El Hipódromo de Mendoza estuvo hasta Las Pelotas (aunque con menos gente que durante la noche del jueves), sin ninguna banda que se hiciera la Kapanga, pero con Los Tipitos de siempre. La noche rockera pasó en la Fiesta Provincial de la Cerveza 2024 de Godoy Cruz y con un balance positivo.
Sobre todo si se compara con las postales de colapso -por momentos- y que marcaron el inicio de la primera noche (jueves), donde no solo el cuarteto y la cumbia le pusieron el agite al estreno de la fiesta, sino también algunos imprevistos (que igual terminó siendo el baile más grande del Oeste argentino).
Y es que la decisión de sumar más puntos de carga virtual de dinero (en el lugar no aceptan efectivo y todo el crédito se carga en pulseras) sirvió para descomprimir el escenario y que reinara la paz y el disfrute de la buena música.
Y si de escenario hay que hablar, por la estructura ubicada en el centro del predio del Hipódromo de Mendoza pasaron Los Tipitos, Kapanga y Las Pelotas como bandas principales. Todos grupos referentes del rock nacional que iniciaron su auge allá por las décadas del 90 y comienzos del 2000, y -como tales- evidencian ya las canas (no solo las de los artistas en sí, sino también de quienes agitaron y poguearon desde el público -eso en el caso de quienes aún conservan algo de cabello para que se torne canoso-).
La Ilíada de Pope, Despertar, Cuando la rata domine el laboratorio, La Bomba de Chalu y Jeremías Ruso y los Cazarrecompensas fueron las bandas mendocinas encargadas de servir el plato de entrada, ese que fue contagiando de rock nacional la fresquita tarde de sábado en Godoy Cruz.
PAZ, AMOR Y ROCK
El jueves, las más de 35.000 personas que coparon el Hipódromo para la primera noche de la Fiesta de la Cerveza pusieron el grito en el cielo frente a algunas cuestiones organizativas. La gran cantidad de público -se estima que será la noche con más gente que tendrá esta edición-, sumado al estreno de la locación para la fiesta y del sistema de pago virtual centralizado en una pulsera y sin efectivo hicieron que, por momentos, la situación se desmadrara.
Todo el público intentando cargar sus pulseras en los puntos dispuestos para tal fin en simultáneo, un número reducido de estas bocas y las más de 35.000 personas formando filas extensas llevaron a que el sistema y la conectividad en el lugar estuvieran caídos durante varios minutos.
Pero ya el viernes, en la noche de Turf y Babasónicos, la situación estuvo bajo control. Porque se sumaron más puntos de carga de pulseras, y también porque bajó la cantidad de asistentes (se estiman que la afluencia de público estuvo entre 15.000 y 20.000 personas).
Y el sábado, con el mismo panorama del viernes -casi la misma cantidad de personas y los puntos de carga ya reforzados-, también imperó la paz y el amor. ¡Y el rock nacional!
Pasadas las 18 comenzó a poblarse, de a poco, el hipódromo. Las bandas emergentes de rock mendocino movieron su público y, mientras caía el sol, contagiaron con sus acordes y melodías al público, que fue perdiendo la timidez. La mesa ya estaba servida y restaba el plato principal. O, mejor dicho, los platos principales.
TIPITOS, KAPANGA, LAS PELOTAS
Minutos después de las 22, ya en plena noche godoicruceña (y bastante fresquita para ser 7 de diciembre). Los Tipitos salieron al escenario. Con sus prendas extravagantes y coloridas, hicieron un repaso por los grandes éxitos de su mejor disco (“Armando Camaleón”), y también pasaron por otros hits como la clásica reversión que popularizaron del tema de Los Fabulosos Cadillacs, “Siguiendo la luna”.
Como si hubiese sido blanco de alguna “Bujería”, el público se entregó por completo a los hits de Los Tipitos, que más bien demostraron ser unos “Tipazos”. Y las canciones de “Armando Camaleón”, disco que está cumpliendo 20 años en 2024, sonaron a los gritos y hasta dejar afónicos a esos que, quizás y a lo mejor, en 2004 eran jóvenes o adolescentes. Y que aún hoy mantienen esa juventud en su espíritu y alma, a pesar de las dos décadas transcurridas.
Tras una hora de show de Los Tipitos (perdón, Tipazos), fue el turno de la carismática banda Kapanga. Con su buen humor, simpatía y sonrisa características, “El Mono” -voz cantante- hizo bailar, saltar y cantar a todos con “Ramón”, “El Bailarín Asesino”, “Bisabuelo”, “El universal”, “Me Mata” y el siempre presente “El Mono Relojero”.
Claro que no faltó tampoco “Cecator, el borracho” -en versión reggae- y la mención a “una bodega de Mendoza donde hay mucho que tomar”. Kapanga fue una fiesta, como siempre. Y la fiesta fue Kapanga, con “El Mono” como animador, quien además agradeció a la gente y a la vida que le dio una nueva oportunidad tras estar 70 días en una pausa obligada por un infarto que sufrió.
“Volví a hacer lo que más me gusta en mi vida”, cerró ante el aplauso del público.
El cierre del sábado fue pelotero. Porque Germán Daffunchio, Gabriela Martínez y compañía impregnaron de mística rockera el Hipódromo. Y lo hicieron alternando entre sus baladas más románticas y calmas (como “Personalmente”) y aquellos himnos más “pogueros” que hacen sentir que Alejandro “Bocha” Sokol -miembro fundador de Las Pelotas y ex Sumo, junto a Daffunchio- nunca se fue. Ni de la banda, ni de este mundo (falleció en 2009).
CUÁNTO CUESTA BEBER Y COMER EN LA FIESTA DE LA CERVEZA DE GODOY CRUZ
Este domingo se espera el broche de oro de esta nueva edición de la Fiesta Provincial de la Cerveza, y será con María Becerra, “la Nena de Argentina”. Por ello, quienes tengan pensado asistir al último día de la cita, deben tener en cuenta los siguientes precios para comer y beber:
- Cerveza: desde $4.500 la pinta (hay algunas marcas que tienen su precio base en $5.000, y hay algunos stands donde la IPA y otras variedades, por ejemplo, tienen un precio base de $5.500).
- Papas fritas: desde $6.000.
- Lomos: desde $12.000.
- Panchos: $4.000 o dos por $6.000.
- Sushi: desde $12.000 la tabla.
- Hamburguesas: desde $10.000.
- Sándwich de carne: desde $12.000 ($20.000 para compartir).
- Helado: $7.500 el cuarto de kilo, $18.000 el kilo.
Los stands no reciben dinero en efectivo ni pago con billeteras virtuales de forma directa. Por ello es que, con la compra de la entrada, a cada asistente se le entrega una pulsera con un dispositivo plástico donde se permite hacer una carga prepaga de dinero.
Esta carga de crédito se hace en los puntos especialmente dispuestos en el Hipódromo de Mendoza para ello, y aquí sí se puede abonar con dinero en efectivo, tarjeta de débito o billetera virtual. Al finalizar la jornada, a quienes les haya quedado dinero cargado en la pulsera, pueden pasar por los mismos puntos de carga para que se les haga la devolución del remanente.
