Qué es el “resplandor sexual” y por qué garantiza mejores relaciones de pareja

Se trata de un estado general de bienestar que afecta a las personas luego del sexo y que tendría vinculación con el hecho de que las parejas duren más tiempo juntas

Qué es el “resplandor sexual” y por qué garantiza mejores relaciones de pareja
La sensación de bienestar puede durar hasta 48 horas (AP / Archivo)

Sabido es que mantener relaciones sexuales con frecuenta aporta una buena cantidad de beneficios que van desde el mejoramiento del ánimo a cuestiones más complejas como mantenimiento y equilibrio hormonal del delicado sistema endocrino o la protección del sistema cardiovascular. Pero hay algo que la ciencia ha descubierto recientemente y que tiene que ver con un efecto glow que se produce en el momento inmediatamente posterior al sexo y que se denomina “resplandor sexual”.

Se trata de un estado general que se irradia luego de tener relaciones sexuales y que provoca no solo un subidón de energía sino que, a largo plazo, garantiza un mayor vínculo afectivo con la pareja y -por ende- una relación más prolongada.

En primera instancia, el resplandor sexual dura unas 48 horas, mucho más de lo que se estimaba previo a los estudios científicos. Pero además, una investigación de la Universidad de Florida, demostró que los efectos secundarios de las relaciones sexuales repercuten en nuestra vida personal y profesional de distintas maneras.

Hasta el momento la ciencia había demostrado que el placer que estimula la segregación de endorfinas y oxitocina tenía ciertos beneficios para el organismo. Sin embargo, el estudio encabezado por la médica y psicóloga Andrea Meltzer, determinó que el resplandor sexual (afterglow en inglés) hace que aumente el afecto hacia la pareja pero también genera un estado de suprema felicidad que lo impregna todo, aumentando la empatía con el resto del mundo, incluso con los jefes y los compañeros de trabajo.

Esta investigación, que fue publicada en la revista científica Journal of Psychological Science, explica que el sexo puede crear un vínculo entre las parejas y que el resplandor sexual es el responsable de este efecto.

Para demostrarlo, los investigadores pidieron a 200 parejas de recién casados que anotaran cada noche, antes de irse a la cama y durante 14 días, si habían tenido relaciones o no y que valorasen su grado de satisfacción y felicidad en relación a su vida sexual, su pareja y su relación en términos generales.

Por un lado, los autores del estudio advirtieron que los encuestados dieron un resultado por debajo de la media en cuanto a cantidad de relaciones durante el periodo que duró el estudio. Esto es que el promedio de relaciones manifestadas por las parejas fue de 4 durante 14 días, muy por debajo de lo que los investigadores estimaron previamente. Sin embargo, el hecho de que fuera por debajo del estimativo, no influyó en el resultado en cuanto a la sensación de bienestar y alegría posteriores al coito.

Andrea Meltzer, afirma que “El sexo presumiblemente facilita la vinculación entre las parejas, pero ¿cómo se mantiene ese vínculo? Perspectivas evolutivas sugieren que el resplandor sexual sirve para este propósito”, detalla.

No obstante, como la calidad es más importante que la cantidad, los resultados confirmaron lo esperado –las valoraciones eran más positivas las noches en que sí habían tenido relaciones- pero también aportaron una sorpresa: su felicidad se alargaba hasta 2 días después. Algo que, obviamente, también repercutía en la visión de su relación a largo plazo. “Nuestra investigación muestra que la satisfacción sexual sigue siendo elevada 48 horas después del acto sexual”, señala la investigadora.

Como consecuencia, el estudio determinó que las parejas que tienen relaciones sexuales satisfactorias, tienen mayores probabilidades de durar más tiempo. “Las personas con una mayor persistencia sexual, es decir, las personas que tienen un nivel más alto de satisfacción sexual 48 horas después del sexo, reportan mayores niveles de satisfacción de la relación varios meses después”, destacó Meltzer.

Otro dato curioso que arroja el estudio es que esta asociación no cambió según el sexo o la edad de los participantes y se mantuvo incluso después de que se tuvieron en cuenta la frecuencia sexual, los rasgos de personalidad, la duración de la relación y otros factores. Además, ese efecto positivo que proporciona la relación sexual se mantenía a pesar de las peleas y otros aspectos negativos que podía haber en la pareja.

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