Qué hacer con los humedales del Sistema Tulumaya

El paradigma de pensar en humedales de altura ha desviado el foco de comprender y valorar otros sistemas de humedales como los existentes en el llano. El proyecto de investigación que transmitimos intenta rescatar desde la Geología y la reconstrucción paleoambiental este ecosistema tan degradado.

Qué hacer con los humedales del Sistema Tulumaya
Que hacer con los humedales del sistema Tulumaya

El arroyo Tulumaya es un cauce superficial muy antiguo del río Mendoza que aún permanece activo y se comporta como un acuífero libre.

Este arroyo podría corresponder a un fallamiento (formación de fallas) en sentido Norte Sur que posiblemente favoreció y condicionó la disposición de este curso. Este sistema fluvial de baja energía del sector distal de la cuenca del río Mendoza, ha generado en su recorrido ciénagas y lagunas que han tenido una dinámica ambiental compleja. A lo largo de la traza del arroyo Tulumaya actualmente se encuentran diferentes cuerpos de agua como la laguna El Viborón, La Paloma, de Soria, y Laurentis. Cabe aclarar que el número de estos cuerpos en el pasado era mayor y tenían mayor extensión, aunque en la actualidad muchos de ellos están extintos.

Si nos remontamos a tiempos históricos, el sector del arroyo Tulumaya era parte de la antigua ciénaga que cubría un amplio sector de los actuales departamentos de Guaymallén y Maipú. Este humedal, conocido también como la “Dehesa” de la ciudad de Mendoza, comenzó a ser disecado a fines del siglo XIX, para fines agrícolas principalmente. Su registro fue estudiado a través de crónicas históricas por María del Rosario Prieto. En casi todos los mapas y fuentes coloniales, que describen esa zona hacia el este de la ciudad, mencionan un continuo de pantanos, ciénagas, intercalados con cauces que hacían muy difícil la agricultura y apenas se podía practicar la ganadería en sus bordes o transitar en carretas en años donde el río Mendoza traía menos agua. Quizás el período de mayor expansión de la Deheza de Mendoza fueron los últimos siglos, entre 1800-1850, cuando abarcaba el área cubierta entre la Capilla de la Virgen de las Nieves (actual barrio Lihué), un poco más de 2 km al Este del área fundacional de la ciudad de Mendoza, hasta casi la traza del río Mendoza. Hacia el Norte, la Gran Ciénaga de Bermejo se extendía hasta el arroyo Lagunita, curso paralelo al arroyo Leyes un kilómetro más al sur, que también drenaba el canal del Cacique Guaymallén, y hacia el sur, limitaba con el Camino Real, en su sector cercano a la ciudad de Mendoza, durante siglos transitado por carretas, hoy con una traza muy cercana al actual carril Godoy Cruz.

Humedales del Sistema Tulumaya: un proyecto de investigación intenta rescatar desde la Geología y la reconstrucción paleoambiental este ecosistema tan degradado.
Humedales del Sistema Tulumaya: un proyecto de investigación intenta rescatar desde la Geología y la reconstrucción paleoambiental este ecosistema tan degradado.

Dentro del proyecto PICT 3426 titulado Controles tectónicos y climáticos en la evolución paleoambiental de la cuenca baja del río Mendoza durante el Pleistoceno tardío Holoceno, dirigido por quien escribe esta nota, se intenta reconstruir la dinámica del río Mendoza por lo cual parte de estos estudios comprende entender las dinámicas de las antiguas ciénagas. En esta investigación participan varios investigadores de Conicet y se están desarrollando dos tesis doctorales.

Los resultados preliminares obtenidos hasta el momento permiten reconstruir en función de los registros geológicos una extensión mucho mayor de algunas lagunas. En el caso de El Viborón, el área ocupada era mucho más extensa en el pasado geológico que a la dimensionada en tiempos históricos. El análisis con sensores remotos y el reconocimiento en campo permitió diferenciar al menos dos terrazas antiguas abandonadas de este cuerpo lagunar. Una datación obtenida en la base de la segunda terraza permite advertir que este cuerpo lagunar o depocentro tiene una existencia mayor a 2.000 años.

Humedales del Sistema Tulumaya: un proyecto de investigación intenta rescatar desde la Geología y la reconstrucción paleoambiental este ecosistema tan degradado.
Humedales del Sistema Tulumaya: un proyecto de investigación intenta rescatar desde la Geología y la reconstrucción paleoambiental este ecosistema tan degradado.

El estudio de estos sistemas pretende también poner en valor a los humedales del llano mendocino. Los humedales de la provincia de Mendoza representan un importante patrimonio y recurso natural, con un papel fundamental en la biodiversidad, el paisaje y la identidad cultural. Estos frágiles ecosistemas, que han sostenido comunidades de flora, fauna y poblamientos humanos desde el Holoceno (últimos 10.000 años), están siendo fuertemente afectados por distintos factores. A pesar de su importancia hídrica, geológica, biológica, social, histórica y cultural, los humedales ubicados en la llanura, tales como los asociados al sistema del arroyo Tulumaya y las lagunas de Guanacache, entre otros, se encuentran bajo un serio riesgo de extinción.

Humedales del Sistema Tulumaya: un proyecto de investigación intenta rescatar desde la Geología y la reconstrucción paleoambiental este ecosistema tan degradado.
Humedales del Sistema Tulumaya: un proyecto de investigación intenta rescatar desde la Geología y la reconstrucción paleoambiental este ecosistema tan degradado.

Así como en el pasado las antiguas ciénagas y bañados que ocupaban gran parte del Noroeste de Mendoza fueron erradicadas para el desarrollo del oasis productivo llevando a su casi completa desaparición. En la actualidad el aumento poblacional, con su consiguiente demanda de agua, el uso de sustancias tóxicas para la vida acuática, y la reconversión en el uso de la tierra, han incidido en la dinámica y preservación de estos ecosistemas esenciales. Un claro indicio de la intensa degradación de estos humedales es reflejado en los recientes incendios ocasionados por la generación de gas metano tras la descomposición anaeróbica de la materia orgánica acumulada en los antiguos humedales. De tal manera que la degradación de estos humedales conlleva a graves problemas ambientales. Es oportuno preguntarnos entonces si es necesario preservar estos ecosistemas o seguimos apostando a su erradicación. Desde la academia existe una gran preocupación por esta disyuntiva.

*La autora es doctora en Geología. Ianigla

Producción y edición: Miguel Títiro - mtitiro@losandes.com.ar

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