Diversas investigaciones han puesto en evidencia que el sedentarismo puede favorecer la disfunción eréctil en los varones. Se trata de un tema complejo, ya que tal situación puede tener consecuencias en la salud mental y la calidad de la vida sexual.
Pero, por otra parte, hay un contexto que favorece la “quietud”, el uso de pantallas y más tareas que se realizan de manera remota por vías digitales, además de otros consumos de esta índole, y una sobrecarga de tareas, hacen que se permanezca más tiempo frente a los dispositivos o no haya margen para el ejercicio.
En particular, tras la pandemia, los empleos han incorporado más trabajo híbrido, lo que implica el home office, trabajar desde la casa y moverse menos. No puede dejar de mencionarse que hay otros factores que pueden intervenir, como el estrés y, sobre todo, la edad, ya que a mayor edad aumentan las posibilidades de que se presente.
Esta relación con la actividad se relaciona con la energía, con una mejor circulación sanguínea, la predisposición a enfermedades y mayor estímulo. “Podría estar vinculado a dos cosas: por un lado, que por el reposo exagerado baja la testosterona, y por otro, con el tema de la circulación sanguínea, ya que al no haber suficiente actividad física, baja esa circulación sanguínea”, explicó la sexólogoa y psicóloga Alejandrina Román de Giro.
Además, sumó que ha aumentado el consumo de pornografía, que “hace que la persona quiera acceder a situaciones imposibles de lograr, porque la pornografía es trucada. No puede una persona tener una erección de 24 horas y eso frustra porque es imposible lograr eso”, señaló.
En tanto, advirtió que en la disfunción eréctil, más allá del sedentarismo, hay coadyuvantes como la mayor edad en las personas adultas y en los jóvenes el consumo de sustancias o de alcohol. “Esas son cosas que van a bajar el rendimiento y por eso el consumo de la pastillita azul”, dijo en referencia al sildenafil.
Entre las principales causas que llevaban a los trastornos de erección se consideran el tabaquismo, la ingesta de grasas y el colesterol, entre otros factores.
Cómo influye el sedentarismo en la disfunción eréctil
“No moverse es arriesgar tu función eréctil, corazón, cerebro y articulaciones”, afirmó Sergio Furlan, máster en Actividad Física y Deportes.
“No moverse es como renunciar a la vida misma; la falta de ejercicio reduce la función cognitiva, multiplica el riesgo de enfermedades cardíacas y acelera el declive sexual”, descató en una publicación y sumó que un estudio de Harvard revela que el sedentarismo aumenta en un 30% el riesgo de depresión y en un 50% el de disfunción eréctil.
“Yo creo que la vida o plenitud sexual va de la mano con la calma, la tranquilidad y el enfoque en la calidad de vida, la búsqueda del placer sólo se puede lograr cuando tenemos resueltos nuestros problemas mayores. El deporte mejora indefectiblemente nuestro organismo y potencia nuestros pensamientos positivos, de allí que uno puede permitirse estar en consonancia con los factores ligados al placer, entre ellos podría considerarse la vida sexual, la seguridad personal y la expresión emocional”, opinó en diálogo con Los Andes.
Trajo a colación estudios internacionales realizados en Reino Unido y publicados en British Journal of Sports Medicine que indican que el ejercicio aeróbico de intensidad moderada a vigorosa es particularmente efectivo para mejorar la disfunción eréctil (DE). Allí se advierte que la actividad física favorece la salud vascular y, por ende, la función eréctil, reduciendo los síntomas de la DE tanto en intervenciones a corto como a largo plazo.
Un estilo de vida sedentario se asocia con un mayor riesgo de DE, en tanto contribuye a la obesidad, la diabetes y otras comorbilidades que afectan negativamente la función eréctil.
Un estudio publicado en Andrology y replicado en una publicación El Mundo, de España, descubrió que cada aumento de 72 minutos ante el ordenador para realizar actividades de ocio durante el tiempo libre parece aumentar más de 3 veces la probabilidad de sufrir disfunción eréctil.
Evaluaron a 220.000 hombres de entre 40 y 69 años. Concluyeron que el estilo de vida sedentario, al igual que la obesidad, representan factores de riesgo para la disfunción eréctil porque pueden ser la causa de varios problemas, incluyendo las enfermedades cardiovasculares.
Por el contrario, según la publicación, el ejercicio aeróbico, como nadar, andar en bicicleta o correr son las actividades que se consideran eficaces para mejorar la erección ya que pone en movimiento el sistema cardiovascular y estimulan el metabolismo, además de reducir el estrés. En tanto, el entrenamiento anaeróbico puede ayudar a aumentar los niveles de testosterona, que tienen mucha importancia en la regulación de la libido y la actividad sexual en general
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona se considera sedentaria cuando no cumple con las recomendaciones mínimas de actividad física semanal. La organización recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada, o 75 minutos de actividad física vigorosa, a la semana para adultos de entre 18 y 64 años.
Además, el sedentarismo implica no solo actividad física insuficiente, sino que si se cumpliera con ese tiempo de actividad, también lo sería la acumulación de largos periodos de inactividad (como estar sentado o acostado) durante el día.
Impacto de la disfunción eréctil
La sexóloga explicó que el aparato sexual del varón es más vulnerable que el de la mujer. “El aparato sexual femenino es mucho más noble porque a pesar de que por la edad puede haber transformaciones y limitaciones en la mucosa o mayor dolor en la penetración porque no hay lubricación adecuada, suponte en la menopausia, en la andropausia o también en gente joven, el hecho de no tener una actividad sexual frecuente, un fenómeno mundial que se está presentando, baja el rendimiento”, comentó.
“El hombre es tónico, está invadido por testosterona todo el día, mientras que las mujeres somos cíclicas, tenemos distintas hormonas a lo largo del mes, y esto hace que la mujer esté como más predispuesta para una sexualidad en el momento de la ovulación, estamos preparados biológicamente así. Pero el varón, al estar tónico, tiene la misma impregnación corporal de testosterona, aunque tiene picos sobre todo en la madrugada, en los cuales aumenta la testosterona. Pero el hecho de estar sedentario, hace que se anule también esa testosterona, como que entre en receso. Y si no hay estímulos que provoquen una excitación y por lo tanto una erección, el órgano se mantiene inactivo, lo cual hace que no tenga la dilatación suficiente o no esté en las condiciones óptimas como para tener un encuentro exitoso”, detalló.
La disfunción eréctil tiene impacto en la salud sexual y hasta mental de los varones. Aunque en el último tiempo han habido cambios en cuanto a los estereotipos y concepciones, en algún punto persisten y condicionan.
“Es devastadora; si bien han cambiado mucho los parámetros en cuanto a la masculinidad y demás, la mujer es más permisiva, acepta, no va a cuestionar a un hombre. Al contrario, la mujer lo va a ayudar y demás. Pero para el hombre sigue siendo una cosa muy importante el poder cumplir, el modelo de estar siempre listo y demás”, refirió. Esto en relación a grupos que no han hecho todo el proceso de lograr desestructurar ese viejo modelo masculino. “Lo ve como un fracaso, como que algo le pasa, pero como tenemos la famosa pastillita, es más difícil que suceda”.
Esta carga es tal que incluso muchos jóvenes la usan porque consumen alguna sustancia, como alcohol, y la usan para evitar dificultades.