El último informe de la Dirección de Estadísticas y Censos (DEIE) dio cuenta de que una familia de cuatro integrantes necesitó en septiembre al menos $ 41.351,86 para no ser pobre en Mendoza y $ 15.965,97 para no caer bajo la línea de indigencia. Sin embargo, si se consideran gastos habituales de un grupo familiar, que exceden “lo básico”, el número asciende a $ 83.000.
Es que el dato de la DEIE considera el conjunto de bienes que satisfacen las necesidades nutricionales de las personas (Canasta Básica Alimentaria, que determina la línea de Indigencia), y el conjunto de bienes y servicios que satisfacen las necesidades comunes de la población, teniendo (Canasta Básica Total, con la que se mide la línea de pobreza). Ahora bien, el Centro de Educación Servicios y Asesoramiento al Consumidor (Cesyac) sumó parámetros para conocer en qué gasta la llamada “clase media”. Se trata de aquellas familias que a la CBT le suman además el alquiler de una vivienda, un auto de 10 años de antigüedad, un abono de medicina privada, envía a sus dos hijos a un colegio privado, y paga una cuota del club (siguiendo el ejemplo de la familia tipo de cuatro integrantes).
El estudio se centra en Ciudad de Buenos Aires, donde determinó que para ser clase media un hogar necesitó en septiembre tener un ingreso de $ 105.517 (un 2,5% más que en agosto). No obstante, si se toma el estudio como parámetro y se considera la situación particular de Mendoza, se obtiene un valor de $ 83.000.
Claro está, que en la provincia el cálculo es algo diferente. Si bien se deben tomar en cuenta los mismos parámetros del Cesyac , los patrones de consumo cambian considerablemente. “Lo que gasta una familia en Buenos Aires no es lo mismo que el consumo de una vivienda de Córdoba o el de una de Mendoza. De allí que la canasta básica del Indec está hoy en el orden de los $ 50.000, mientras que la de Mendoza ronda los $ 41.000”, comentó el economista José Vargas, titular de la consultora Evaluecon.
“Mendoza está alejada de los grandes centros de distribución nacional. Está cerca del Pacífico, y sus patrones de consumo se relacionan con lo turístico desde el punto de vista comercial. Para hacer un paralelismo hay que tener en cuenta esas realidades”, agregó el economista.
En qué gastan las familias locales
De acuerdo con el relevamiento de Evaluecon, el gasto y consumo de las familias en Mendoza, solamente teniendo en cuenta una familia tipo Hogar 2 (compuesto por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 5 y una hija de 8 años) se distribuyen de la siguiente manera: alquiler: $ 13.500; impuestos y servicios: $ 2.200; alimentos y bebidas $ 23.500 (incluyendo elementos de limpieza y tocador, entre otros); gastos varios: $ 850; indumentaria: $ 1.950; atención médica y gastos para la salud: $ 750 (sin incluir personas con tratamientos permanentes); transporte: $ 4.320 (sin incluir gastos de vehículo, sólo de colectivos); educación: $ 250 (sin incluir cuotas a colegios privados, ni transporte escolar).
La suma total da $ 45.520. Si se toman en cuenta los rubros, la mayor parte de los ingresos se destinan a cubrir las necesidades en alimentos y bebidas (37%), seguido por transporte (25%), vivienda y servicios básicos (12%), atención médica y gastos para la salud (10%), indumentaria (8%), otros bienes y servicios (5%) y educación (3%).
No obstante, la cuenta se agranda si se agregan otros servicios que hoy se han vuelto indispensables, como internet, televisión por cable o satélite, servicios de streaming y, gastos en tecnología, entre otros. Así, las cuotas de los colegios privados (con aporte estatal), en Mendoza van desde los $ 2.700 a los $ 6.200. Tomando en cuenta los costos más bajos, hay que considerar $ 5.400 por dos niños; y la prepaga para un grupo familiar de dichas características significa alrededor de $ 9.800 mensuales. Un servicio de internet familiar (6 Mb), que suma el servicio televisión satelital cuesta $2.685,50 por mes, en precio promocional.
