El 2020 no ha sido un año fácil. Probablemente nadie tenga el tupé de agregarlo a su listado de años memorables, inolvidables; ni mucho menos como “el mejor año de nuestras vidas”. Teniendo en cuenta esta realidad, es una buena noticia que -al menos en el calendario- el 2020 esté llegando a su fin. Y, como cada año, diciembre viene con una oleada de espíritu navideño y solidaridad.
El detalle es que, para aquellos que destinan su día a día (los 365 de cada año) a la solidaridad y ayudar a los demás; diciembre también es especial para un agregado a su constante labor de ayudar.
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Probablemente las iniciativas sean infinitas y no todas cuenten con la posibilidad de tener difusión. Pero entre ellas, hay dos más que interesantes. Por un lado, Patricia -la mujer que en plena pandemia cumplió el sueño de abrir su propio merendero para ayudar a niños vulnerables de Puente de Hierro (Guaymallén)- se entusiasma con la posibilidad de que el 22 de diciembre; al momento de entregar la merienda a los más de 140 niños que la reciben todos los días, pueda darles -además- un juguete o una bolsa de golosinas. Y por el otro, un grupo de voluntarios y voluntarias solidarias que también se entusiasman con que casi 80 niños de dos comedores de Maipú tengan su propio juguete y regalo. Y, al mismo tiempo, una quincena de emprendedores locales puedan vender sus creaciones.
Estas son solo dos de las infinitas historias de solidaridad en tiempos de Navidad.
Un plato de comida y un juguete
Patricia Evangelista es una vecina emblemática de la zona de Puente de Hierro. En los barrios Grilli (Norte y Sur), su presencia nunca pasa desapercibida; así como tampoco sus acciones. Siempre colaboró con uno de los comedores de la zona, hasta que a mediados de octubre -y en el momento más crítico de la pandemia- pudo cumplir su (particular) sueño: abrir su propio merendero en su casa, al que bautizó como Granito de Fe. “El otro comedor sigue funcionando, pero no alcanza. Y como la gente me conoce, cuando iban al comedor y lo encontraban cerrado; venían directamente a mi casa a preguntarme si tenía algo de comer. Entonces decidí abrir mi merendero”, relató la mujer a Los Andes.
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Actualmente les da merienda todas las tardes a más de 140 niños en situación de vulnerabilidad de la zona; y también a sus padres. Pero para el martes 22 de diciembre, Patricia sueña con poder contar con un agregado a las raciones que entregue ese día. “La idea es que el 22, a cada chico que vaya, podamos darles una merienda especial con un juguetito y una bolsita de golosinas. Lo ideal sería poder darles un choripan, con una taza de jugo o gaseosa (porque hace mucho calor para té). Y que a partir de las 19 puedan venir con sus padres y tener un regalo de Navidad”, destacó la mujer, con su enorme espíritu solidario y su humildad características.
En ese sentido, Patricia destacó que están trabajando con otros voluntarios en la recolección de mercadería y juguetes en buen estado, que puedan ser donados para que todos los niños y adolescentes de esos barrios de Puente de Hierro puedan tener una “Feliz Navidad”. Quienes deseen colaborar con donaciones, pueden contactarse con Patricia al celular 2612434130 (llamadas y WhatsApp).
Navidad 2.0
Un grupo de jóvenes voluntarios de Maipú también ha comenzado a moverse para, al igual que al Señor Scrooge cuando lo visitan los Fantasmas de las Navidades en el cuento de Charles Dickens (aunque sin haber tenido previamente un perfil avaro); poder aportar su granito y hacer felices a otros niños vulnerables. Navidad 2.0 es el nombre de esta iniciativa con la que pretenden que los mendocinos, improvisando un traje simbólico de Papá Noel, puedan obsequiarle a casi 80 niños y niñas de los comedores Por una Sonrisa más y Bombal.
“Le pusimos Navidad 2.0 porque ronda principalmente en lo que tiene que ver con la virtualidad; y tiene dos fines bien claros, ya que con la compra de un solo regalo, generamos dos sonrisas. Por un lado, se le compra a un artesano o emprendedor local, y por el otro, el regalo va a hacer feliz a algunos de los niños”, destacó Giuliana Díaz, una de las voluntarias que está trabajando en el proyecto.
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Son, en total, 15 los emprendedores con quienes está trabajando este grupo de voluntarios solidarios. Entre ellos hay artesanos y comercios locales, que producen juguetes y juegos de madera, peluches, pinturas y ropa; entre otras cosas. “La dinámica es todo a través de WhatsApp y el trabajo con las redes sociales. A la gente que está dispuesta a participar se le envía un mensaje con la explicación y los links de los emprendedores con que estamos organizando la iniciativa. Entonces cada persona tiene que comprar el regalo y pagarlo por Mercado Pago o haciendo una transferencia y, una vez que elige el regalo -con lo que ve en el enlace-; le envía el link al comerciante con el comprobante de pago. Desde ahí, nosotros -como organizadores, nos encargamos de buscar y distribuir los regalos”, indicó Giuliana, quien destacó que al manejarse en la virtualidad, los obsequios pueden comprarse hasta el mismísimo 24 de diciembre.
Los regalos serán llevados a ambos comedores, y serán los encargados de ellos quienes se encarguen de hacer la entrega a los chicos. “Quisimos que el rubro sea más amplio, y lo bueno es que todos precios muy accesibles”, contó Giuliana.
Quienes quieran contribuir con regalos para los niños de los comedores Por una Sonrisa más y Bombal -y además deseen recibir el mensaje informativo con el listado de emprendedores a quienes puedan comprarle los obsequios- pueden escribir un WhatsApp a los teléfonos 2616562242 (Giuly), 2616800244 (Mariana) y 2616980001 (Vicky).