En el marco de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció en el año 2011 el Día Mundial del Síndrome de Down.
Esta iniciativa reafirma la importancia de garantizar los derechos fundamentales y la plena inclusión de todas las personas con discapacidad en la sociedad.
La conmemoración de este día nos recuerda la necesidad de promover la conciencia y el entendimiento, especialmente en ámbitos familiares, educativos y comunitarios, en relación a las personas con síndrome de Down.
Es esencial proporcionarles el apoyo y las oportunidades necesarias para que puedan alcanzar su máximo potencial y participar activamente en la vida cotidiana.
El origen del Día Mundial del Síndrome de Down se remonta al 21 de marzo de 2012, fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La elección de esta fecha simbólica se debe al proceso genético conocido como Trisomía 21, que caracteriza a esta condición. El día 21 del tercer mes del año representa esta trisomía, que es la presencia de un cromosoma extra en el par 21.
El Síndrome de Down, lejos de ser una enfermedad, es una condición genética que ocurre cuando hay un material genético adicional en el cromosoma 21.
Esto puede resultar en discapacidad intelectual y ciertos problemas físicos, como trastornos cardíacos y digestivos. Aunque su causa exacta aún no está completamente comprendida, se cree que puede ser el resultado de un error en la división celular durante el desarrollo embrionario.
La importancia del Día de personas con Síndrome de Down
Es fundamental reconocer los derechos y la dignidad de las personas con Síndrome de Down. Tienen derecho a la igualdad de oportunidades, la participación plena en la sociedad y la protección contra cualquier forma de discriminación o abuso.
La Agenda 2030 de las Naciones Unidas incluye el Día Mundial del Síndrome de Down como parte de sus objetivos de desarrollo sostenible, destacando la importancia de garantizar la inclusión y el bienestar de estas personas en todo el mundo.
A pesar de los desafíos que enfrentan, las personas con Síndrome de Down tienen mucho que ofrecer a la sociedad. Con el apoyo adecuado y el reconocimiento de sus habilidades y contribuciones, pueden desempeñar un papel valioso y significativo en la comunidad.