El miércoles por la noche, en la ruta que conecta Ugarteche con Tupungato (zona conocida como La Picada), un vehículo que circulaba a alta velocidad atropelló a un animalito que intentaba cruzar la ruta. Y si bien el conductor de este vehículo continuó su marcha sin siquiera disminuir la velocidad, otro joven que conducía su auto y venía detrás del primero de los vehículos detuvo la marcha para ver qué había pasado. Y se encontró con un pequeño ejemplar de zorro gris, que quedó tendido en la calzada tras salir girando por debajo del primero de los autos. De inmediato el solidario conductor dio aviso a las autoridades de la Fundación Cullunche, por lo que el jueves por la mañana fue recibido y asistido en el lugar. Y más allá de los esfuerzos y tratamientos, durante las primeras horas del viernes a la mañana el ejemplar falleció.
Casi en simultáneo al momento en que la veterinaria Jennifer Ibarra (presidenta de Cullunche) constataba el fallecimiento de esta pequeña zorrita (se cree que tenía 5 meses), también este viernes por la mañana llegaba al centro de asistencia de la fundación otro zorro gris. Había sido rescatado el jueves por efectivos de la Policía Rural de Mendoza en la zona del Parque Industrial de Las Heras y presentaba una lesión en una de sus patas.
“Es impresionante la cantidad de zorritos grises que hemos atendido esta temporada. Desde diciembre y hasta el momento, solo en Cullunche, hemos atendido a 9 ejemplares que llegaron con distintas lesiones. El verano pasado no tuvimos más de 2″, destacó Ibarra en un break que logró hacer luego de confirmar -tristemente- que la zorrita que había llegado desde la picada acababa de fallecer y antes de atender al otro animal que había sido rescatado en el Parque Industrial de Las Heras.
“Todos los zorros que han llegado vienen de zonas de finca. Y, más allá de los que han sido atropellados, muchos vienen con lesiones que le ocasionan perros. Ese es uno de los principales problemas”, reflexionó Ibarra.
Según las estadísticas de la Red Argentina de Monitoreo de Fauna Atropellada (fauna-atropellada.org.ar) las zonas más críticas en Mendoza son Chacras de Coria y precisamente la zona que vincula Ugarteche con el Valle de Uco. En esa zona, en un solo mes se reportaron 4 animales atropellados (enero 2022).
Los casos más recientes
La zorra que falleció esta mañana en el centro de atención veterinaria de Cullunche llegó al lugar con fractura de cadera y lesiones en la vejiga. “Estaba cambiando los dientes, por lo que estimamos que tenía 5 meses. En cuanto a las lesiones, en la mayoría de los atropellos a animales -ya sea zorros o perros- con autos, la lesión fundamental es la fractura de cadera. Luego de ver que ayer estaba mal y no se había levantado para nada (ni siquiera para orinar), esta mañana llegamos con la idea de operarla y revisar las lesiones internas, pero la zorrita falleció”, destacó, compungida, la presidenta de Fundación Cullunche.
A raíz de las primeras lesiones que le diagnosticaron, se le aplicaron analgésicos y antibióticos, y estuvo despierta prácticamente todo el jueves. “A diferencia de los perros, los zorros y la fauna silvestre no está acostumbrada a las situaciones de encierro, por lo que también sufren un gran estrés. Pero no queda otra pada poder atenderlos y curarlos”, continuó.
Desde la ONG hicieron hincapié en la gran cantidad de cachorros que han recibido para atención en esta temporada de verano (precisamente el fin de semana liberaron a 5 zorros que lograron recuperarse). “Los 9 zorritos que hemos recibido desde diciembre son casi todos cachorritos y vienen de zonas de finca la mayoría (San Martín, Junín, San Rafael e inmediaciones). El año pasado solo tuvimos 2 y, por lo general, son adultos. Nunca hemos tenido tantos cachorros”, reflexionó Ibarra, quien agregó que en la mayoría de los episodios recientes llegan los pequeños ejemplares huérfanos y a quienes los perros les acaban de matar a la madre (e, incluso, algunas crías tampoco sobreviven).
Las amenazas y recomendaciones
No solo los conductores imprudentes y la alta velocidad son las grandes amenazas de estos animales silvestres -como ocurrió con la zorra que falleció esta mañana-, sino que muchas veces son perros y otros animales domésticos los artífices de los ataques, combinado con la irresponsabilidad de sus dueños.
“Hay muchos perros de finca que son realmente dañinos. En el caso de los zorros, la problemática suelen ser no solo perros cimarrones, sino perros que tienen dueños pero que son alentados a atacar a la fauna silvestre. Son perros cuyos dueños no les dan de comer, entonces carroñean y matan guanacos, libres, zorros y zarigüeyas. Basta con que vean a estos animales para que los perros los ataquen, directamente”, reflexionó con preocupación la médica veterinaria.
Incluso, Ibarra destacó que muchas veces son los propios dueños de estos animales quienes los alientan a perseguir y atacar a la fauna silvestre. “El zorro es un predador que se mete en los gallineros, pero no es un animal extremadamente salvaje. El problema es que muchas veces la gente no entiende que lo que hay que hacer es cerrar bien el gallinero, ponerle un techo -por ejemplo- para que el zorro no lo cace. Pero no lo hacen, prefieren ahorrar eso y consideran que es más fácil combatir al predador; nunca se piensa en la convivencia armónica entre especies” agregó la vocera de Cullunche.
El aporte de los zorros en el ecosistema
Salvo excepciones, la mayoría de los casos que se atienden en los centros veterinarios involucran a zorros grises, ya que el zorro colorado suele vivir en las zonas más altas de la precordillera y no suelen bajar al llano a buscar comida.
“Poca gente sabe de la importancia de los zorros y que, entre otras cosas, son grandes diseminadores de semillas. Esto se da porque, cuando el zorro no consigue cazar nada, come fruta. Y una vez que la digieren, la caca del zorro está llena de semillas que quedan en el suelo y comienzan a germinar. Se ha descubierto, por medio de estudios minuciosos de la Universidad de La Pampa, que el rol de los zorros es fundamental para la restauración de los ecosistemas, en especial con los desmontes e incendios que son una constante”, explicó.
Entre las principales recomendaciones, la especialista destacó la más básica -”no hacerles daño a los zorros ni a otra fauna silvestre”-, y también pidió a los productores que tomen los cuidados necesarios en gallineros y corrales, para evitar que se escabullan por el jugar. Además, pidió que se desaliente esa costumbre de empujar a perros y gatos para que persigan a otros animales autóctonos.
Emotiva liberación de 6 zorros recuperados
El fin de semana pasado, en el piedemonte mendocino, fueron liberados 5 ejemplares de zorro gris que habían llegado al centro de recuperación de la Fundación Cullunche. “Pudimos devolver a su hábitat a 5 de los 7 zorritos que, hasta el fin de semana, habían ingresado durante todo el verano. La mayoría había ingresado producto de ataques a las madres, quienes murieron y dejaron a los cachorros huérfanos. Se los crió en aislamiento humano para que no se acostumbren a la gente y cuando tuvieron tamaño para valerse por sí solos y estuvieron recuperados, se los liberó”, rememoró Ibarra.
En su hábitat natural, los zorros grises sueñen permanecer junto a sus padres hasta los 4 o 5 meses. Al llegar a esa edad, se “independizan”. Pero como todos los animales que habían llegado al centro veterinario habían perdido a sus padres siendo muy chiquitos, debieron criarse en cautiverio.