El estacionamiento seguro de las bicicletas en el centro mendocino siempre ha sido un tema de preocupación entre los ciclistas; y una deuda tanto municipal como de los dueños de playas de estacionamiento privadas. Postes de luz, carteles con los nombres de las calles y hasta árboles suelen ser los Planes B para los dueños de estos rodados; quienes deben dejarlos encadenados en esos espacios y encomendarse al azar y a la buena fortuna para que no sean víctimas de ladrones.
Ante esta situación, la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza parece haberse preocupado -y ocupado- en la temática. Según indicó el intendente Ulpiano Suarez, la semana próxima enviará un proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante capitalino; con la intención de que las playas de estacionamiento privadas garanticen -de forma obligatoria- espacios en sus playones para que los ciclistas puedan dejar sus vehículos; del mismo modo en que lo hacen los automovilistas.
“El objetivo es que, por ordenanza, aquellas playas que tengan lugar para más de diez vehículos tengan que garantizar espacios para las bicicletas. Dependiendo de la capacidad, será el espacio que deberán destinar a las bicicletas. Y, de acuerdo al cálculo que hemos hechos, en el mismo espacio en el que se estaciona un auto, pueden dejarse seis bicicletas”, sintetizó Suarez, quien destacó que en aquellas playas con lugar para menos de diez rodados motorizados la decisión de destinar espacios para bicicletas será optativa.
Tarifas y estaciones
Además, el intendente resaltó que -de acuerdo al proyecto oficial- la tarifa de la hora o fracción de estacionamiento para los ciclistas en estos establecimientos no podrá superar 10% de la tarifa para los autos. “Se implementa además un sistema de beneficios fiscales para las playas que incorporen lugares para las bicicletas”, detalló Suarez.
Además, destacó que se instalarán dos estaciones de reparación de bicicletas en las esquinas del Kilómetro 0 (San Martín y Garibaldi) y de Arístides Villanueva y Huarpes. Según explicó el intendente, el objetivo es que sean los propios vecinos quienes “apadrinen” estos espacios; disponibles para distintas refacciones que puedan precisar los rodados.