Con el deterioro de las condiciones socioeconómicas, a las áreas que reciben denuncias y solicitud de acompañamiento por violencia de género llegan situaciones cada vez más complejas y graves. Parte del problema es que las personas afectadas demoran más en llegar a pedir ayuda por la dependencia económica o porque no tienen cómo solventar el traslado, según relatan referentes en el tema. Incluso mujeres que ya se habían vinculado con ellos y están siendo acompañadas dejan de asistir o contactarse, lo que ha llevado a estas áreas a implementar estrategias para ir en su búsqueda y desplegarse más en el territorio.
“Lo que estamos viendo es que las situaciones que llegan son muy complejas, en relación a la situación de otros años”, aseguró Belén Bobba, directora de Género y Diversidad de Mendoza. Es lo mismo que observan en las diferentes áreas departamentales que se ocupan del tema. Las dificultades para sostenerse económicamente con hijos a cargo, las amenazas de no dar apoyo económico y de otra índole por parte de los victimarios, hace que las mujeres dilaten la decisión de romper el vínculo, persistan los malos tratos e incluso se agraven.
“Estamos con mucho trabajo”, aseguró. Es que este año llevan atendidas 2.420 nuevas situaciones en la provincia, se trata de casos nuevos a los que se suman aquellos que habían ingresado antes y que siguen acompañando.
Sobre las causas Bobba detalló: “Por la situación económica las mujeres tardan más en evaluar una separación porque no tienen dónde ir, porque viven muchos en la misma casa, porque el programa Acompañar ya no está funcionando, entonces evalúan más la desvinculación y estamos acompañando muchas situaciones que todavía no se desvincularon o sea que siguen viviendo con el agresor y eso para nosotros son situaciones de alto riesgo”.
Tentativas de femicidio
La doctora Aisha Loreley Quiroga, es abogada y Coordinadora de Género, Diversidad y Masculinidad de la Municipalidad de Tupungato. Relató lo que ven desde muy cerca. “Estamos teniendo con mucha frecuencia, y nos preocupa mucho, una cantidad de casos con lesiones graves con tentativa de femicidio, no se llega a consumar el hecho pero nosotros notamos ya desde hace unos meses que ha empeorado la situación y cada vez los casos son más frecuentes y más graves”, contó.
Agregó que también hay muchos casos de abuso sexual simple o ultrajante y que muchas víctimas luego de varios años se animan a denunciar porque hay acompañamiento.
“Las mujeres no están llegando a las áreas, porque hay una situación económica muy vulnerable en nuestro país, obviamente van a elegir entre comprar alimentos para poder tener en el día y poder almorzar o cenar, o poder justamente tomarse un colectivo y llegar hasta el centro donde van a tener el área”, remarcó.
Por ello, “estamos planteando que si la mujer necesita un acompañamiento jurídico, nosotros brindamos asesoramiento gratuito, entonces si es de extrema urgencia o lo que fuera en el momento, yo estoy habilitando las videollamadas para poder atenderla lo más rápido posible y que sepa que tienen que ir al Juzgado de Familia o a la comisaría, lo que fuere, a realizar denuncias o a la toma de medidas, y que si no tiene para poder trasladarse, pueda tener el acceso a la Justicia más rápido”, detalló.
“Cuando vamos a territorio, lo que observamos es el estado de vulneración muy fuerte que se está viviendo en todos los sentidos, en lo social, en lo económico, en lo cultural, en lo educativo, notamos cada vez más vulneración y esto deriva en la violencia, es la dependencia económica que tienen estas mujeres con el agresor y eso imposibilita que ellas puedan salir de su domicilio”, explicó. Porque ellas trabajan pero realizando tareas domésticas y de cuidado en sus hogares y toda esa situación les imposibilita tener un empleo.
