Verónica Romano, su esposo Andrés Lucesole y la hija de ambos, Antonella; viven desde hace 24 años en su casa ubicada en la calle Celestino Argumedo, de Kilómetro 11 (Guaymallén). Tienen otro hijo, mayor, que se fue a vivir solo hace un tiempo. Desde el martes, los 3 tuvieron que mudarse a la fuerza de su casa a un departamento prestado en la zona de La Primavera; aunque ellos prefieren seguir hablando de que el terreno en Kilómetro 11 es su casa, sostener que su casa está allí y que -ocasionalmente- han tenido que trasladarse.
Y es que el lunes por la noche, su casa prefabricada -esa que pudieron levantar luego de tantos años de esfuerzo y trabajo- se incendió; y las pérdidas fueron totales. “Fue todo en cuestión de segundos; en menos de 5 minutos ya no había casa”, reflexiona con dolor Verónica.
Sin embargo, en esa angustia se cuela algo de ilusión y esperanza. Es que sus amigos y conocidos iniciaron el mismo martes una campaña solidaria para recolectar materiales de construcción, muebles, dinero y otros elementos para que puedan levantar nuevamente su casa en su terreno. Si el Ave Fénix resurgió de las cenizas; ¿por qué no podría hacerlo esta humilde y trabajadora familia, con la ayuda de toda la sociedad?.
Además de la campaña solidaria y de la incondicional ayuda –que no deja de sorprender a la familia damnificada-, un grupo de amigos y compañeros de trabajo de Antonella (la hija menor del matrimonio y quien vive -siempre en presente- en la casa que se incendió) ha organizado una rifa para recaudar fondos para los Lucesole. “Lo que más necesitamos ahora es plata, para poder construir nuestra casa en nuestro propio terreno. No queremos nada más que volver a nuestra casa”, sintetiza Verónica Romano (47).
Pérdidas totales
El lunes último por la noche, mientras Andrés se encontraba trabajando (es camionero y no estaba en la provincia); Verónica y Antonella regresaron a su casa de la calle Argumedo. Eran las 23:30 y estaba comenzando a sentirse lo que terminó por concretarse durante los días posteriores: la semana más fría en Mendoza en lo que va del 2021.
“Llegamos a casa y hacía mucho frío. Veníamos cansadas y con ganas de tomar un té, por lo que ni bien entramos, prendí la salamandra y me fui a la cocina con la idea de ir armando el té. Pero, en cuestión de segundos, mi hija me gritó que se estaba incendiando la casa”, rememora Verónica.
Al tratarse de una vivienda prefabricada, abundaban en la vivienda el machimbre, el aislante y la membrana; por lo que las llamas se propagaron casi en tiempo récord. “Intentamos echar agua para apagar el fuego, y empezamos a gritar pidiendo ayuda. Muchos vecinos se acercaron con agua y matafuegos, la policía vino rapidísimo. Pero no alcanzó, el fuego había consumido todo”, rememoró la mujer.
Incluso, poder salir de la vivienda en llamas también fue complicado para las mujeres; ya que ambas estaban en el interior de la casa y, con las primeras llamas, se cayó parte del techo. A raíz de esto, Verónica y Antonella quedaron atrapadas en el interior. Y fue la rápida intervención de los vecinos lo que les permitió ser rescatadas sanas y salvas.
Ayuda y agradecimiento
Ya a salvo, pero cayendo en la cuenta de que habían perdido todo lo material que tenían en su casa; la familia se propuso barajar y dar de nuevo. Para ello fue fundamental, desde el primer momento, la ayuda de amigos y de la sociedad mendocina en general.
En las redes sociales comenzaron campañas para recolectar muebles, sillas, material de construcción, mano de obra y dinero para que los Lucesole Romano pudieran levantar nuevamente su casa. Y la ayuda no tardó en llegar.
“Es increíble la solidaridad. Un día llorás de amargura por lo que pasó; y al otro día llorás de felicidad por la solidaridad de la gente. La asistente social de la Municipalidad de Guaymallén nos trajo mercadería y algo de material esa misma mañana, y también nos ayudaron desde Cáritas”, reflexionó Verónica. Incluso, fue su madre quien les consiguió un departamento para vivir mientras intentan levantar nuevamente su vivienda.
Cómo ayudar
Quienes puedan y quieran ayudar a la familia para reconstruir su vivienda, pueden hacerlo con material de construcción, muebles y dinero; comunicándose con Verónica al 2614708326.
Para donaciones económicas se pueden hacer transferencias a la Clave Virtual Uniforme (CVU) 0000003100075263664241.
Además, los compañeros de trabajo de Antonella -es empleada en una heladería- y amigos están organizando una rifa en la que se sortean más de 60 premios. El valor de cada número es de 100 pesos y para adquirirlos hay que comunicarse a los teléfonos 2617457341 (Flor), 2616562052 (Ely), 2613605869 (Andrea), 2615441308 (Fede), 2612648130 (Yamile), 2615196211 (Fernanda) y 2616680935 (Vero).
“Si la gente quiere participar de la rifa y ayudar, sería buenísimo también. Hay más de 60 premios; y en ese sentido ha sido increíble también cómo han ayudado y se han prendido diferentes comercios”, concluyó la dueña de la casa incendiada