Moscatel de Alejandría, el vino que elaboró el general San Martín en el Este mendocino

El trabajo de un investigador y gestor cultural de Junín, rescata los nueve meses que vivió el Padre de la Patria en su estancia de Los Barriales hace 200 años. El jueves, el Concejo Deliberante de Junín declaró patrimonio cultural a esta variedad de uva.

Moscatel de Alejandría, el vino que elaboró el general San Martín en el Este mendocino

“Hace 200 años, el General San Martín llegaba a este lugar del Este mendocino, a su estancia de Los Barriales para cumplir su sueño de vivir aquí y concretar sus proyectos de vivir como agricultor, elaborar sus propios vinos y desarrollar toda esta zona”, sintetiza Eduardo Guidolin, investigador, historiador y gestor cultural de Junín. Al final fueron solo 9 meses los que estuvo en su lugar soñado, su “Tebaida”, debido a que la incipiente Nación vivía momentos de fuertes disputas internas y sumido en una gran pena se marchó a Europa donde pasó sus últimos años siempre con la esperanza de volver a este lugar y en un clima de paz entre compatriotas.

Mediante un trabajo de investigación, Guidolin, rescata esos 9 meses del General en Los Barriales, un nombre que todavía se mantiene y es un distrito del departamento de Junín. Cabe señalar que la zona conocida como Los Barriales abarcaba los actuales departamentos de San Martín, Junín, Rivadavia y parte de Santa Rosa. Entre los sucesos más importantes, el gestor cultural destaca al Libertador como elaborador vino y señala que utilizó la variedad Moscatel de Alejandría, una uva blanca. “Me baso en la anécdota en la que Manuel de Olazábal encuentra a San Martín intercambiando etiquetas de dos botellas de vino, una era la de su vino y la otra la del producto elaborado en Málaga, España. Es un vino, característico de Málaga, que generalmente se servía después del almuerzo, como postre”, afirma Guidolin. Y resalta el manejo de las artes de la vitivinicultura, la poda, conducción y cuidado de las cepas que tenía el Libertador.

Guidolin presentó esta investigación al Departamento Ejecutivo municipal, que convirtió la iniciativa en un proyecto de declaración que fue aprobado este jueves por el Concejo Deliberante en sesión extraordinaria. De esta manera, se declaró de patrimonio Natural y Cultural la variedad Moscatel de Alejandría. Entre sus considerandos, se expresa la necesidad de poner en valor como símbolo identitario de Junín como patrimonio natural y cultural y destacar a San Martín como viticultor de estas tierras. Se resalta también el valor patrimonial enológico que significa este hecho para la región.

Desde el municipio, para esta vendimia piensan elaborar un vino con esta variedad en la bodega municipal, comenta Guidolin, que se desempeña en la Dirección de Cultura de Junín. Por otra parte, resalta que con esta uva empiezan a formarse los primeros parrales en la provincia. “Este concepto entra en vigencia en Mendoza con esta uva. Hoy es una característica provincial, en cualquier patio de una casa tradicional uno seguramente se encuentra con un parral, seguramente de uva moscatel, aunque rosada generalmente”, afirma Eduardo.

Además el trabajo de San Martín como viticultor, Guidolin cuenta con otra investigación centrada en el Molino de Los Barriales (Molino Orfila, Junín), el primer molino hidráulico de la región, y el trabajo del General para desarrollar toda esta zona. “Este es otro trabajo que próximamente lo presentaremos”, confía el gestor cultural. Y sigue: “básicamente la idea es poner en valor estas decisiones del eterno Libertador que hará pública en 1814 su intención de convertirse en agricultor y que eligió esta tierra, y en este lugar de Mendoza fue vititcultor”.

El Departamento General de Irrigación, en su web destaca también la labor del General San Martín. Informa que hace 200 años a comienzos del siglo XIX la agricultura provincial se centraba en el cultivo de viñedos y frutales, que se comercializaban junto a sus derivados como vinos, vinagres, aguardientes y frutas secas. “En tiempos de preparación del Ejército de los Andes que cruzaría la Cordillera de los Andes para libertar a Chile, también se cultivaron cereales como el maíz, la cebada y el trigo. Como forrajera se cultivó la alfalfa para alimentar el ganado vacuno y caballar destinado al Ejército”, señala el informe. Y agrega: “el General Don José de San Martín dio un apreciable fomento a la actividad agrícola, buscando remediar un problema clave que impedía su desarrollo: la escasez de agua. Como gobernador cuyano relevó las condiciones del sistema de irrigación de la época colonial para mejorarlo y extenderlo”.

Sobre la estancia de Los Barriales, Guidolin cuenta que efectivamente se trataba de una vasta zona que comprendía a prácticamente todos los departamentos del Este, a excepción de La Paz. El Gobernador Pedro Molina, en 1823 cambia la denominación de Los Barriales y la designa con el nombre de Villa Nueva de San Martín. En 1916, el gobernador Toribio de Luzuriaga ya había dispuesto la creación de la Villa de San Martín, como homenaje al jefe del Ejército de los Andes. La Villa Nueva de San Martín abarcaba los actuales departamentos de San Martín, Junín, Rivadavia y Santa Rosa hasta que en 1859 se establecieron los límites definitivos entre San Martín y Junín. En 1884 se creó el departamento de Rivadavia y en 1885, Santa Rosa.

Pero hace 200 años, este sector se lo conocía como Los Barriales. “El 4 de febrero de 1823, el General San Martín volvió a Mendoza para cumplir su sueño de vivir en el Este mendocino”, cuenta el historiador Gustavo Capone. Y continúa: “Llegará a la provincia procedente de Chile, descansará esa noche en la casa de José Ruiz Huidobro y, para la mañana siguiente, bien temprano, acompañado de Manuel de Olazábal se trasladará a la estancia de Los Barriales”.

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