Se sabe que las camas hospitalarias son uno de los recursos esenciales para afrontar la Covid-19. Justamente a tener disponibilidad de ellas es que han apuntado en gran medida las decisiones de las autoridades y especialistas. Sin embargo, actualmente la ocupación de camas en Unidades de Terapia Intensiva (UTI) está en 87,74% en el Gran Mendoza y 79,5% si se considera todo el territorio provincial.
Sobre esto hay una variable que permite entender la complejidad que afronta el sistema de salud: en términos generales, la estadía en camas UTI por Covid triplica el tiempo de internación promedio por otra patología.
Los números concretos varían según la realidad de cada efector pero, a grandes rasgos, expresan este mismo escenario. Todo depende del tipo de población que asiste y con qué patologías o cuadros.
Este factor se suma a otro: la demanda aguda de muchos pacientes en el corto plazo producto de la pandemia y es lo que produce el cóctel que puede llevar a sobrepasar la capacidad de respuesta.
Larga estadía
En el hospital Central, la estadía promedio era de 7 días antes de la pandemia y ahora, por coronavirus, el promedio puede estar entre los 15 y 20 días.
“Estos pacientes tienen una internación mucho más prolongada que la que habitualmente manejamos en UTI”, expresó la doctora Sabrina Álvarez, médica intensivista coordinadora de la UTI Covid de ese hospital público. “Siempre hay pacientes de la UTI general con muchos días de internación y son los que hacen aumentar el promedio pero no son la mayoría”, detalló.
En la clínica Santa María, del sector privado, se aprecia lo mismo. Javier Parmucci, director administrativo, señaló que antes había otras patologías con internaciones más cortas. El promedio de estadía en internación era de 2,7 días y hoy, con Covid, ronda en promedio los 10 días.
Hay que considerar factores que influyen en esto y que pueden determinar un cuadro grave con mayor necesidad de atención compleja. Tal es el caso de patologías preexistentes, crónicas y la edad, dado que los adultos mayores tienen más chances de una mala evolución, en particular porque suelen tener comorbilidades.
Este elemento es de peso en el caso de la clínica Santa María, que recibe una alta proporción de jubilados.
“Sin dudas es un factor que incide en la ocupación de camas -señaló Álvarez- porque a veces sale un paciente y no ha terminado la parte crítica, quizás ya terminó el aislamiento porque ya no contagia Covid, pero tiene que seguir en la otra UTI general ocupando cama para terminar de salir de su patología. Esto porque todavía necesita el respirador o un cuidado más por parte de kinesiología”.
“Los pacientes en las terapias intensivas se recuperan en promedio en unos 10 a 15 días; es variable según la gravedad y hay casos que han estado entre un mes y medio y dos meses”, declaró recientemente a Clarín Rosa Reina, presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI). Destacó que los reportes locales están en sintonía con los internacionales.
Hay que tener en cuenta que una cama no es sólo el espacio sino además equipamiento y, sobre todo, trabajadores de la salud que brinden atención especializada.
En el hospital El Carmen, de OSEP, incide mucho el tipo de pacientes que reciben dado que no sólo tiene muchos adultos mayores sino, además, muchos con patologías crónicas. Así lo destacó su director Oscar Boiero, quien advirtió que es muy distinta a la demanda que tiene un hospital de agudos.
Mencionó que dado que sus pacientes son crónicos y complejos, antes un promedio de estadía en UTI era de 10 días. Boeiro dijo que es muy difícil hacer un análisis mientras están sucediendo los hechos, por lo que no tienen un promedio de estadía por Covid-19, pero sí señaló que la máxima por esta patología ha sido de 34 días. “Se incrementó la estadía por Covid pero la sensación que tengo es que, si bien ha aumentado la cantidad de días de internación, lo que más impacta es la simultaneidad de enfermos”, subrayó.
Un dato a tener en cuenta es que 80% de los pacientes con coronavirus cursan cuadros leves o asintomáticos y sólo 5% requiere atención crítica.
Consecuencias
La realidad difiere en cada hospital. La doctora Sabrina Ávarez dijo que los fallecimientos se producen generalmente después de luchar bastante, durante varios días. En cambio, Oscar Boiero indicó que es más habitual que se produzca en poco tiempo y en eso quizás influye que 35% de los pacientes que reciben son adultos mayores.
El tiempo de permanencia en internación UTI está en directa relación con el periodo de recuperación. Una estancia prolongada puede ocasionar lo que se conoce como síndrome post-UCI. Parte de las consecuencias pueden devenir de la intubación durante la internación. “El paciente que estuvo en terapia intensiva y dejó de ser positivo queda con un proceso secuelar a rehabilitar: la rehabilitación visceral (de pulmón y corazón). También con un cuadro neuropático: capacidad muscular disminuida en todo su cuerpo”, detalló el director de OSEP, Carlos Funes.
Este síndrome puede incluir la pérdida de fuerza muscular, cambios en la fuerza motora o sensibilidad debido a la disfunción del nervio, a la depresión, ansiedad, cambios cognitivos, deterioro de la memoria y de la capacidad para razonar.
Variables para tomar medidas estratégicas
La situación tiene impacto en la ocupación de camas y es, justamente, lo que se observa para tomar decisiones y medidas. De hecho, el factor ocupacional es uno de los que se observan para definir las llamadas estrategias on /off, de apertura y cierre de actividades en función de la disponibilidad.
Pero además se ha apelado a otras estrategias. Una es el traslado paulatino de pacientes a áreas menos complejas de atención en cuanto esto sea posible para tener disponibles las camas de UTI.
Se ha buscado tener camas de atención crítica fuera de las UTI, una especie de punto medio con los controles exhaustivos que tienen en ellas. Otra es el traslado de hospitales de alta complejidad a otros de menor complejidad ni bien el paciente comienza con mejoras.