En las últimas horas, Mendoza recibió una masa de aire frío y el paisaje se tiñó de blanco en varias zonas del sur y la cordillera, hasta en algunas partes del llano. Sin embargo, y según Maximiliano Viale, doctor en Meteorología e investigador del Instituto Ianiglia (Conicet), la precipitación de nieve no batirá récord este invierno.
El científico aseguró a Los Andes que la estación que recién comienza tendrá “sus propias características”. Según explicó hubo un leve aumento de acumulación de nieve en alta montaña debido al temporal de los últimos días, más precisamente en Las Cuevas y Cristo Redendor. Esto, si se compara con el promedio histórico a esta altura del año, es positivo, pero enseguida aclaró que “no habrá un récord de nevadas en la zona”.
Viale planteó que según las proyecciones en alta montaña, el invierno terminará “con un valor similar o quizás un poco mayor de precipitaciones de nieve comparado con el promedio habitual”, pero aseguró que el promedio continuará porque “está finalizando el fenómeno de El Niño y eso hace que disminuya la frecuencia de precipitaciones níveas en los próximos dos meses”.
“Estamos finalizando el fenómeno del Niño y eso implica que el resto del invierno puede dejar de nevar o, al menos, nevar mucho menos en Mendoza. Siempre hay una disminución de frecuencia en las nevadas cuando éste termina. Pero también hubo nevadas en los últimos días y, hasta a la fecha, ha nevado más de lo normal y podríamos llegar a estar por encima del promedio de nevadas en cordillera porque quedan, aún, dos meses de mucho frío”, agregó Viale.
Es que el promedio anual en la zona de Las Cuevas y Cristo Redentor suele alcanzar los 400 milímetros de nieve (agua derretida), mientras que a esta altura del año ya se registran 300 milímetros en esa zona, según explicó el investigador del Conicet.
La diferencia con el año pasado
Así el fenómeno será diferente al invierno de 2023, cuando hubo “buenas nevadas” para Mendoza, no las más importantes en cuanto a registros históricos, pero sí mucho mejores que las de la última década, que fueron por debajo de esos registros históricos.
Esto se debió a que en el 2023 estuvo presente el fenómeno de El Niño durante el invierno. Lo que provoca su presencia es el debilitamiento de un anticiclón, es decir, un centro de alta presión ubicado en el Pacífico, aproximadamente en la misma latitud que Mendoza.
Con la finalización de El Niño (que puede durar unos meses o extenderse hasta dos años) e ingresando este fenómeno en “fase neutra”, se verá el efecto contrario para los meses más fríos del año. “Vamos a estar bien este año con la nieve de alta montaña, pero no es bueno el panorama porque es vital para Mendoza el recurso hídrico, pero vemos cambios y es parte de un cambio mundial. Están cambiando los patrones de circulación de la atmósfera a nivel global”, agregó Viale.
Por otra parte, las precipitaciones de agua (lluvia) no han generado una alta expectativa de cambio este año para los meteorólogos por lo que se espera que no llueva más que lo habitual en los próximos meses. Por un lado, porque en Mendoza casi no llueve en invierno y, por el otro, porque el promedio semestral desde hace varios años, se mantiene en 50 milímetros de agua, en el llano, y unos 500 milímetros acumulados en alta montaña. “No hay expectativas de que varíen los números en este invierno”, aclaró el meteorólogo.
Según Viale y de acuerdo a lo anunciado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se prevé que llegue el fenómeno de La Niña una vez finalizado el invierno por lo que no se esperan cambios sustanciales en los próximos meses. Habrá “meses de transición”, con temperaturas habituales o normales propias del invierno en Mendoza.
Lo confirma el último informe trimestral del Servicio Meteorológico Nacional para junio, julio y agosto, en donde las proyecciones para la provincia se registran con “valores normales”, tanto en la categoría “Temperatura” como en la de “Precipitación”.
Sin nieve en la Ciudad
Según el doctor en Meteorología, el agua nieve que cayó en algunos lugares de la ciudad en las últimas horas no se extenderá por mucho tiempo. Es que una reciente masa de aire frío ayudó a generar el agua nieve en el llano, pero una vez aumenten las temperaturas se termina ese tipo de precipitación, según el investigador.
“En el llano cayó agua nieve, por lo tanto, y con el fenómeno de El Niño no se alterarán los valores de lluvia o nieve en el llano en los próximos días y seguiría el mismo comportamiento durante el invierno”, señaló Viale.
En la madrugada de este martes, la ruta 7 amaneció con un corte preventivo en el tramo Mendoza-Uspallata por nevadas débiles durante la madrugada. Incluso, desde la intersección con la ruta 40, las autoridades permitían la circulación de los vehículos sólo hasta la zona de la Refinería debido a la caída de nieve y una calzada resbaladiza.
La ruta provincial 84 en Agua de las Avispas también quedó cortada. Fue luego, a lo largo del día, que comenzaron a habilitarse algunos tramos para el paso vehicular. En tanto, en la mayoría de las rutas y accesos se permitía el tránsito “con precaución” por las calzadas resbaladizas.
Calma, después de 21 días de temporal
Desde Gendarmería Nacional en alta montaña, aseguraron que las máquinas para limpiar la calzada “están a full”. Es que luego de 21 días ininterrumpidos de temporal en la zona del Paso Internacional Cristo Redentor, se espera que en las próximas horas la situación se estabilice.
De hecho, el Paso Internacional se encuentra cerrado de ambos países y, en Mendoza, solo se puede transitar hasta Uspallata y con cadenas. Del lado chileno, también aguardan mejore el clima para habilitarlo. Allí, el temporal de nieve también impactó en el centro de esquí del lado chileno, El Portillo, que decidió suspender la inauguración de sus pistas el 29 de este mes debido a la cantidad de acumulación nívea en la zona. Este martes se acumulaba 1,90 metro de nieve.
Según informaron desde Gendarmería, poder despejar la nieve y habilitar a los vehículos se demorará entre 24 y 48 horas, según cómo se presente el tiempo en las horas venideras.