Mencionó que cuentan con el programa Nuevas Redes, que es un subsidio que otorga la provincia en carácter de urgencia para brindar un acompañamiento, ya sea habitacional, para un alquiler o para cuestiones económicas extremas, como puede ser alimentación. Además realizan talleres en los distritos.
El caso Fabiola Yañez
La denuncia de la ex primera dama, Fabiola Yáñez, contra el ex presidente Alberto Fernández, por violencia de género disparó las consultas y denuncias a nivel nacional y sobre lo cual varias provincias han dado cuenta.
Se trata de algo que suele suceder cuando el tema toma la agenda pública, tristemente a partir de un caso disparador. Sin embargo, en Mendoza no han notado tal incremento asociado a ese caso puntual.
“A la dirección no se acercaron más mujeres después, nos pasó con lo de Telma Fardín que fue un estallido de mujeres que querían averiguar, denunciar o ser acompañadas por la situación de abuso”; dijo Bobba.
“No hay más consultas sino que son más críticas y la atención es más espaciada”, afirmó en relación a que a las mujeres les cuesta regresar. Asimismo dijo que por la crítica situación que atraviesan muchos hogares en relación al deterioro del poder adquisitivo, muchos turnos suelen coincidir con un pago que no se ha realizado.
Situaciones y estrategias
La mayor parte de los agresores suelen ser parejas o ex parejas, sobre lo cual Bobba dijo que son más las segundas.
“La siguen hostigando, a través de los niños ejercen violencia, hacen que los niños vayan en contra de las mujeres o las manipulan con la cuota de alimentos o con cosas vinculadas a las infancias”, refirió.
“La atención que antes las podías hacer una vez por semana es más espaciada porque no tienen plata para el boleto y en el interior peor”, dijo en relación a departamentos en los que la distancia es mayor. Por eso, desde las áreas de género están yendo mucho más al territorio. Estas estrategias incluyen charlas y acuerdo de entrevistas para llegar a zonas más alejadas.
Dijo que también trabajan en red con otros actores del entorno que tienen contacto con las personas afectadas, como las escuelas, que ayudan a lograr una reunión con la persona violentada.
“Nosotros usamos mucho por ejemplo el camión ginecomamario, que va mucho al territorio, la mujer llega a la consulta por lo que sea y ahí estamos nosotros; también lo que hacemos es construir estrategias con varios efectores para poder llegar a situaciones que sabemos puede ser una situación de riesgo pero la mujer, que quizás no puede ir a la dirección, porque el agresor no la deja, porque la tienen muy vigilada”, relató.
Violencia psicológica y económica
“Vemos situaciones muy complejas”, subrayó Bobba. “Recrudecen por un montón de cosas”, dijo en relación a que las mujeres terminan sufriendo más tipos de violencia. “Tal vez era psicológica y económica y por la crisis económica se vuelve física o, por ejemplo, hace unos meses estaba el programa Acompañar, había como más difusión y no este discurso tan tremendo de que la situación de violencia no existe, porque eso es lo que estamos escuchando”, sostuvo. El programa Acompañar brindaba ayuda económica por 6 meses a mujeres que salían de una situación de violencia de género. Ahora, no está funcionando en un contexto de desmantelamiento de las áreas nacionales dedicadas a esto. Persiste el trabajo de las oficinas locales. La directora provincial dijo que permanententes se acercan mujeres a preguntar si aún están trabajando o podrán brindarles asistencia.
Por el contexto, una de las más presentes en la actualidad y que más recrudece es la violencia económica; junto con la violencia física y la psicológica se encuentran entre las más frecuentes.
Bobba dijo que las mujeres reconocen más rápidamente la violencia psicológica que antes y que otro tanto sucede con la sexual, que antes no se identificaba dentro de una relación de pareja.
“Te relatan sobre todo violencia psicológica o te dicen no me pegó pero me controlaba, no me daba plata, me volvía loca en términos de los celos o de otras cosas que hacen que dudes de tu salud mental”, detalló.