La Cámara de Apelaciones ordenó que se vuelva a tratar la situación procesal de Hugo Martín Rodríguez (44), el hombre acusado de dar muerte a un policía y a un agente municipal de Godoy Cruz, en un siniestro vial en mayo pasado, cuando estaba bajo los efectos del alcohol.
Ayer, los jueces Belén Salido, David Mangiafico y Luis Correa Llano declararon la nulidad de la audiencia en la que la jueza penal Alejandra Mauricio, del Juzgado Penal Colegiado 1 había ordenado la prisión preventiva y negado la modalidad de prisión domiciliaria que había solicitado el defensor del acusado, el abogado Pablo Cazabán.
El tribunal, además, ordenó aparta del caso a la jueza Mauricio por lo que otro magistrado deberá realizar una nueva audiencia donde se volverá a debatir si se dicta la prisión preventiva nuevamente y en qué modalidad y también la calificación del hecho.
Rodríguez está imputado por homicidio simple con dolo eventual, en tanto que Cazabán había solicitado en la audiencia de preventiva la calificación de homicidio culposo agravado, delito que tiene penas de 3 a 6 años de prisión.
Los jueces tuvieron en cuenta los planteos de la defensa que había solicitado el apartamiento de Mauricio por “la falta de fundamentación del fallo y la omisión de respuesta a varios de los planteos realizados por su parte en la audiencia de prisión preventiva”.
En tanto que dejaron de lado la posición del Ministerio Público Fiscal, representado por los fiscales Fernando Giunta y Darío Tagua, jefe de Fiscalía de Tránsito, quienes defendieron la posición de la jueza de garantías. La misma postura asumieron las querellas particulares –Andrés Ramos, por la familia del agente de Tránsito del Godoy Cruz Santiago David Velázquez Guevara (23) y Susana Soletti por la familia del oficial principal de la Policía de Mendoza Leonardo Alarcón Quiroga (35).
Cazabán había solicitado la intervención de la Cámara Apelaciones porque no estaba de acuerdo con varios puntos que volverán a tratarse. Entre ellos, si se trató de un caso doloso o culposo; si el imputado frenó antes de chocar; si el impacto fue en el asfalto o en la banquina; si el lugar estaba iluminado u oscuro; la graduación alcohólica de imputado, ya que realizaron dos pruebas de alcoholemia (ambas positivas), y si el conductor estaba en estado de somnolencia.
La versión oficial del caso
Para el Ministerio Público Fiscal el siniestro fatal se produjo de la siguiente forma: el viernes 3 de mayo pasado, a las 23.38, el conductor circulaba a alta velocidad por el Acceso Sur en sentido Sur a Norte, a bordo de una Ford Ecosport, con un nivel de alcoholemia de 2,68 gramos por litro de sangre. A unos 150 metros aproximados de la llegada al cruce con calle Sarmiento, de Godoy Cruz, había un control policial “debidamente señalizado”, ya que en el lugar se había producido un accidente de tránsito minutos antes.
El conductor, sin embargo, continuó la marcha impactando con la parte posterior al móvil policial 3.587, y luego embistiendo al oficial principal Leonardo Alarcón Quiroga (35), dejándolo tendido en el piso, gravemente herido.
Pero el vehículo no se detuvo ahí, sino que atropelló al agente de Tránsito de Godoy Cruz, Santiago David Velázquez Guevara (23), quien se encontraba en una moto municipal.
El fallecimiento del municipal fue constatado en el lugar por personal del Servicio de Emergencias Coordinados, en tanto que el policía falleció en el hospital Central el sábado 4, a las 6.40, según se informó desde el centro asistencial.
El conductor fue detenido y quedó a disposición de la Fiscalía de Tránsito, que al día siguiente lo imputó por el delito de “homicidio simple con dolo eventual (dos hechos) en concurso real”, calificación que tiene penas que van de los 8 a los 50 años de prisión, aunque luego se estableció “en concurso ideal”, lo que baja la pena a 10 años.
