La endometriosis es una afección que puede impactar fuertemente en la calidad de vida de las mujeres que la presentan. Y en particular, se trata de una condición que puede tener consecuencias en la sexualidad, en el disfrute y en la predisposición. Quizás incluso pueda conllevar problemas de pareja. Es que uno de los problemas, es que se trata de algo sobre lo que cuesta mucho hablar, sobre lo que pesan tabúes y eso confabula en la buena comunicación. Incluso, otra particularidad es que se suelen dilatar las consultas médicas, pese a que se trata de una situación que puede provocar mucho dolor.
Ocurre cuando un tejido similar al que recubre el interior del útero crece fuera de este. Por ende, se comporta casi del mismo modo: el tejido endometrial se engrosa, se separa y genera un sangrado en cada ciclo menstrual. El problema es que crece en lugares donde no debería y no se va del cuerpo, es decir que es algo que no tiene cura, pero puede tratarse para atenuar sus consecuencias y síntomas. Puede afectar los ovarios, las trompas de Falopio y el tejido que recubre la pelvis.
Suele ser dolorosa y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a alrededor de 10% de mujeres y niñas en edad reproductiva. Se estima que en el mundo serían unas 190 millones de personas. Si bien no hay un dato fino de cuántas mujeres podrían estar afectadas en Mendoza, este puede inferirse a partir de las tasas internacionales. En la provincia hay una población de 2.014.533 de personas, de las cuales 51,67% son mujeres. Esto implica que son 1.040.909, aunque de todas las edades. Haciendo un cálculo somero de cuántas podrían estar en edad reproductiva, de acuerdo al porcentaje de población por edad del censo 2022, podrían ser en torno a unas 800.000 mujeres. Esto puede llevar a estimar que unas 80.000 mujeres pueden tener esta afección en la provincia.
Puede ocasionar dolor intenso durante las relaciones sexuales, lo cual también puede suceder durante la menstruación, al defecar o al orinar. También puede producir dolor pélvico crónico, distensión abdominal, náuseas, fatiga y, en ocasiones, depresión, ansiedad e infecundidad. Cuando la endometriosis afecta los ovarios, se pueden formar quistes llamados endometriomas. El tejido circundante puede irritarse y formar un tejido cicatricial. También es posible que se formen bandas de tejido fibroso, llamadas adherencias. Estas pueden causar que los tejidos pélvicos se peguen a los órganos.
Mejorar la salud sexual
Cada 4 de agosto es el Día Mundial de la Salud Sexual, promovido por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS). En ese marco, se busca poner en agenda aquellos temas que la afecten y promover su cuidado. Esta es definida por la OMS como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; la cual no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad.
Como sucede con todas las enfermedades, una consulta temprana es sinónimo de mejores resultados y perspectivas. Sin embargo, la endometriosis carga tabúes y mitos. Por eso, la doctora Mónica Bonin, cirujana y especialista en endometriosis, respondió sobre las principales dudas sobre el tema.
-¿Qué es la endometriosis?
-La endometriosis es una enfermedad crónica e incurable caracterizada por la presencia de tejido similar al endometrio (revestimiento del útero) fuera del útero. Esto provoca una reacción inflamatoria crónica que puede llevar a la formación de adherencias endometriales en la zona pélvica y otras partes del cuerpo.
-¿Tiene factores de riesgo? ¿Hay alguna población más propensa a desarrollarla?
-En cuanto a factores de riesgo, existen algunas variables que podrían significar una mayor probabilidad de desarrollar esta enfermedad: su origen tiene que ver con una genética predisponente, un medioambiente físico, inmunológico y hormonal alterado, y un estado proinflamatorio. La característica más importante es que es una enfermedad dependiente del estrógeno, por lo que puede afectar a la mujer desde sus primeros ciclos menstruales hasta la menopausia.
-¿Cómo afecta la calidad de vida de las personas?
- La endometriosis puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una mujer, afectando no solo su salud física sino también su bienestar emocional, social y laboral. Esta patología se caracteriza por el crecimiento de tejido similar al endometrio fuera del útero, formando lesiones que pueden causar intenso dolor menstrual, sangrado abundante y dolor durante las relaciones sexuales. Este dolor crónico puede ser debilitante, limitando las actividades diarias, el trabajo y la vida social. Por otro lado, la endometriosis es una causa común de infertilidad, lo que puede ser emocionalmente agotador para aquellas personas que desean tener hijos.
Todos estos síntomas, en conjunto con los efectos secundarios de los tratamientos y la naturaleza cambiante de la enfermedad pueden resultar en ansiedad, depresión, estrés, baja autoestima y una imagen corporal negativa.
-¿Cómo afecta la sexualidad?
La endometriosis puede afectar la sexualidad de una mujer de diversas maneras, y la incomodidad para hablar del tema y los tabúes existentes juegan un papel crucial en esta ecuación.
El dolor durante o después de las relaciones sexuales, uno de los síntomas que caracteriza esta enfermedad, puede afectar la intimidad y la satisfacción sexual, generando estrés y ansiedad. A la vez, el dolor crónico, la fatiga, los desequilibrios hormonales y el impacto emocional de la enfermedad pueden afectar la libido y el interés en las relaciones sexuales. La endometriosis puede también afectar la percepción que una mujer tiene de su cuerpo, especialmente si experimentó cirugías o cambios físicos debido a la enfermedad. Esto puede afectar su confianza en sí misma, así como también su deseo sexual.
-¿Parte del problema en este sentido puede ser la incomodidad de las personas a manifestar su situación? ¿Hay tabués al respecto que puedan hacer que las personas opten por evitar las relaciones sexuales?
-Por lo general, muchas áreas importantes de la salud sexual y reproductiva de la mujer se discuten poco, lo que lleva a que enfermedades como la endometriosis y su efecto no reciban la atención necesaria. Sumado a esto, la incomodidad para hablar abiertamente sobre la sexualidad de las mujeres puede agravar el problema: muchas mujeres sienten vergüenza de hablar sobre sus síntomas sexuales, incluso con sus parejas o médicos. Asimismo, la falta de información sobre cómo la endometriosis afecta la sexualidad y las opciones de tratamiento disponibles puede también llevar a las mujeres a pensar que no hay solución para su problema.
-Por esta misma causa: ¿suelen consultar al médico de manera tardía?
-En promedio, transcurre un lapso de 7 a 8 años hasta que el dolor es atendido por especialistas, ya que culturalmente se acepta como parte de los síntomas normales del período menstrual y se ha normalizado, al punto de minimizar casos severos que podrían indicar un problema de fondo. Esta normalización del dolor femenino, en conjunto con los tabúes que existen alrededor de la sexualidad femenina, retrasa la búsqueda de ayuda profesional y perpetúa el silencio alrededor de la enfermedad.
-¿Qué recomendaciones se pueden dar para abordarla y afrontarla?
El tratamiento de la endometriosis debe ir más allá de los enfoques tradicionales. Es esencial adoptar un enfoque integral que aborde las bases metabólicas e inflamatorias, la reestructuración del microbiota, la mejora de la homeostasis hormonal y la promoción de un estilo de vida saludable con una nutrición adecuada y actividad física regular.
Es fundamental romper el tabú que rodea a la menstruación y la salud femenina. La educación, tanto en el hogar como en las escuelas, y la formación continua de los profesionales de la salud, es crucial para un diagnóstico más rápido y preciso, y esencial para que las mujeres reconozcan los síntomas y busquen ayuda médica sin miedo ni vergüenza.