Abrumados, sorprendidos, impactados: así confiesan sentirse Gastón Fernández y Daniel González, los papás adoptivos de Bianca, luego de que su inspiradora historia, publicada por Los Andes el Día del Padre, trascendiera los límites de Mendoza y se diera a conocer en medios de todo el país.
No es para menos: Gastón, que es médico pediatra, y Daniel, que trabaja en un banco, se cruzaron con esta hermosa nena en 2012, cuando ella, por entonces de tres años, luchaba contra una leucemia linfoblástica aguda y había sido abandonada por su familia.
“Los Andes trató la historia de una manera alucinante, con muchísimo respeto y eso creemos que fue clave para que otros medios la replicaran”, sostuvo Gastón, entre nota y nota con el canal porteño TN, con el diario cordobés La Voz del Interior, las radios de Buenos Aires Continental y Mitre, entre los muchos medios que durante los últimos días abarrotaron sus teléfonos.
La pareja que forman estos dos mendocinos de Godoy Cruz, que llevaban muchos años juntos cuando conocieron a Bianca, resulta “intrascendente” al lado de lo que, para ellos, representó el haber podido lograr su adopción y, más aún, su recuperación.
“Es todo muy loco, no estamos acostumbrados”, insistió este reconocido pediatra y dueño de una clínica, para aclarar: “No la salvamos, sino que ella nos eligió y nosotros hicimos todo para que pudiera curarse”.
La catarata de comentarios en las redes, como Facebook, Instagram y Twitter no se hicieron esperar: la gran mayoría apoyó a esta familia y escribió mensajes halagadores y reconfortantes.
“Algunos, claro, nos criticaron y les respondí en privado y con educación”, señala Gastón.
Si bien hacía mucho tiempo que les hubiese gustado “gritarle al mundo” la felicidad de haber formado esta familia, Gastón tenía ciertas reservas. En parte, debido a su profesión.
“Pero llamativamente lo más conmovedor fue la respuesta de mis pacientes, que recordaban anécdotas hermosas y me llenaron de palabras emotivas”, contó.
Tal como se publicó el domingo pasado, en un pase de guardia del Hospital Notti -cuando Gastón era jefe de residentes- conoció a Bianca.
Iban a darle el alta porque había finalizado una etapa de quimioterapia. Pero la niña no tenía padres ni familiares que se hicieran cargo.
Un hijo era todo lo que Gastón y Daniel soñaban. El “papá médico” llamó a su pareja, quien se acercó inmediatamente al hospital y los tres quedaron flasheados, convencidos. No había mucho más por decir, sólo actuar en la Justicia y lograr la adopción.
Daniel movió cielo y tierra para dar con el juzgado que llevaba la causa. Y así, poco tiempo después, Bianca Delfina llevó el apellido González Fernández. Además de su enfermedad, Bianca, que hoy tiene 11 años, presentaba un retraso madurativo.
De inmediato pusieron manos a la obra y fue atendida con distintas terapias. Hoy va a la escuela y sólo requiere el apoyo de una maestra integradora.
Es pura sonrisa, ama a su familia (repleta de abuelos, tíos y primos), viajar, patinar y pasar horas con sus muñecos en su habitación.
“Somos felices, aprovechamos cada minuto al máximo con este regalo maravilloso”, reitera Gastón, como si en su rostro no se notara.
Bianca les hizo dar un vuelco a sus vidas y hoy es la razón de su existencia, dice Dani. “Ser papá no es un título, es un vínculo que se gana día a día y para el resto de nuestras vidas”, completa.
La jueza que los unió en matrimonio aquel 17 de agosto de 2012 lo había dicho bien clarito: “Acá empieza a escribirse la historia de la familia González Fernández”.
Todos aplaudieron la frase, pero claro, ninguno imaginó la prueba de amor y coraje que se venía.
