Cada 7 de agosto se celebra el Día de San Cayetano, santo de la caridad y del trabajo que inspiró a generaciones de creyentes a vivir una vida de servicio y compasión hacia los demás, recordando la importancia de la solidaridad y el cuidado mutuo en la sociedad.
San Cayetano falleció el 7 de agosto de 1547 y fue canonizado en 1671 por el Papa Clemente X. Por su legado como cuidador y defensor de los pobres y de los enfermos, se le pide por pan y por trabajo: dos conceptos de los cuales es considerado el patrono.
Para esta fecha, cada año los fieles acuden a los templos o santuarios que llevan su nombre, en diferentes ciudades, y otra tradición es encender una vela, junto con alguna imagen de este santo, para pedirle y agradecerle en su día.
Quién fue San Cayetano
San Cayetano, cuyo nombre completo es San Cayetano de Thiene, fue un santo italiano del siglo XVI, conocido por su profundo compromiso con el servicio a los menos afortunados y su énfasis en la caridad y el trabajo como pilares de la vida cristiana. Su legado se ha mantenido a lo largo de los siglos y continúa siendo relevante en la actualidad.
Nacido en Vicenza, Italia, en 1480, San Cayetano provenía de una familia noble. Sin embargo, en lugar de seguir una vida de comodidades y privilegios, optó por una vida de humildad y servicio. Estudió teología y derecho en la Universidad de Padua y se destacó por su profunda devoción religiosa y su compromiso con la reforma de la Iglesia.
La obra más destacada de San Cayetano fue la fundación de la Orden de los Clérigos Regulares, más conocidos como “teatinos”. Esta orden religiosa se centró en la vida apostólica, la enseñanza y el servicio a los necesitados. Los teatinos se dedicaron a vivir una vida de pobreza, oración y trabajo, siguiendo el ejemplo de su fundador.
Por qué los fieles le piden trabajo a San Cayetano
Uno de los aspectos más conocidos de la devoción a San Cayetano es su énfasis en la importancia del “pan, paz y trabajo” para la sociedad. Durante su vida, trabajó incansablemente para proporcionar ayuda a los pobres y desfavorecidos, abogando por la justicia social y la dignidad humana.
Esta preocupación por el bienestar material y espiritual de los menos afortunados convirtió en un santo venerado especialmente por aquellos que buscan empleo, estabilidad económica y una vida digna.
Oración a San Cayetano
¡Oh glorioso San Cayetano!
Aclamado por todas las Naciones; Padre de Providencia, porque con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades.
Te suplico me obtengas del Señor oportuno Socorro en las angustias presentes y sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén.
Santísima Trinidad ¡Oh Divina Providencia! Concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y sustento.
Concédenos la salud, llévanos por buen camino, que sea siempre la virtud que guie nuestro destino.
Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti confío.
Tu Divina Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido, sustento y los Santos Sacramentos en el último momento.