A la ya popular frase de “No sos feo, sos pobre”, ahora se le suma una versión vinculada con las posibilidades amorosas que está –aparentemente- justificada en conocimientos científicos.
La nueva versión de la sabiduría popular plantea que el ser humano es por naturaleza polígamo. En clave de refrán sería más o menos el siguiente: “Sos monógamo, porque sos pobre”.
Sí, la monogamia que practica hoy en día el hombre está relacionada a la pobreza o falta de dinero, según información del sociólogo español Manuel Lucas Matheu.
Tras diversos estudios e investigaciones llevadas a cabo en Madrid, España, por el sociólogo e investigador español Manuel Lucas Matheu, se descubrió que el ser humano desea tener más de una pareja, aunque dicho deseo queda trunco debido a que para llevarlo a cabo hace falta tener recursos económicos para afrontar los gastos que vienen detrás.
Matheu, que es presidente de la Sociedad Española de Intervención en Sexología y miembro vitalicio de la Academia Internacional de Sexología Médica, aseguró a la BBC que “no estamos biológicamente predispuestos hacia la monogamia y que si la practicamos es por un único motivo: somos pobres… Exactamente. Nosotros somos monógamos porque somos pobres. Solo hay que observar nuestra sociedad para entenderlo: los ricos no son monógamos, como mucho son monógamos secuenciales (es decir, a lo largo de su vida tienen consecutivamente varias parejas, una detrás de otra)”.
“Los que no somos ricos no podemos ser monógamos secuenciales porque separarse y divorciarse conlleva un enorme daño económico. Y la poligamia (tener varios compañeros sexuales a la vez) también es muy caro, ni usted ni yo nos la podemos permitir”, agregó el científico.
Las conclusiones a las que arribó el estudioso se basan en los datos que recopiló George P. Murdock, antropólogo que analizó a más de 800 sociedades y descubrió que el 80% no son monogámicas, al contrario, tienen varias parejas sexuales.
De esta forma, Matheu remarcó que en la actualidad la moral y otros factores hacen del ser humano un ente monógamo, olvidándose de su naturaleza. “La cultura occidental ha contaminado a muchísimas otras culturas y ha extendido la monogamia por el mundo”.