El pasado viernes 7 de octubre falleció Pocha, una de las elefantas que había sido trasladada desde el ex zoológico de Mendoza a una reserva en Brasil. Esta tarde, la organización Global Sanctuary for Elephants emitió un comunicado en el que informó la causa de su deceso. Pocha, tenía sus órganos internos comprometidos de manera crónica y la causa oficial de su muerte fue “una enfermedad severa y crónica de los riñones asociada con una inflamación granulomatosa, en respuesta a mycobacterias”. Esto quiere decir que el animal había contraído una “infección por la mycobacterium tuberculosis, la cual se mostró, durante la necropsia, de una matera atípica”.
El comunicado explica que “por lo general, la mycobacterium tuberculosis es una enfermedad pulmonar que puede extenderse a otras áreas de su cuerpo. Sin embargo, no había indicios de infección en los pulmones de Pocha, solo en su cavidad abdominal”.
Y agrega: “El equipo de patología cree que la micobacteria entró en su cavidad abdominal a través de úlceras significativas que existían en la pared de su estómago. Esta infección causó daños extensos en toda su cavidad abdominal, incluidos el bazo, el estómago, los intestinos, el hígado y los ganglios linfáticos. Su cavidad torácica se presentó como ‘normal’”.
Pocha habría estado enferma ya en Mendoza
Los especialistas del Santuario aseguraron que esta enfermedad es común entre los elefantes cautivos de América del Norte, Europa y Asia, pero que es muy extraña en Sudamérica, ya que en este continente, debido al clima más cálido, los elefantes no necesitan quedarse en lugares con poca circulación de aire por períodos largos de tiempo, situación que favorece el desarrollo de la mycobacteria.
Y en este punto advirtieron: “La vivienda de concreto donde vivían Pocha y Guillermina tenía muy poca circulación de aire, luz natural limitada y permanecía húmeda”. Todo esto “puede abrir la puerta a varios agentes infecciosos”.
El informe también dice que los elefantes no son portadores de ningún tipo de mycobacteria y que la infección se contrae de fuentes externas. En el caso de la mycobacterium tuberculosis se transmite generalmente de las personas a los elefantes.
Cuando las elefantas fueron trasladadas fueron testeadas antes de su traslado por mycobacterium, pero se las examinó para una cepa diferente. Se cree que por la extensión y cómo la afectó la enfermedad, Pocha habría comenzado con este proceso varios años atrás.
La situación de Guille, Kenia y Tamy
Al haber vivido en el mismo lugar que Pocha, Guille y Tamy también tienen potencial riesgo de enfermedad. Debido a esto, desde la Organización aseguraron ya la están realizando test adicionales a Guille y que, a medida que el Ecoparque de Mendoza avance con el entrenamiento de Tamy, él también será examinado.
A su vez advirtieron que “debido al clima y al diseño de las instalaciones de Elephant Sanctuary Brazil, existe un riesgo, aunque mínimo, de que la infección se transmita a otros. Actualmente estamos trabajando para traer métodos de prueba adicionales y más precisos desde fuera de Brasil para monitorear aún más la salud de los elefantes del santuario”. Con respecto a Pocha, “debido a que la enfermedad no existía en su sistema pulmonar, probablemente no podría transmitir la enfermedad a otros a través de la respiración.”.
Con respecto a la situación y el estado actual de Kenia informaron: “Debido a la distancia física en el Ecoparque Mendoza entre los elefantes asiáticos y Kenia, su elefanta africana solitaria, existe un riesgo mínimo de que la enfermedad se haya transmitido de Pocha a Kenia. Sin embargo, Kenia también recibirá pruebas adicionales para monitorear su estado de salud. A partir de ahora, su análisis de sangre de referencia no muestra ningún problema actual, aunque es posible que estando infectada tenga parámetros sanguíneos normales. Sin embargo, debido a las diferencias entre los diseños de las instalaciones del recinto de Pocha y Guillermina y el de Kenia, es menos probable que la enfermedad se albergue dentro del recinto interior de Kenia”.
La dura advertencia sobre la vida en cautiverio de los elefantes
“El Ecoparque Mendoza y Elephant Sanctuary Brasil están comprometidos con la salud de los elefantes y con los equipos de cuidado de elefantes. Actualmente, ambas instalaciones están realizando pruebas y protocolos operativos para continuar garantizando la seguridad de todos los involucrados” afirma el escrito.
Y luego, advierte sobre las consecuencias que sufren los animales debido a su vida en cautiverio.
“La vida en cautiverio que soportan los elefantes antes de llegar al santuario causa daños irreparables a sus cuerpos. Si bien puede haber casos en los que podamos retrasar la progresión de la enfermedad, como intentamos hacer con los pies de Lady, hay algunas cosas que simplemente no podemos solucionar. A medida que los elefantes envejecen, su sistema inmunológico a menudo se debilita y se vuelven más susceptibles a las enfermedades” sentencia el comunicado.
Y concluye: “La enfermedad y muerte prematura de Pocha es un ejemplo de por qué existe el santuario: porque una vida en cautiverio insalubre no es adecuada para los elefantes; tenemos que hacerlo mejor por ellos. No podemos seguir negando lo que nos muestran una y otra vez”.