Efecto pandemia: los detalles de las escuelas privadas más baratas y buscadas de Mendoza

La migración de escuelas más caras a otras más económicas se acentúa con la llegada de las próximas inscripciones. La tendencia en los jardines de infantes son las que tienen cuotas inferiores a los 4.500 pesos.

Efecto pandemia: los detalles de las escuelas privadas más baratas y buscadas de Mendoza
Movimientos. Se verifican de colegios que tienen cuotas superiores a los 7 mil pesos hacia los mas económicos.

El sector educativo privado se encontró con múltiples dificultades a causa de la pandemia, en parte por el cierre de las administraciones, y en parte porque muchos padres suspendieron el pago de las cuotas y la morosidad en algunas instituciones alcanzó el 80%. Además, aseguran que al fenómeno de “trasvase” de instituciones privadas costosas a otras con cuotas mensuales inferiores, se le suma ahora un marcado incremento en el interés de los padres por inscribir a los niños del nivel inicial en donde no deban pagar más de $ 4.500 por mes.

El importe responde al valor máximo que cobran los colegios en ese nivel, según el último incremento autorizado por la Dirección General de Escuelas, que tuvo lugar en febrero de este año (15%). Así, el canon va de $ 2.706 a $ 4.495,20, entre conceptos programáticos y extraprogramáticos.

Problemas de la pandemia

Fernando Bertonati, apoderado legal de los colegios del Arzobispado, señaló que, en julio, algunas escuelas observaron un nivel de mora del 80%. Si bien a nivel general no se registra una caída en el número de inscriptos, Bertonati explicó que en algunos colegios más económicos tuvieron un incremento de matriculados, debido a la llegada de chicos provenientes de colegios con cuotas de entre $ 7.000 y $ 12.000.

“Por el momento no hay información sobre la matrícula 2021. Recién se están empezando a hacer reservas de bancos para los alumnos que ya pertenecen a las instituciones. Por ahora lo más previsible es que los padres seguirán eligiendo los colegios que son más accesibles”, agregó.

Esta situación se repite en los casos de ingreso a sala de cuatro. Según explicó la secretaria de una conocida escuela del Este de Guaymallén, la lista de espera para el nivel inicial siempre es extensa (algunos padres inscriben a sus niños hasta tres años antes de que tengan que iniciar el cursado), y a los padres les cuesta encontrar banco porque se da prioridad a los chicos que ya tienen hermanitos en la escuela, a los hijos de docentes, y de exalumnos. “La espera tiende a ser baja (para los padres) en los grados más grandes. En séptimo y sexto es raro que los quieran cambiar, a menos de que tengan hermanitos más chicos, y quieran cambiarlos a todos juntos”, señaló.

Sin embargo, en el contexto de pandemia, la lista ha crecido. La institución consultada tiene una cuota inferior a los $ 3.400, porque cuenta con el 80% del aporte estatal, y está ubicada en una zona de crecimiento de barrios privados, factores que hacen que sea muy requerida.

La secretaria insistió en que los padres valoran “la relación precio-calidad” de la institución, y el hecho de que no se cortó la enseñanza en ningún momento por la pandemia. “Se da mucho el ‘de boca en boca’, y los padres comentan que, si van a pagar una cuota, quieren que los niños tengan clases siempre”, comentó.

En las escuelas más costosas la situación se invierte, y son los “hermanos” de otros niños los que tienen el banco garantizado. Pese a esto, podrían notar una baja en la cantidad de matrículas en febrero próximo, cuando se dé el recambio de año. Antes de eso, muchos padres tendrán que solucionar su situación crediticia, ya que según señalaron desde una escuela de Godoy Cruz, en donde las cuotas superan los $ 10.000, “solo el 20% de los padres está pagando”.

Descuentos y facilidades de pago

En abril, a poco más de una semana de que se decretara el “aislamiento social, preventivo y obligatorio” en todo el país, el ministerio de Educación de la Nación emitió un documento con recomendaciones para las instituciones de gestión privada en el marco de la pandemia.

En el mismo les solicita a estas “garantizar el efectivo derecho a la educación de la población”, y habló de un “esfuerzo compartido” entre las partes, en momentos en que la economía familiar y los servicios privados se ven afectados por la pandemia.

Así, se les solicitó a las asociaciones que nuclean a los colegios privados, “congelar aranceles, no cobrar servicios interrumpidos, diferir el pago de un porcentaje del total del arancel para aquellas familias que no puedan afrontarlos, flexibilizar y extender las fechas de pago”, entre otras recomendaciones.

La matrícula del sector privado

Para la directora de Educación Privada de la Dirección General de Escuelas (DGE), Beatriz Della Savia, los “buenos vínculos” que mantuvieron los colegios con las familias, permitieron un acompañamiento durante el contexto de pandemia, que se refleja en los números, en donde la cantidad de matriculados cayó poco en el sector primario, y se compensó con un incremento en el nivel secundario.

En números, en abril de 2020 habían 96.175 alumnos en el sector privado y para julio se incrementó hasta 96.300. No obstante, si se considera solo la primaria, se observa que en abril había 58.475 chicos, y para julio se registran 58.137. La matrícula incluye secundaria, primaria, educación especial, superior y los CENS de gestión privada.

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