El domingo de ramos es una de las celebraciones más importantes para los cristianos en todo el mundo. Durante la ceremonia de bendición de ramos, se bendice el olivo, que simboliza la entrada triunfal de Jesús a nuestras vidas. Pero, ¿qué hacer con el ramo bendecido después de la celebración?
Según la tradición católica, el rito del ramo bendecido se lleva a cabo en todas las naciones con predominio del catolicismo sobre otras religiones, y marca el inicio de la Semana Santa. En nuestro país, generalmente coincide con el mes de marzo o abril en temporada de otoño.
Aunque muchas personas acuden a la bendición de ramos por costumbre, después de la ceremonia suelen dejar en el olvido aquel olivo bendecido. Sin embargo, el ramo bendecido puede ser una herramienta de protección, para los fieles, en los hogares.
La tradición indica que un ramo bendecido en casa sirve de protección a los habitantes de la casa. Aleja los peligros, protege a sus miembros y fomenta la paz familiar. Se cree que si conservamos el ramo durante un año en nuestros hogares, al año siguiente debemos quemarlo justo un viernes santo para simbolizar la victoria sobre los enemigos de la vida.
Para utilizar el ramo bendecido en nuestra casa, se recomienda ubicarlo detrás de la puerta o dentro de algún libro importante. Debes tener en cuenta que el mismo representa la presencia de Jesús en nuestras vidas y tener un ramo bendecido en casa es simbólico de la bienvenida de él a nuestros hogares.
Historia de la bendición de ramos
La costumbre de bendecir las palmas o ramos de olivo se remonta al siglo IV, en Jerusalén, donde se realizaba una procesión que comenzaba en el Monte de los Olivos y culminaba en la iglesia del Santo Sepulcro. En esa época, los fieles llevaban ramas de olivo para recibir a Jesús como rey, tal como se narra en los Evangelios.
Con el tiempo, esta costumbre se extendió a otras partes del mundo, y se comenzaron a utilizar ramas de otras plantas, como el sauce o el abeto, para sustituir al olivo en lugares donde este árbol no existía.
En la actualidad, la bendición de los ramos es una parte esencial de la celebración del Domingo de Ramos, que da inicio a la Semana Santa. Los fieles acuden a la iglesia con sus ramos o palmas, que son bendecidos por el sacerdote y posteriormente se llevan a casa como símbolo de la fe cristiana.
Además, el rito del ramo bendecido no solo tiene un significado religioso, sino que también tiene una función simbólica en la vida cotidiana de los fieles.