Nació en Santa Cruz el primer pichón de en cuatro años. Ocurrió en una colonia de la especie endémica de Santa Cruz en peligro crítico de extinción en la meseta del Lago Buenos Aires.
“Por mensaje satelital nos llegó el mensaje que más esperábamos: ¡Nació el primer pichón de macá tobiano!”, compartió anoche en sus historias de Instagram Ambiente Sur, un posteo del Programa Patagonia que integra con Aves Argentinas y el Gobierno provincial para la conservación de la especie.
“Pasaron cuatro años desde la última vez que el macá tobiano se reprodujo exitosamente y crió pichones”, amplió en el posteo el Programa Patagonia.
“Hace tres semanas detectamos una colonia con 8 nidos de macá tobiano en la meseta del Lago Buenos Aires e instalamos un campamento para protegerlo”, señalaron en el informe. Programa Patagonia añadió que “en la misma meseta, además estamos protegiendo a otra colonia, que inició la puesta unos días más tarde”.
“Esperamos que en los próximos días allí también empiecen a nacer los pichones”, agregó. El Gobierno de Santa Cruz compartió la noticia a través de un informe de la Secretaría de Estado de Ambiente y precisó que el nacimiento ocurrió “en la laguna 15″, informó Télam.
El informe oficial añadió que “todos los veranos el equipo del Proyecto macá tobiano, conformado por las ONGs Aves Argentinas y Ambiente Sur, con el apoyo del gobierno provincial, se despliega por las mesetas de Santa Cruz para proteger a esta especie endémica de la Patagonia, que se encuentra en peligro crítico de extinción”.
“Si bien el equipo logró contener gran parte de las amenazas, las últimas campañas no habían sido las más auspiciosas: los cada vez más fuertes vientos y la falta de crecimiento de la vinagrilla (la única planta acuática de las lagunas) hicieron imposible que los macaes construyeran sus nidos”, señalaron.
“Este verano, así como desde 2010, el equipo de técnicos y técnicas que conforma el Proyecto Macá Tobiano y el Programa Patagonia subieron a las mesetas, para instalar campamento en las lagunas reproductivas del macá tobiano”, agregó.
Al mismo tiempo, explicó que “encontrar las lagunas que el macá elige para reproducirse cada año no es tarea fácil: solo en la meseta del Strobel hay más de mil lagunas para buscarlos”.
“Para mediados de diciembre, el equipo ya está completamente instalado en las mesetas, con tres campamentos de Guardianes de Colonia o guardianadas, como les gusta decir a ellos, armados a orillas de las lagunas más propicias para la reproducción de este año”, detalló.
El informe agregó que “desde los campamentos, los Guardianes de Colonia recorren y monitorean unas 30 lagunas y envían mensajes casi telegráficos a la Estación Biológica Juan Mazar Barnett - base de operaciones logísticas del programa-, con las novedades”.