Los feriantes del persa incendiado tienen nuevo local en La Alameda

Luego de que en febrero el fuego destruyera sus puestos de trabajo, el “Callejón Alameda” cobija a los comerciantes en el Centro. Está ubicado sobre avenida San Martín, con 25 puestos.

Los feriantes del persa incendiado tienen nuevo local en La Alameda
Sobre la vereda Oeste de San Martín, entre Barcala y Godoy Cruz, se emplaza el nuevo paseo de compras, con más de 20 coloridos puestos y hasta un foodtruck. | Foto: José Gutiérrez / Los Andes

La Alameda, uno de los lugares emblemáticos de la Ciudad de Mendoza, tiene un nuevo espacio para hacer compras. Se trata de “Callejón Alameda” donde se montó una nueva feria persa, integrada por parte de los feriantes que perdieron todo en un incendio en calle General Paz a principios de este año.

Son unos 25 emprendedores los que hoy exhiben sus productos, sus prendas y los artículos que comercializaban hasta que un incendio los dejó prácticamente con lo puesto. De a poco volvieron a empezar en este nuevo punto comercial frente al paseo La Alameda, sobre avenida San Martín, entre Barcala y Godoy Cruz, en la vereda Oeste.

“Después de la tragedia, estamos muy felices. Ya no miro para atrás. Estamos con nuevas energías porque hemos pasado malos momentos. Hoy estamos enfocados en esta nueva etapa, que iniciamos hace una semana”, dijo Yanet, una de las comerciantes de un grupo de 60 que se quedaron con las manos vacías en febrero pasado. Hay otra parte de los feriantes que decidieron continuar en aquel reconocido lugar para trabajar, pero en la vereda.

Estos emprendedores fueron recuperándose de a poco. Iniciaron con una pequeña inversión vendiendo en la vereda de General Paz con un permiso precario que otorgó el intendente Ulpiano Suárez, hasta que surgió este espacio, con un nuevo propietario con quien hicieron un acuerdo.

Volver a empezar

“Empecé con un mantel, con unas pocas medias y ropa interior y tomé la decisión de empezar de cero trabajando en la calle General Paz. Decidí seguir adelante y hoy estoy feliz de estar en un local, a pesar de que soporté el calor y el frío trabajando sin un espacio y habiendo perdido toda la base económica”, relató Yanet y remarcó: “Somos 25 locos los que empezamos de nuevo”.

Con perseverancia y con un subsidio de la municipalidad lograron instalar este nuevo paseo comercial. “Estamos trabajando juntos con los propietarios y los locatarios, todos en el mismo proyecto”, expresó la emprendedora.

El pintoresco lugar en el que volvieron a trabajar los feriantes damnificados. | Foto: José Gutierrez  / Los Andes
El pintoresco lugar en el que volvieron a trabajar los feriantes damnificados. | Foto: José Gutierrez / Los Andes

La historia de Yanet es muy parecida a la de Raúl, otro de los feriantes que hizo su primer compra de mercadería gracias al apoyo de conocidos y de anónimos que le donaron dinero. “Yo empecé pidiendo colectas con la gente que me conoce en Facebook. Un poquito de acá, un poquito de allá. Tengo donativos desde una niñita que aportó 75 pesos, hasta un amigo que me dio 35.000. Dentro de la desgracia pude darme cuenta quiénes estaban a mi lado. Y así hice mi primer pedido de zapatillas para volver a vender”, confió a Los Andes.

“Gracias a Dios toda la difusión que le estamos dando, la que hacen los medios de comunicación también, hace que la gente se acerque a comprar. Somos una red. Fue hermoso recibir esa ayuda de toda la gente, además de mi familia”, contó el comerciante que durante siete años estuvo en el persa anterior.

Pintoresco

Los colores y los diseños de los locales del nuevo paseo de compras son muy vistosos y tienen una nueva personalidad, diferente a la de la calle General Paz, y ya han recibido los primeros clientes.

