En medio del debate público por el proyecto de Ley de Alcohol Cero al volante, familiares de víctimas de siniestros viales dialogaron con Los Andes y brindaron su perspectiva de la propuesta. Aunque no los llamaron a participar en su desarrollo, la apoyan e impulsan, pero creen que la clave está en la concientización. “Lo que están discutiendo es muy simple, es una ley que salva vidas”, dijo Andrés Villouta, referente de las asociaciones y padre de Alan, el joven que murió en el Acceso Sur hace 5 años.
Tras ser aprobada en la Cámara de Diputados en noviembre y ante el posible tratamiento en el Senado antes de fin de año, la iniciativa que busca bajar de 0,5 a 0,0 la tolerancia de gramos de alcohol en sangre para los conductores en Mendoza sigue sumando opiniones y perspectivas. Hace tan solo algunos días, empresarios vitivinícolas e intendentes de la provincia pidieron bajar el proyecto porque generaría pérdidas, según fundamentaron. Rápidamente, un total de 168 asociaciones de familiares de víctimas de tránsito repudiaron el pedido.
En este caso, quienes brindaron su opinión a este diario fueron mendocinos que han vivido y sufrido en carne propia las consecuencias del alcohol al volante y que decidieron no sólo llorar a sus hijos o hermanos sino también dar esa lucha social.
Uno de los máximos referentes en Mendoza es Andrés Villouta, quien perdió a su hijo Alan “en manos de un imprudente al volante” hace cinco años, en un recordado caso que ocurrió frente al mall La Barraca, cuando el joven de 21 años quiso cruzar el Acceso Sur a la salida del trabajo.
A partir de allí, Andrés y su esposa crearon la fundación Red de Corazones, dedicada a brindar contención a familiares de víctimas de siniestros viales. “Lo que están discutiendo es muy simple, es una ley que salva vidas. Si a vos te interesa la vida, vas a hacer leyes que protejan la vida, nada más”, dijo Villouta con respecto a los legisladores.
“Es una ley que protege la vida, entonces no podemos ser tan contradictorios con que algunos tengan un límite de 0,0 y otros de 0,5″, apuntó el referente. “Nuestra opinión es la que concientizamos todos los fines de semana a jóvenes y a todo tipo de persona, diciéndoles que los esperan en sus casas”, completó.
María Morales es una de las madres de la asociación Estrellas Amarillas, las cuales pintan en memoria de las víctimas del alcohol al volante, y ya llevan 280 en los últimos cuatro años. “El alcohol cero es lo mejor que podríamos tener. De todas las estrellas que pintamos, te diría que el 95% son por conductores alcoholizados, y duele porque las víctimas son gente inocente joven o que han dejado hijos”, se lamentó.
“Duele pintar estrellas. Lo mejor sería llevar la tolerancia al cero para que los jóvenes sigan viviendo”, expresó María, quien hace siete años empezó con la de su hijo, fallecido en un siniestro vial en Santa Rosa a sus 22 años.
Quien también forma parte de la misma asociación con la intención de concientizar es Pedro Ortiz, que hace 21 años lamenta la pérdida de su hermano, también en un siniestro vial con el alcohol como protagonista. “No sé si una ley va a cambiar las cosas”, comenzó explicando. “Por más que haya una ley seca, siempre va a haber alcohol al volante”, analizó.
En su caso, Pedro cree que “la toma de conciencia debe hacerse desde la familia, desde la casa”. Y aunque confía en que el proyecto de Alcohol Cero puede ayudar a disminuir la cantidad de víctimas, insistió en que “lo más importante es la concientización y la educación”.
Concientizar para prevenir
En general, todos los familiares del dolor coinciden en la importancia de la concientización, y no sólo que lo piensan sino que también la llevan a la acción. Además de las fundaciones y asociaciones, la mayoría participa de acciones preventivas e informativas en calles, rutas y salida de boliches de Mendoza, entre otros sitios.
“Nosotros hemos estado en controles todos los fines de semana, dando folletería, hablándole a los chicos y a los grandes y nunca, jamás, hemos recibido un agravio de nadie”, relató Villouta. Junto a su esposa, Andrea, participan en controles de alcoholemia mientras realizan campañas de concientización, como “Regreso seguro” y “No te la des en la pera”. “La clave es que no vamos a retarlos, sino a decirles que, si sos grande, te esperan tus pibes en tu casa y, si sos joven, te esperan tus padres”, describió.
En el mismo sentido, Pedro Ortiz cree que, para que la tolerancia cero sea una realidad, “tendría que ser parte de la educación en la escuela, desde los primeros años hasta el último del secundario”. Por eso, de la mano de Estrellas Amarillas participa de exposiciones en instituciones educativas, aunque considera que “debería ser una materia como las demás, como la ESI (Educación Sexual Integral), por ejemplo”.
Para María, “han mermado muchísimo los accidentes viales” en la zona Este gracias a la concientización. “Ver una estrella te impacta, ver el nombre te hace pensar que allí murió un amigo tuyo”, explicó la mujer, que asegura que en los últimos años han disminuido aproximadamente un 60% los siniestros viales ligados a la alcoholemia.
Como Pedro, ella también asiste a colegios a dar charlas, sobre todo a escuelas secundarias. “Les explicamos cómo queda destruida una familia para que tomen conciencia. Yo pienso que la mejor manera de que una ley surta efecto es llevando el tema a los escuelas porque son el principal centro de información y los chicos la llevan a la casa”, completó Ortiz.
No les consultaron
Llamativamente o no, los tres testimonios respondieron que no los citaron al diálogo o les pidieron opinión para la planificación del proyecto de Ley de Alcohol Cero al volante. “A mí personalmente nunca me han preguntado nada, no sé los otros chicos que están cerca de Ciudad”, dijo Pedro. “Pasa como en muchas cosas, que a veces se toman decisiones entre medialunas en el Senado, pero nunca le preguntan al pueblo su postura”, sentenció.
Andrés, por su lado, aclaró: “Para este proyecto de ley no, porque saben cuál es nuestra postura y esto es una pulseada muchas veces”. Sin embargo, reconoció: “Sí nos han consultado en todo lo demás, en campañas y en folletería. Yo no puedo hablar mal del Ministerio de Seguridad, sería un hipócrita. Siempre nos han citado para hacer campañas y trabajar, también municipios como Guaymallén y Luján, el área de tránsito y la Policía Vial”, siguió Villouta, que además se preguntó por qué no hacen partícipes a estas entidades en el proyecto.
Pese a ello, para Andrés tarde o temprano, el Alcohol Cero va a ser una realidad en Mendoza. “A lo mejor no la van a aprobar ahora acá, pero va a llegar un tiempo que la van a aprobar. El tema es no bajar los brazos y demostrarles que es necesaria esa ley, para que todos tengamos aún más responsabilidad a la hora de manejar”, dijo emocionado.
María finalizó recordando su propia experiencia: “Cuando empecé con esto de pintar las estrellas fue una caricia al alma porque no hay consuelo al perder un hijo. Se te muere la mitad de tu corazón, una parte tuya se va”, se sinceró, y deseó que la ley ayude a bajar el número de víctimas.