“Pedí tres deseos” se denomina la propuesta solidaria que creó Mauricio Montineo, un psicólogo que trabaja en el área de Salud Mental de la Municipalidad de Guaymallén, para que chicos carenciados de un sector de ese departamento pudieran celebrar sus cumpleaños.
En realidad, Mauricio se enteró de esta propuesta solidaria que ya se desarrollaba en Buenos Aires bajo el nombre “Sin torta no hay cumpleaños” y puso de inmediato manos a la obra para replicarla en su provincia.
El resultado fue más que satisfactorio: con ayuda de vecinos y referentes barriales comenzaron a pedir, a través de redes sociales, donaciones de tortas de cumpleaños para chicos. Tortas coloridas, sabrosas y divertidas para que nadie se quede sin celebrar su fecha en tiempos de crisis económica.
Así, la iniciativa “Pedí tres deseos”, que no tiene apoyo estatal ni subsidios sino que se desarrolla “a pulmón”, comenzó a funcionar tímidamente y hoy, según cuenta su impulsor, ya se sumaron más de 60 deseos.
“La idea es simple y poderosa: conectar la solidaridad de las personas que conozco y de otras que se van sumando, con una torta de cumpleaños para los chicos que concurren al merendero ‘Construyendo pasitos’, que funciona en el domicilio de una vecina en calle Félix Suárez 2240”, detalla Mauricio.
Ya van 20 cumpleaños que se celebraron en ese patio desde marzo a esta parte del año y el proyecto intenta expandirse, pero para eso se necesita más gente que colabore con tortas y se involucre.
Por ahora, relata Mauricio, se continúa transitando una primera etapa, que es lograr familiaridad con los niños que asisten al merendero y sumar voluntarios.
“He pensado como objetivo que se pueda replicar en distintos merenderos, para lo cual me ofrezco para brindar el asesoramiento necesario”, cuenta este psicólogo solidario.
Y agrega: “En esta época tan complicada en materia económica y social es fundamental alimentar la esperanza, cerrar los ojos y pedir deseos con el corazón”.
Para el profesional, ser reconocido, nombrado, cantado y celebrado, representa, ni más, ni menos, que ser humano. “Nos deja huellas imborrables, estableciendo en la psicología de los niños registros formadores”, opina Mauricio, quien es clínico con orientación existencialista.
“Sería importante que aquellos que deseen colaborar se sumen con una torta y generar un gran cambio en la vida del otro”, sostiene.
Verónica Zarandón, quien ofrece su casa para que funcione el merendero y también la propuesta de los cumpleaños, comenta que cada celebración es un día de alegría. “Decoramos el patio y organizamos una linda fiesta con la gente del barrio y a veces con la propia persona que dona la torta”, relata.
“Luego de cantar el feliz cumpleaños, la familia del cumpleañero se lleva la torta para seguir compartiéndola en su hogar”, agrega.
Si bien por ahora el proyecto se desarrolla únicamente en este domicilio de Guaymallén, el objetivo es capacitar a otras personas y que se replique.
“Empezamos de manera simple y familiar, con la gente del sector, pero tenemos toda la expectativa en que la iniciativa se convierta en algo gigante”, se ilusiona Verónica.
Una idea que nació en Lanús
La idea original nació en 2017 en la localidad bonaerense de Lanús y de inmediato se replicó en otras ciudades de la provincia de Buenos Aires, entre ellas Bahía Blanca, donde en apenas dos años se celebró el cumpleaños de aproximadamente 700 chicos pertenecientes a comedores e instituciones locales.
La iniciativa se hizo pública cuando el pastelero José Bouchard, de Lanús, al recorrer muestras del rubro, quedaba asombrado por tortas espectaculares y su contraste con la realidad de un montón de niños que quizás nunca habían tenido un pastel de ese tipo.
Junto a otros voluntarios comenzaron a llevar cupcakes decorados a dos merenderos y un hogar de nenas. Incluso se colaboró con gente de la calle para una Navidad en la Estación Lanús.
Cómo colaborar
Quienes deseen contactarse con Mauricio Montineo para ofrecer una torta, pueden hacerlo a través del email: maurimantineo@gmail.com