Algo tan simple como enviar un WhatsApp, un correo electrónico, escuchar música a través del teléfono móvil o descargar fotos puede resultar una odisea y hasta una pesadilla para un adulto mayor. Eso fue lo que tuvo en cuenta, en épocas de pandemia -es decir, cuando la tecnología se convirtió en una herramienta vital- la docente y alfabetizadora Claudia Basile, quien de inmediato armó un proyecto para acercar a esta franja etaria a los dispositivos.
Así, Claudia y su colega Carmen García, también alfabetizadora de personas adultas, le dieron forma a una iniciativa que se prolongó en el tiempo y que hoy suma adeptos en dos aulas anexas que posee el Cebja 3-128 Marilín Penna de Ferro y que funcionan en los centros de jubilados de San Roque y de Rodeo del Medio.
Allí ofrecen un taller de alfabetización digital que despertó un gran interés entre los alumnos. La propuesta se suma a otras más tradicionales como alfabetización, donde aprenden a leer y escribir, yoga y taller de emociones.
“Es una tarea hermosa y gratificante. Muchísimos abuelos quedaban aislados durante la pandemia y el teléfono, que puede ser la salvación para muchos, quedaban inutilizados por no saber cómo manejarlos. Este curso tiene el objetivo de ayudarlos y acompañarlos en ese proceso de aprender a hacer cosas simples como desbloquear, enviar un WhatsApp, mirar y ordenar fotos en carpetas o escuchar música”, relató Carmen García a Los Andes.
Claro que muchos de los participantes comenzaron de cero, es decir, ni siquiera sabían leer y escribir. Es el caso de Jorge, de 77 años, uno de los alumnos que está empezando de a poco pero que, asegura Carmen, “aspira a mucho más en el futuro”.
También mencionó la inspiradora historia de Nora, una alumna adulta con una discapacidad motriz que, lejos de darse por vencida, se puso firme a intentar aprender lo mucho que podía resolver con su teléfono móvil.
“Es una tarea muy satisfactoria que también nos permite a nosotras, como docentes, recibir incluso más de lo que muchas veces damos. Es gratificante ver cada logro de los alumnos, que suelen comenzar con juegos para agilizar la mente, siempre con sus teléfonos o tablets y, de a poco, van avanzando e introduciéndose en actividades un poco más complejas y a la vez necesarias en estos tiempos”, sostuvo.
En esa misma línea, el proyecto elaborado en su momento incluye también brindar pautas y tips para aprender a utilizar un cajero automático. Surgió debido a las dificultades que muchas personas encuentran a la hora de extraer dinero y la dependencia que les genera.
Entre las dos sedes mencionadas --Rodeo del Medio y San Roque—concurre un total de 40 abuelos a realizar distintas disciplinas. El taller más concurrido es el de yoga, mientras que el de emociones tiene como finalidad dictar algunas técnicas para el autoconocimiento.
“En definitiva, todas las acciones que llevamos a cabo apuntan a incluir a las personas, que puedan comunicarse, informarse, investigar. Es decir, normalizar algunas cuestiones básicas que para otros son básicas y naturales”, indicó Carmen, para rematar: “Todo esto equivale a mejorar la calidad de vida de los adultos mayores”.
Claudia Basile dijo a Los Andes que en los dos centros de jubilados se garantiza el derecho a la educación, para agregar que se reciben a adultos mayores que están iniciando o dando continuidad a sus estudios primarios.
“Garantizamos, además, el derecho a la salud mental con una serie de actividades integrales entre las que se encuentran talleres de estimulación cognitiva; de percepción con diferentes texturas y espacios y de gestión de las emociones”, enumeró, y agregó el espacio destinado al arte visual y técnicas de teatro. Todo esto, por supuesto, sumado a lo más novedoso y útil en los tiempos que corren y que tiene que ver con el uso de los teléfonos celular, tablets y computadoras.
Las docentes agradecieron el apoyo de Miriam González, actual directora del Cebja 3-128 y quien aprobó el proyecto. También mencionó al presidente del Consejo de la Tercera Edad de Maipú, José Rafael Torres y a la presidenta del Centro de Jubilados y Pensionados Nacionales y Provinciales Silvia Ortega, quienes intercedieron para conseguir los respectivos espacios.
Carmen Laffont, reconocida docente maipucina, exdirectora del Cebja Marilín Penna de Ferro y destacada por haber sido elegida docente inspiradora en un concurso nacional, también dio su parecer respecto de la labor que llevan a cabo las docentes alfabetizadoras Claudia Basile y Carmen García.
“Lo que hacen esas dos profesoras en Rodeo del Medio y en San Roque es, sencillamente, grandioso. No tengo palabras para hablar de su dedicación y compromiso”, indicó Lafont, en diálogo con Los Andes.
“Nada menos que 40 personas adultas mayores acuden al lugar religiosamente a aprender las distintas disciplinas que ellas ofrecen con amor y gran vocación”, agregó.
Mencionó las tratativas que ambas docentes llevaron a cabo de manera incansable para conseguir las dos sedes que hoy abren sus puertas a los abuelos de distintos sectores de Maipú.
“Días atrás los abuelos participaron de una hermosa caminata al aire libre, actividad que se suma a otras tantas iniciativas simples y a la vez innovadoras que promueven una mejor calidad de vida para una franja muchas veces olvidada. Todo esto, insisto, organizado por estas mujeres con gran energía y compromiso social”, indicó Carmen Laffont, referente que fuera reconocida por la Cámara de Senadores por su extensa trayectoria en la docencia, su compromiso y sus destacados aportes a la educación pública provincial.
Dónde informarse
En el Centro de Jubilados Lucila Bombal de Rodeo del Medio las actividades se dictan los lunes, miércoles y viernes de 9 a 12, mientras que en San Roque los martes y jueves de 9 a 12. Los teléfonos para inscribirse son 2615924437 (Claudia Basile) y 2615337294 (Carmen García).