En una jornada electoral que se presentó muy tranquila, en tres escuelas de la Ciudad de Mendoza se realizó la identificación biométrica, una prueba piloto que apunta a la identificación de los votantes a través de sus huellas dactilares.
Para ello, se dispusieron dispositivos, similares a un posnet, en cada mesa de los establecimientos elegidos para que los votantes que accedieran de manera voluntaria, participaran del operativo que busca agilizar el sistema y aspira en el futuro a reemplazar la búsqueda en el padrón de manera manual.
Así, en estas elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) nacionales, la Cámara Nacional Electoral realizó por segunda vez en la provincia el procedimiento que ya había implementado en 2019.
La escuela Ingeniero Pablo Nogués recibió 7 dispositivos, la Bartolomé Mitre la misma cantidad y Nuestra Señora de la Misericordia, 5. Además, en cada uno de estos establecimientos se designó un delegado para velar por el procedimiento y quienes cobrarán un viático de $15 mil.
La participación de los votantes es voluntaria así como las autoridades de mesa tuvieron la posibilidad de negarse a utilizarlo.
Buena participación y dificultades
Carlos Peralta, delegado tecnológico en la escuela Misericordia comentó que en general la gente ha accedido, y coincidió con la percepción de la mayor parte de las mesas consultadas en que los adultos mayores aceptaron en general de buen grado mientras que entre quienes rechazaban participar se encontraban mayormente adultos jóvenes.
Explicó que cada dispositivo tiene cargado el padrón correspondiente a la mesa en que se entregó y no tienen conexión a internet.
En general no presentaron problemas, aunque sí se identificaron algunas dificultades. Entre ellas, que muchos votantes no conocieran el procedimiento lo que implicó que las autoridades de mesa debieran explicarles lo que generó demoras en algunos casos. Por eso, algunos los usaron por momentos, y cuando se armaban filas los dejaron de lado.
El presidente de la mesa 62, de la mencionada escuela, directamente decidió no usarlo justamente para evitar dilaciones al tener que explicar la situación a la mayor parte de los votantes. Allí también, en la mesa 65, Silvia Levi, la presidenta, dijo que lo usaron de manera intermitente. “Lo usamos más temprano porque nos demoraba y se hizo mucha fila, porque además tarda mucho en leer la huella”, apuntó.
La vicepresidenta agregó. “No tiene tanta sensibilidad para todas las huellas, sobre todo para gente mayor”.
Es que según explicaron con la edad comienza a alterarse, tal el caso de Nélida Martín, de 88 años, quien debió explicar a las autoridades su situación. “No tengo huella, no puedo poner el dedo, si no puedo ni cobrar en el banco”.
De todas formas, para la mayoría a la que le funcionó fue una experiencia ágil. “Me parece bien que se haga esta prueba, no me demoré nada”, aseguró Juan José al salir del cuarto oscuro.
Cómo funcionaron los identificadores
Lo que se busca es cotejar la base de datos del Registro Nacional de las Personas (Renaper) con la del Registro Nacional de Electores.
“Para cada mesa se está configurado el dispositivo para que tenga el padrón de esa mesa. Lo que hace el dispositivo más que nada es facilitar la identificación del elector, no influye en nada con respecto a la votación, o sea la votación va a seguir exactamente igual, documento vigente, si está en el padrón se vota, esto no es excluyente para votar”, detalló Peralta mientras se efectuaba.
De este modo, lo que permite el proceso es constatar la identidad del votante pero al mismo tiempo actualizar, de ser necesario, la huella. Si coincide, todo queda igual.
“Lo que facilita es la identificación del elector y de paso aprovechamos para actualizar la base de datos de la huella dactilar en el padrón electoral porque al pasar el tiempo no siempre es la misma huella que tenemos registrada en el DNI, se puede tener una cicatriz o una modificación”, refirió Peralta.
“Esto es para ver si esta prueba funciona, y en un futuro utilizar la medición biométrica para identificar el padrón más rápido y evitar estas colas. Pero en realidad lo que ocurre es que el aparato va a levantar información, va a levantar la huella para guardarla”.
Explicó que cada presidente de mesa, cuando se le ofrece, accede voluntariamente y que el elector forma parte del proyecto. El proceso se inicia al colocar un dedo sobre el dispositivo e inmediatamente la pantalla el visor arroja la ubicación de la lista, número de mesa, el nombre y el DNI.
Agregó que en caso de que no identifique la huella, a la tercera vez graba una huella nueva en ese sistema. “Eso después va a Buenos Aires, lo maneja la parte de seguridad biométrica, y ellos se encargan de ver si corresponden o no los datos”, apuntó.
Dijo que no se habían presentado inconvenientes y que la aceptación de la gente ha sido bastante alta. En general, 80% ha querido hacer la medición. “Hemos tenido bastante más aceptación por la gente mayor que por la gente joven”, señaló.
Peralta también mencionó que muchas personas desconocían la existencia de esta prueba porque quizás la difusión no ha sido demasiado amplia.
Se había dispuesto que se efectuarán en 19 mesas aunque las autoridades podían negarse a utilizarlo.