza Activa… pero necesitamos un cambio de criterio en materia económica. Recordemos que si son necesarios los subsidios es porque las condiciones de base de la economía no funcionan. Empecemos por cambiar esas condiciones de base, devolvamos recursos al sector privado y que esté obligado a crear empleo.
-¿Se trabaja en forma sinérgica con el gobierno, o falta más relación entre público y privado en Mendoza?
-Desde el arco productor mendocino, el sector privado y todas las instituciones que lo representan es la intención y el deseo trabajar en forma sinérgica. Este plan que hemos presentado en el Consejo Ambiental y Social, y los tres anteriores, son fundamentales para la economía local: reforma del empleo público, reforma de la evaluación de la inversión pública, una reforma muy fuerte de todo el proceso de trámites administrativos para la actividad económica y un proyecto para modificar ingresos brutos y que parte de ese pernicioso tributo se pague con la creación de empleo nuevo, formal y genuino.
Esperamos que los gobernantes tomen la posta y comiencen a considerar estos proyectos como propios, ya que todos tenemos el mismo interés: que Mendoza crezca y sea un ejemplo para el país.