Además, un servicio de revisión anual para un vehículo medio (Chevrolet Onix, o un Gol Trend, por ejemplo), que incluya cambio de aceite y filtros, revisión eléctrica, mecánica y de dispositivos de seguridad, cuesta alrededor de $ 6.413 al año, o $ 534 si se prorratea el costo por mes. Si se considera que un auto promedio tiene un tanque de 50 litros, para llenarlo se deben gastar desde $ 3.037 con nafta súper y $ 3.444, si se opta por premium.
Por otro lado, la cuota de un club para grupo familiar completo ronda los $ 2.640 (precio promocional publicado por una de las entidades en su página web, atendiendo a la situación de pandemia). Ahora bien, la telefonía móvil también es un factor indispensable, y hay que contar que por tres planes, al menos una familia puede sumar $ 3.600 (Planes de 1GB, promedio).
Todos estos costos suman a la canasta total no menos de $ 27.696,5, y elevan el precio a $ 73,216,50. El economista Damián Di Pace, señaló anteriormente a Los Andes, que el gasto promedio en tarjetas de crédito de las familias argentinas ronda actualmente los $ 9.500 mensuales, lo que eleva la suma a $ 82.716,50.
Costos variables
El costo en “vivienda y servicios básicos”, puede generar variaciones amplias en la suma final, y según señaló el corredor inmobiliario Santiago Debé, existe una gran disparidad de precios, entre viviendas similares, debido a la inflación. Si se toman valores promedio: mientras que un departamento de dos dormitorios en la Ciudad, o en el Gran Mendoza, con terminaciones estándar, en buen estado, sin cochera, y en zonas de nivel socioeconómico de medio a bajo, con expensas moderadas, cuesta entre $ 15.000 y $ 19.000, una casa de similares características, pero con cochera descubierta y patio, se deben considerar entre $ 18.000 y $ 25.000 de alquiler mensual.
“Se trata de casas con techo de losa y/o machimbre , muros de mampostería de ladrillo y pisos de granito o cerámicos de calidad media”, señaló Debé, y agregó que los precios iniciales aumentaron entre un 20 y 30 por ciento desde la sanción de la nueva ley de alquileres tal como los profesionales inmobiliarios vaticinaban.
Salario medio
De acuerdo con la economista Paula Pía Ariet, de Gestión Consultores, en un año el salario promedio de Mendoza perdió más de 10 puntos porcentuales de poder adquisitivo, teniendo en cuenta la inflación medida por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
Actualmente, el ingreso promedio bruto de los mendocinos alcanza un valor de $ 46.002 (antes de descuentos jubilatorios) o $ 38.181 netos. Es decir que un grupo familiar necesita ganar 2,17 veces un sueldo promedio para cubrir la canasta de la “clase media” en Mendoza.
Canasta de Jubilados
La consultora Evaluecon realiza un estudio similar, adaptado a los requerimientos de los jubilados, en el que se incluyen alimentos especiales (carnes magras, galletas sin sal, leche deslactosada) y mayor cantidad de medicamentos, por ejemplo.
En el último mes, se estimó que una pareja de jubilados necesitó $ 45.800 para cubrir sus costos básicos, con lo cual una sola persona necesitó un monto mínimo de $ 22.900. “Vale decir que un jubilado necesita un ingreso base de $ 763 por día para vivir en condiciones dignas”, se explica en el mismo informe.
Ahora bien, un jubilado (sólo) que gana el mínimo de $ 18.129, destina unos $ 9.771 a alimentos, $ 5.801 a medicamentos y $2.557 a servicios básicos. Para una pareja, el ingreso familiar sería de $ 36.258 y destinarán $ 17.766 a alimentos, $ 11.602 a medicamentos, $ 6.890 a servicios básicos (en este caso pueden disminuir este ítem y aumentar el resto).
