“Aquí estamos desde el domingo, varados en el parador de Uspallata, ya tramitamos el paso, estamos listos para cruzar, pero ninguno saldrá hasta que nos den garantías de solucionar las demoras, nos vemos muy perjudicamos, pero es la única manera de cambiar una situación de abuso”, señaló Elías, uno de casi 3000 transportistas que espera cruzar cuanto antes su mercadería a los puertos del Pacífico.
Elías y Franco, otro camionero, comentaron que no tienen recursos para continuar en esta situación de espera, por eso llaman a las autoridades de ambos países a encontrarle una solución al conflicto originado por un brote de Covid entre el personal del complejo trasandino Los Libertadores. Esto repercutió en la atención de los vehículos particulares y de carga y el viernes quedó cortado el cruce para los turistas, habilitando el túnel para permitir el regreso de las personas a su lugar de origen. Esto fue entre domingo y lunes de la semana pasada. Pero las nuevas exigencias de las autoridades del vecino país complicó el tránsito del transporte de carga, que hasta ahora está inactivo. Los camioneros hicieron causa común porque tales medidas retrasan los tiempos a tal punto que diariamente pasan entre 800 y 1000 camiones y con estas restricciones el número se reducía a menos de 240. Y con horarios establecidos para cumplir con la entrega de la carga, la gran mayoría se encuentra en serios problemas. Franco destaca: “el trato con el extranjero siempre ha sido malo en Chile, pero ahora con la pandemia es insoportable la atención del lado chileno. Te hacen la prueba PCR y mientras tanto te tienen varias horas encerrado en una piecita con una pequeña ventilación y te tiran un plato de comida por debajo de la puerta, es inhumano esto. Y ni hablar si el análisis da positivo”. Elías contó que los que más necesitan ayuda son aquellos transportistas que están sobre la ruta. “Los que están cerca de la destilería (Luján de Cuyo) no tienen agua, ni dónde comprar alimentos, creo que se deben solidarizar con ellos porque están al límite”. El camionero agregó: “Aquí en Uspallata tenemos que ir hasta la villa, que está a 2 kilómetros para abastecernos, de todas maneras, como no teníamos previsto este problema, estamos quedándonos sin fondos. Aquí, una ducha en una estación de servicio te sale 300 pesos. Y anoche, por una carne hervida, recalentada tuvimos que pagar mil pesos”, grafica Elías. Y agrega: “hay que estar aquí, con el calor y entre la tierra, ni riegan en la zona de estacionamiento de los camiones”. Franco acotó: “Estamos pagando 500 pesos por un bidón de 6 litros, entendemos a los comerciantes que quieren vender, pero tendrían que ser más conscientes porque estamos trabajando”. En la playa de estacionamiento de camiones de Uspallata hay unos 700 transportes y 3 duchas y unos pocos baños. “Necesitamos el apoyo de las autoridades y de la gente.
f