Jada Pinkett, la esposa de Will Smith, padece desde hace varios años de alopecia. Es una enfermedad que tiene como consecuencia la pérdida de cabello, que se puede dar tanto en el cuero cabelludo como en otras partes del cuerpo de manera temporal o permanente.
Es una enfermedad en la que el sistema inmune “ataca y destruye por error los folículos pilotos sanos”. Aunque se considera hereditaria, hay casos en los que aparece luego de un evento importante en la vida, como un traumatismo o el embarazo.
El principal síntoma de la alopecia es la caída del cabello, sobre todo en el cuero cabelludo, aunque quienes la tienen, también pueden presentar ardor y picazón.
En algunos casos la enfermedad desaparece luego de un tiempo y el cabello vuelve a crecer, pero para los casos más intensos se recomienda un tratamiento que puede incluir inyecciones de esteroides bajo la superficie de la piel, medicamos aplicados directamente o terapia de los ultravioleta.
QUÉ PASÓ ENTRE JADA Y CHRIS ROCK
Este domingo en la entrega de los Premios Oscar, se vivió un tenso momento que tuvo como protagonista a Will Smith. La esposa del actor padece de alopecia y Chris Rock le hizo una broma con respecto a su enfermedad.
Chris Rock comparó el cabello corto de su esposa con el personaje de Demi Moore en la cinta “G.I. Jane”, ya que la actriz aparece rapada.
La supuesta broma tampoco le gustó a Jada Pinkett, quien en más de una ocasión habló sobre la lucha que enfrenta por su enfermedad y que la llevó a tomar la decisión de raparse la cabeza luciendo un look único que la caracteriza.
En diciembre del año pasado decidió compartir con sus seguidores en redes sociales el motivo por el que se rapó la cabeza: “Voy a cortarme todo hasta dejar ver el cuero cabelludo para que nadie piense que me he sometido a una cirugía cerebral, o algo así”.
En 2018 en entrevista para el programa “Red Table Talk” la también actriz habló el momento en que comenzó a perder su cabello: “No es fácil de afrontar. Estoy luchando contra problemas de pérdida de pelo. Un día estaba en la ducha y, de repente, encontré que tenía puñados de cabello en mis manos”.
