Milagro Sala volvió a estar en la escena mediática en los últimos días tras ser internada por una “trombosis venosa profunda”, situación que la condujo a quedar internada desde el lunes en un sanatorio de San Salvador de Jujuy. Hasta allí fue el presidente Alberto Fernández, que en medio de la crisis por el dólar canceló su agenda para visitar a la dirigente social, motivo que despertó quejas de la oposición y opiniones desde todos los sectores.
Uno de los argumentos principales de los reproches al presidente es que se trata de una mujer condenada por la justicia, debido a hechos que cometió valiéndose de su privilegiada posición política a la que llegó de la mano del kirchnerismo. De hecho, Milagro Sala está en detenida desde 2016, cuando fue arrestada en Jujuy, su provincia natal.
Un largo prontuario
La dirigente social y política fue condenada por ser considerada jefa de una asociación ilícita, además de los delitos de fraude a la administración pública y extorsión. Las acusaciones surgieron en el marco de la causa denominada “Pibes Villeros”, en las que se investigó el desvío de fondos públicos.
Esta “megacausa”, tal vez la más importante en su contra, le trajo consecuencias en enero de 2019, cuando Milagro Sala fue condenada a 13 años de prisión por fraude a la administración pública y extorsión en concurso real por el desvío de fondos de $60 millones del estado destinados a la construcción de viviendas sociales.
Sin embargo, la líder jujeña tiene un largo prontuario con 15 causas judiciales en las que se encuentra o encontró procesada. En ellas se investigó desde el desfalco de $700 millones, hasta “huevazos”, acampes y hasta el encubrimiento de un homicidio.
Todo empezó en enero de 2016, apenas asumió el gobernador jujeño Gerardo Morales -ligado a la UCR-, luego de que el juez Raúl Gutiérrez ordenara la detención de Sala considerando que cometió delitos en situación de flagrancia, tras un acampe en plaza Belgrano, en la capital provincial, que duró un mes y fue organizado por la organización que ella lideraba.
No pasaron muchos días hasta que el juez Gastón Mercau dictó la detención de Sala, acusándola de liderar una asociación ilícita, de fraude a la administración pública y de extorsión. Esta denuncia había sido hecha por el gobierno radical, que la acusaba de haber desviado $29 millones provenientes de fondos públicos.
Un mes después se dictó su detención por otra causa, en la que se acusó a la líder de la Tupac Amaru de haber encubierto un homicidio ocurrido en 2007. En esta ocasión Milagro Sala fue procesada y se le dictó prisión preventiva por lesiones graves, por un hecho ocurrido en 2006. Ese mismo año, nuevamente le dictaron prisión preventiva en una causa por privación ilegítima de la libertad, aunque, finalmente, se resolvió la falta de mérito de Sala.
Tiempo después, en 2016, la líder social jujeña también fue condenada a tres años de prisión en suspenso por una protesta en la que le arrojaron huevos al entonces senador y hoy gobernador, Gerardo Morales, hecho por el que la consideraron instigadora de daños agravados.
Tras una intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en junio de 2017, la justicia de la provincia de Jujuy le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria, condición en la que permanece hasta el día de hoy. De esta manera, Milagro Sala permanece detenida desde hace 6 años, 5 meses y 13 días.