“Había una vez en mi barrio” se denomina la muestra fotográfica y colección de cuentos escritos e ilustrados por niñas, niños y adolescentes de los barrios populares de Mendoza que fue organizada por la organización “Generando Puentes” y que tiene lugar en la Nave Universitaria, hall del entrada, en el predio de la Nave Cultural.
Esta iniciativa se da en el marco del Proyecto de Educación y Taller de Arte del área educativa de “Generando Puentes”. Los dibujos son reales.
Con fotogafías muy significativas de los niños de los distintos barrios y en diversas situaciones tomadas por Damián Rojas, la muestra tiene el fin de visibilizar la loable labor de esta organización que trabaja en pos de los niños en vulnerabilidad dictando talleres, promoviendo juegos y organizando apoyo escolar y promoviendo el deporte, entre otras actividades.
Además, tiene por objetivo comercializar dibujos y cuentos de los propios niños gracias a la colaboración del área de Niñez que posibilitó las impresiones. Los interesados en colaborar comprando libros pueden contactarse al 2625643394. Preventa al alias gp.educacion. El valor de un libro es de 600 pesos y los cuatro, 2000 pesos. Todo lo recaudado es para sostener esta fundación hecha a pulmón.
“Nuestro trabajo muchas veces no se ve, por eso quisimos mostrar esta labor de hormigas que nos dio grandes resultados. La muestra seguirá hasta el 16 de este mes y pensamos pronto traer a los verdaderos protagonistas”, dijo Yesica Maza Méndez, una de las organizadoras, para recalcar que se focaliza en Unidos por una Esperanza, de Rodeo del Medio; El Vertedero y Castro, ambos de Guaymallén y Nuestra Familia Unida, de Las Heras.
“Fueron dos años y medio de muchísimo trabajo y acá está el resultado, en esta hermosa muestra que compartimos con todos los que nos ayudan y con toda la comunidad en general”, amplió.
“Generando Puentes” tiene una historia muy particular: una de sus fundadoras es Wenlesdy Cordero, una joven venezolana que se involucró de pies a cabeza con la gente necesitada de Mendoza, en especial los niños.
Se unió a otros dos voluntarios y crearon una ONG maravillosa y que tomó un rumbo impensado.
“Nos dimos cuenta de que en los barrios populares, lo que hacía falta era un empujoncito hacia la organización barrial o de articular, ver como estaban aislados ellos de las empresas y las empresas aislados de sus necesidades, la idea fue conectar, ayudar, estar”, había señalado Wenlesdy a Los Andes en una anterior entrevista.