En Mendoza, 79% de los participantes de una encuesta se manifestó a favor de una ley de alcohol cero en la conducción. Se trata de un total de 1.674 mendocinos que fueron consultados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), del Ministerio de Transporte de la Nación.
Se da en el marco del debate de un proyecto de Ley de Alcohol Cero al volante que se sigue en el Congreso de la Nación. Fue elaborado por la ANSV, el Ministerio de Salud, la Sedronar y familiares de víctimas de siniestros viales y se encuentra en tratamiento de comisiones de la Cámara de Diputados.
Ocho provincias ya cuentan con este límite: Córdoba, Salta, Tucumán, Entre Ríos, Jujuy, Río Negro, Chubut y Santa Cruz. También rige en las ciudades de Mar del Plata, Rosario, Santa Fe, Pueblo Esther, Neuquén, Ushuaia, Río Grande, Posadas, El Bolsón, Gral Rodriguez, Rada Tilly, Moreno y Tigre.
En Mendoza, el 22% consideró que el consumo de alcohol es la principal causa de incidentes de tránsito. Además, en el abordaje, 30% de los participantes admitió haber manejado o subirse a un vehículo luego de haber tomado bebidas alcohólicas y 43% no está conforme con el límite actual de 0,5 gramos por litro de sangre y 0,2 gr/l para conducir vehículos de cuatro ruedas y motos, respectivamente.
Además, el 26% dijo conocer que hay jurisdicciones que tienen alcohol cero y lo evaluó positivamente.
Impacto
En casi la mitad de los muertos en el tránsito, especialmente entre los jóvenes, está presente el alcohol, asegura la organización Luchemos por la Vida.
El jefe de la Policía Vial mendocina, comisario general Oscar Hómola, aceptó que el consumo de alcohol tiene un impacto importante en los siniestros viales que se registran en la provincia. Alrededor de 10% de los test de alcoholemia que se realizan dan por encima del valor aceptado. Este año, con datos hasta el 31 de octubre, se realizaron 20.701 testeos, de los cuales 2.269 dieron positivo.
En octubre, 235 dieron valores de entre 0,5 y 0,99 gramos y 178 por encima de 1 gramo, es decir, el doble de lo permitido.
Pese a que durante la etapa más crítica de la pandemia se señaló un incremento del consumo de bebidas alcohólicas, especialmente durante el aislamiento, Hómola señaló que esto no impactó en un aumento del registro de exceso en conductores.
En 2020 sobre 13.300 controles fueron positivos 1.295. De todas formas, es un año que no serviría como parámetro dado que hubo restricciones a la circulación, sobre todo nocturna, y más presencia de policías en las calles lo que puede haber funcionado como atenuante.
“Anoche mismo (por el miércoles) sufrimos un incidente con un vehículo en ruta 7 que chocó por atrás un móvil de la Policía y el conductor tenía 2,75 gramos de alcohol en sangre”, ejemplificó el jefe policial. Esto es más de cinco veces lo aceptado, según la legislación vigente.
Hómola explicó que el consumo se da en todas las franjas etarias. El segmento de entre los 18 y los 35 años es el que tiene más participación en siniestros, más víctimas y más lesionados. Dijo que se atribuye a que hay mayor manejo de vehículos en esta franja etaria y por ello es la que tiene más infracciones respecto del alcohol pero remarcó que también se encuentran con adultos mayores en esta situación. “Es común a todos”, subrayó el general.
Encuesta
Los resultados obtenidos en Mendoza son similares a las respuestas que se dieron en las otras jurisdicciones donde se realizó esta encuesta de opinión pública y que conservan el límite de 0,5 gr/l y 0,2 gr/l.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 78% dijo estar de acuerdo con la posible sanción de la ley de alcohol cero al volante, mientras que 48% no está conforme con la normativa actual. Por otra parte, el 23% cree que el consumo de alcohol y la conducción es la principal causa de los siniestros viales, pero el 32% de los encuestados respondió que, previo a la pandemia, manejó o se subió a un vehículo luego de beber alcohol.
En San Juan, 84% del total se mostró a favor de una norma y 42% de los sanjuaninos opinó en contra de la normativa vigente. Sobre si condujeron algún tipo de vehículo luego de haber tomado bebidas alcohólicas en los últimos 30 días, el 30% admitió haberlo hecho. El 24% atribuyó responsabilidad de este consumo en los siniestros viales.
Causas de la necesidad
Según destaca la ANSV, la evidencia científica muestra que conducir alcoholizado constituye un factor de riesgo que aumenta la probabilidad de participar de un siniestro vial y por eso apoya el proyecto de ley mencionado.
“Apunta a disociar al alcohol de la conducción y no permitir la especulación de los conductores sobre cuánto alcohol es posible tomar sin superar el máximo, y que el único límite permitido para conducir cualquier tipo de vehículo sea cero”, argumentan.
En Argentina, la siniestralidad vial es la principal causa de muerte en personas menores de 35 años y el alcohol, uno de los principales factores que causan los incidentes de tránsito. Sucede que el consumo disminuye las capacidades motoras y de visión, perjudica la capacidad de discernimiento, torna los reflejos más lentos y reduce la atención y la agudeza visual. En esas condiciones genera situaciones riesgosas producto de la sensación de exaltación, falsa seguridad y pérdida de las inhibiciones que en algunas oportunidades suele producir, enumera la ANSV.
Un estudio realizado por el Observatorio Vial de la ANSV determinó que, si bien el 93% de los conductores de autos y motos declaró saber que beber y conducir aumenta el riesgo de sufrir un siniestro vial, aproximadamente el 20% asumió haber conducido bajo los efectos del alcohol y es parte del sustento del apoyo.
Por otra parte, en setiembre, un informe de la agencia mostró que en el primer semestre de 2021, Argentina registró la cifra más baja de siniestralidad vial desde 2008. En ese marco, Mendoza aparece a la cabeza del grupo de provincias definidas como de “menor siniestralidad fatal”.