Mujeres líderes del país consideran que la antesala de una nueva normalidad, a partir de los cambios que generó la pandemia de Sars Cov-2, es una oportunidad única para propiciar la equidad de género al interior de las organizaciones y desde allí al resto de la sociedad. Según señalan, implica reconstruir creativamente la economía argentina lidiando con las desigualdades previas y buscando equiparar oportunidades.
Ellas ocupan puestos de decisión y buscan aprovecharlo. No sólo esto sino que además, con esta intención, han conformado una red en la que ya son más de 200 y aspiran a sumar más voluntades.
Se trata de Agenda por la Igualdad, en la que van tras 3 objetivos y 12 propuestas concretas con las que se comprometen en pos de mayor igualdad de género.
“La nueva normalidad tiene que partir de lo que nos une y no de lo que nos separa”, remarcó Marlise Jozami, de la organización Foro del Sur, una de las participantes.
“Hay una firme decisión de avanzar en una agenda de igualdad pero que eso implique también inclusión, hay conciencia de esto y de la necesidad de que sea con una base de empatía”, agregó.
Julia Pomares, referente del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) señaló que las brechas de género están aumentando. “Creemos que es una gran oportunidad para promover la igualdad de género en esta nueva normalidad después de la pandemia”, subrayó.
En este sentido mencionó que hay tres ejes fundamentales en los que creen que se debe trabajar. Por un lado, promover el trabajo formal, por otro la redistribución más equitativa del trabajo no remunerado de las mujeres asociado a lo doméstico y las tareas de cuidado. En este sentido señaló que hay que rever el régimen de licencias. “Argentina es el país que tiene la licencia más corta en América Latina para varones (por nacimiento)”, apuntó.
Una tercera arista tiene que ver con promover la participación de las mujer en la opinión pública. Destacó que hay propuestas que requieren acción política pero otras que se puede decidir implementar en las propias organizaciones y que se necesita trabajar entre los diferentes estamentos.
Impacto
Se trata de mujeres con responsabilidad en empresas, sindicatos, asociaciones empresariales, instituciones de la sociedad civil y educativas de todo el país.
“Nos une el compromiso de impulsar una agenda de igualdad de género dentro de nuestras organizaciones y colaborar con las autoridades para diseñar e implementar políticas públicas que disminuyan la brecha de género en el mercado laboral”, anuncian.
“Queremos impulsar acciones de impacto en la economía real y promover un profundo cambio cultural en nuestra sociedad”, resaltan.
Maria Inés Costilla del Sindicato de Comercio remarcó: “las mujeres participamos menos de la economía, con más informalidad y desocupación y con menos ingresos”.
En este sentido Gala Díaz Langou, también de Cippec, hizo una aclaración: “la brecha salarial obedece a otras inequidades que están asociadas a acceso entre otras cosas, por eso ajustarlas tendrá impacto en la primera”.
Propuestas
Las propuestas se nutren de las investigaciones y del trabajo que llevan adelante las organizaciones que vienen impulsando la autonomía económica de las mujeres. Además de apuntar a la implementación en organizaciones buscan impulsar medidas políticas en este sentido. A continuación un resumen de lo que está más desarrollado en su página.
Objetivo 1: Promover la contratación de mujeres en empleos formales del sector privado y fomentar una mejor participación de las mujeres en sectores tradicionalmente masculinizados, incluyendo empresas lideradas por mujeres.
1) Fomentar procesos organizacionales libres de sesgos de género.
2) Potenciar los mecanismos para la formalización de las trabajadoras en todos los sectores de la economía, especialmente de las trabajadoras de casas particulares.
3) Implementar incentivos fiscales para la contratación de mujeres.
4) Favorecer el crecimiento de los emprendimientos liderados por mujeres y de empresas cuyos directorios son paritarios mediante, entre otros el acceso al crédito, a nuevos mercados y un esquema preferencial en las compras públicas.
5) Transversalizar la perspectiva de género en las becas a estudiantes en situación de vulnerabilidad de ingresos, promoviendo su participación en espacios no tradicionales y brindando servicios que faciliten con corresponsabilidad la conciliación del cuidado con el sostenimiento de las trayectorias educativas.
6) Remover las barreras legales para la participación de mujeres en determinados sectores.
7) Permear la perspectiva de género en los sistemas de información en los sectores público y privado para hacer visible la participación de las mujeres.
Objetivo 2: Redistribuir el trabajo de cuidados no remunerado.
8) Establecer un régimen de licencias para el cuidado de hijas e hijos basados en los principios de universalidad, adaptabilidad y coparentalidad.
9) Ampliar la cobertura de los espacios de crianza, enseñanza y cuidado de calidad para la primera infancia y de los servicios dirigidos al cuidado de las personas mayores y de las personas con discapacidad con dependencia.
Objetivo 3: Romper estereotipos, fomentar y visibilizar la participación de las mujeres en la discusión y la toma de decisiones.
10) Acelerar el cambio cultural promoviendo una comunicación con perspectiva de género y transversalizando la perspectiva de género en la educación (Educación Sexual Integral).
11) Fomentar la participación de mujeres en las mesas de diálogo.
12) Incentivar la adopción de garantías de equidad en los directorios de las empresas privadas y de propiedad estatal, en las asociaciones colegiadas de distinto tipo y consejos del sector privado y sindical.
La crisis afecta más a las mujeres
Las crisis en Argentina tienden a afectar más a las mujeres y la que generó la pandemia de Covid-19 no es una excepción, explican las mujeres de Agenda por la Igualdad.
En su página señalan que la crisis actual recrudeció un problema estructural del mercado de trabajo: las mujeres participan menos de la economía y, cuando lo hacen, enfrentan barreras en toda su trayectoria laboral. Estas desigualdades de género no ocurren en el vacío: interactúan con la desigualdad socioeconómica, pero también con otras (como el estatus migratorio, la ubicación geográfica, o el origen étnico). Gran parte de esto se debe a la tensión entre los cuidados no remunerados dentro del hogar y la necesidad de generar ingresos. Por otra parte, las mujeres suelen no formar parte de los ámbitos de decisión donde se definen los cursos de acción.
Consideran, entre otras cosas, que una mayor participación laboral de las mujeres tendría un impacto positivo en el crecimiento económico.
Estas 200 mujeres convocan a personas de todo el país a acompañar este compromiso público. Por ello, en su sitio de Agenda por la Igualdad puede adherirse y comenzar a formar parte de la iniciativa: https://www.agendaxlaigualdad.net/