Desde la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza indicaron que en estos cuatro meses se hizo un acompañamiento con tres ejes de acción para 65 feriantes, que fue el grupo afectado por el siniestro.

La comuna otorgó una ayuda económica social de $50.000 que recibieron todos, pero hay cuatro personas que no lo retiraron hasta el momento. Además se les ofreció una línea de crédito para capital de trabajo, a través de la página de Mendoza Fiduciaria, de hasta un millón de pesos al 24% anual. Sólo 13 lo solicitaron.

Foto: José Gutierrez  / Los Andes
Foto: José Gutierrez / Los Andes

El intendente Suárez y su equipo buscaron alternativas de reubicación. Entre los puntos que se buscaron estaba el Callejón Alameda, donde se instalaron 25 feriantes. “El propietario dio opción a más feriantes de sumarse con algunas reformas (hasta 15 más). Está abierta todavía, depende de los feriantes. Podrían ser 40 en total”, señalaron fuentes del municipio.

Uno de los que optó por un crédito de Mendoza Fiduciaria fue Raúl, quien se apoyó en esta inversión para poder hacer una compra grande de zapatillas. “Fue muy difícil. Nada se logra sin sacrificio. Para que nos rindiera y ‘hacer chicle’ con la plata fui a Buenos Aires y así pude buscar mejores precios, pero en mi rubro es muy caro conseguir una mercadería de calidad”, relató.

Mientras tanto, quedaron otros 15 feriantes que todavía no cuentan con un lugar físico para trabajar y continúan con un permiso precario para seguir llevando adelante sus actividades comerciales en la vía pública, hasta tanto encuentren otra locación donde continuar con su trabajo.

La tragedia

El persa de la calle General Paz fue consumido por las llamas de un feroz incendio el pasado febrero, dejando a cientos de familias sin su fuente de trabajo. No sólo por el espacio, sino por los cientos de miles de pesos invertidos en mercadería que fueron combustible para el fuego.

El sereno de la feria fue quien alertó a las autoridades al observar el humo saliendo del lugar. La causa fue un desperfecto eléctrico relacionado con el aire acondicionado de un hotel cercano, según las primeras especulaciones de ese momento.

“Nunca tuvimos un resarcimiento. Estamos analizando realizar acciones legales para recuperar algo de lo que perdimos en tantos años de trabajo”, se lamentó Raúl, uno de los feriantes.

Ante ese panorama desolador fue un gran desafío para estos emprendedores volver a levantarse y continuar con su trabajo, sobre todo porque habían perdido su capital y muchos de ellos viven sólo de esta actividad.

Foto: José Gutierrez  / Los Andes
Foto: José Gutierrez / Los Andes

“Tuvimos el apoyo de nuestra familia, de la municipalidad, de tanta gente que te alienta. Algunos se reían porque cuando estábamos en la calle buscamos cajas más duras para trabajar en la calle. El otro día en la inauguración decíamos: ‘No lo podemos creer’”, contó Yanet. Y resaltó: “Nunca nos llegó la versión oficial de lo qué pasó. Se apuntó contra el sereno y que estaba bajo los efectos del alcohol. Al quedarse dormido no pudo hacer algo para que el desenlace fuera distinto al drama que nos tocó vivir, después de tantos años de esfuerzo y de invertir para tener un local en un paseo, no en la calle porque somos gente de trabajo”.

Además señaló que hace una semana recibieron un subsidio de 50.000 pesos que otorgó la comuna y valoró la solidaridad de los mendocinos: “Todo ayuda, las primeras ventas que hicimos apenas abrimos, el aporte de la municipalidad y ese permiso provisorio que nos permitió continuar trabajando”, enumeró.

Con el correr de los meses, la teoría del desperfecto eléctrico se hizo palpable en los peritajes de Bomberos pero aseguran que, al estar el predio bajo la figura de un fideicomiso, no pudieron accionar contra nadie.

“Nos estamos asesorando para buscarle la vuelta. Hay gente que perdió el trabajo de toda su vida y no es justo”, concluyó el comerciante de zapatillas, ahora con un nuevo futuro por delante.

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